Septiembre es uno de los meses en los que más bodas se celebran y este fin de semana no es una excepción (mañana, sábado, se darán el 'sí, quiero' Lucía Entrecanales y Laszlo Bene, y Julia Bolaños y José María Ramírez-Cárdenas y Cabello de los Cobos). Los primeros en pasar por el altar han sido Jaime Martínez-Bordiú y Andrea García, que han elegido Madrid para sellar su amor este viernes, tras varios años de convivencia. Ha sido a la llegada de Andrea a la iglesia cuando se ha revelado el secreto mejor guardado de cada boda, el vestido de novia.
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Claudia Llagostera, una de las diseñadoras más solicitadas del momento, se ha encargado de dar forma al vestido. "Se trata de un traje creado a partir de una pieza de encaje antigua, que data de 1880, y es un tipo de bordado llamado Cornely. Se tejía completamente a mano y este tipo de trabajo tiene origen en Francia", nos cuenta la diseñadora. Ellas lo han ido aplicando en partes de la pieza bordada en la falda, mangas, escote y espalda.
Siguiendo una de las tendencias que está más en alza en los últimos meses, han optado por mezclar diferentes tejidos. Así, para completar el vestido han utilizado lino, un trabajo de jaretas hechas manualmente en la falda y volantes de seda salvaje en puños y bajo. El resultado es un diseño sencillo, elegante, favorecedor y, sobre todo, único.
Aunque muchas prometidas optan por recoger su melena en un moño de inspiración bailarina, Andrea ha preferido llevarla peinada con un semirrecogido que dejaba a la vista sus pendientes, de tamaño medio y con forma de estrella, de la firma Paulet. Tampoco ha querido renunciar al velo. El suyo, también del siglo XVII, es una pieza única antigua hecha a mano de encaje de Bruselas, uno de los encajes más valorados por su complejidad y su finura.
Muy especial ha sido también el ramo. En un momento en el que los diseños de un solo tipo de flor, casi siempre de tallo largo, conviven con las composiciones de cascada, Andrea ha optado por uno de aspecto silvestre y de colores otoñales, anudado con una cinta blanca.
Después de la ceremonia, los novios y los invitados continuarán con la celebración en la Finca El Gasco, la misma donde se rodó parte de la serie La Casa de Papel y que se encuentra en Torrelodones, a media hora en coche del centro de la ciudad.
Jaime, el pequeño de los tres hijos de José María Martínez-Bordiú y Cubas y la empresaria Rocío Aznar Sáinz y por tanto sobrino nieto de Carmen Franco, es conocido por su perfil público bajo y su éxito en el mundo empresarial, y la novia, Andrea García, es asociada en Savills España, una de las consultoras inmobiliarias más importantes de Europa, y mantiene una vida privada alejada de los medios.