En la creación del perfecto vestido de madrina, el que mejor case con la personalidad de la madre del novio, siempre es positivo que esta figura cuente con apoyo de su entorno, seres queridos que le ayuden en la definición de su esperado look, especialmente si es a medida. Con sus hijas, precisamente, fue planteando Belén las claves de su estilismo de madrina y el resultado ha sido una prenda, creada en el atelier sevillano de Belén Miranda, que ha dado la vuelta a las redes sociales.
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Se fijaron en las tendencias actuales y tenían claro, desde el principio, que el diseño sería confeccionado en gasa de seda. “Lo puse en manos de Belén, me captó inmediatamente y le fue dando forma. Lo que me costó bastante trabajo fue elegir el color, que llegué a cambiar hasta tres veces”, nos desvela la propia Gloria.
Durante todo el proceso de creación de la pieza, diseñadora y clienta fueron haciendo ligeros cambios, siempre a mejor, tal y como confiesa nuestra protagonista: “Belén Miranda hace maravillas hasta dar en el clavo”. Cuando le preguntamos por qué se decantó por esta reputada couturier sevillana nos explica que ya conocía su trabajo y había lucido una de sus prendas a medida en el enlace de su hija Cristina, un par de años antes. “Quedé muy satisfecha y me vi muy cómoda y favorecida y no tuve duda en repetir con ella”, reconoce.
De Córdoba a Sevilla para crear su look de madrina soñado
El taller de la diseñadora se ubica en pleno barrio de Los Remedios, en Sevilla y, sin embargo, Gloria reside en Córdoba. Esto no fue un impedimento para nuestra protagonista, que exprimió al máximo sus escapadas a la capital andaluza y aprovechó para “ver a mi madre, a mi hermana y a mi hija Blanca, por lo que eran una ocasión para disfrutar”.
Para Belén Miranda tan solo tiene palabras buenas, pues la considera cariñosa y admite que con ella todo es fácil y agradable: “entendió las dudas que nos surgieron cuando nos vimos en las primeras pruebas y no tuvo ningún reparo en hacer cambios sobre la marcha, ya fuesen de tejido o de diseño. Hasta que no te ve convencida, no para de ofrecer alternativas”.
Fruto de esa buena sintonía, el resultado: un look de madrina que se ha hecho viral, con drapeado en el cuerpo, escote cuadrado, mangas ablusadas con volante y falda vaporosa, muy favorecedor. Llamativa fue su elección del tono, a medio camino entre el teja y el melocotón, que, cuenta Gloria, fue la decisión más complicada de todas. “Como tengo una hija viviendo en Sevilla, otra en Barcelona, y mi nuera (la novia) vive en Madrid, cada vez que me he reunido con ellas, me las llevaba a ver telas, por lo que he recorrido las tiendas de telas de Sevilla, Madrid y Barcelona en busca del color adecuado. Finalmente, es Belén la que compró y aportó el tejido, pero ya con la idea del color que me había gustado”, relata.
Un vestido con el que sentirse una misma
Al principio, la cordobesa se enfrentó al reto de darle un giro a su diseño, porque era muy similar al de una de sus hijas y por eso “le dimos la vuelta al cuerpo, para que no fueran tan parecidos. Al final nos gustó más el resultado”. Y es que Gloria logró crear un buen clima con su diseñadora y sentirse ella misma con su vestido. Ese era su objetivo como madrina de la boda: “no buscaba causar impresión, pero al tener un solo hijo varón, sabía que era la única vez que iba a ser madrina y eso te hace pensar un poco cómo quieres ir, porque no se va a repetir la ocasión. Simplemente quería gustarle a mi hijo y a mi nuera, quizá no sentirme disfrazada, ir cómoda y verme favorecida, pero natural”.
La mantilla como guiño familiar
No todas las madres del novio se sienten favorecidas con mantilla. Aunque es un complemento tradicional español, algunas prefieren un estilismo con un vestido moderno y sin este accesorio. No obstante, en el sur goza de popularidad y podemos encontrar algunos de los looks más espectaculares con la misma. Normalmente, esta prenda se luce porque forma parte del legado familiar y Gloria, fiel a su historia, quiso hacer un homenaje a los suyos. “Siempre me ha gustado la mantilla y tenía clarísimo que quería llevar la mantilla familiar. En casa hay mantilla de Chantilly y peina de Carey de varias generaciones, mi madre la usó, mi abuela también y a la novia también le gustan las madrinas con mantilla, así es que no tuve ninguna duda”, apunta.
Si bien es habitual ver la mantilla acompañando un moño, nuestra protagonista la colocó sobre un elegante semirrecogido, que con suma delicadeza elaboró José Tabas, quien también le acomodó el complemento. De su maquillaje se encargó la reconocida Menchu Benítez. “El resultado creo que fue bastante fresco y natural”, dice Gloria.
Más allá de estos detalles de belleza, esta madrina viral también llevó unas estudiadas joyas: unos pendientes de perlas y brillantes, regalo de 30 aniversario de su marido; la pulsera de pedida de su madre; una sortija familiar, un collar de perlas de tres vueltas a modo de choker (que se puso al quitarse la mantilla) y, como accesorios, unos zapatos de Flordeasoka y un bolso vintage. “No quise recargar mucho la imagen”, recuerda.
Fue una boda en primavera en el sur
El enlace en el que Gloria ejerció de madrina fue una boda que tuvo lugar el 31 de mayo de este año, con una ceremonia en la cordobesa Real Parroquia de San Lorenzo Mártir y una celebración en el emblemático Torre de la Barca, del catering Bodegas Campos. Nuestra protagonista define la boda como preciosa, no solo porque los novios escogieron “una de las iglesias fernandinas más bonitas de Córdoba”, sino por su carácter entrañable. La pareja destaca, nos dice, por su discreción: “no son nada protagonistas ni les gusta ser centro de atención, pero pasar desapercibido el día de tu boda es ‘complicadillo’, aun así estuvieron relajados y muy felices”.
De Bodegas Campos, al frente del menú del gran día y de Basán Studio, responsable de la decoración del evento, guarda un maravilloso recuerdo. Destaca que el banquete fue de noche y al aire libre y que “el resultado me pareció espectacular. María y Beatriz hicieron un trabajo increíble y también mi consuegra Beatriz, madre de la novia, se implicó muchísimo, aportando todo tipo de detalles para la decoración”, revela.
Una escena de película
La jornada tuvo sus momentos divertidos, que no solo estuvieron ligados a la fiesta. Los autobuses tuvieron mucho que ver en las anécdotas más alegres. Confusiones para subir a los mismos o una escena digna de una película de comedia: “la feria de Córdoba hizo su aparición en el recorrido de los autobuses al lugar de la celebración, impidiendo el paso a estos por el corte de las calles por las que tenían que pasar. Los invitados terminaron bajando del autobús, para tomarse unas cervezas a las puertas de la feria y esperar a que les abrieran el paso. Es de agradecer que todos le restaron importancia al acontecimiento y se lo tomaron a risas. Fueron muy cariñosos, pero esto hizo que tanto el aperitivo como la cena, se retrasaran más de media hora”.
La emoción de la madre del novio
Gloria echa la vista atrás y señala que lo más especial del día fue el significado del mismo, ver a su hijo dar un paso tan importante con la mujer de la que está enamorado. “ver sus miradas de complicidad, la satisfacción de verlos felices, ver a los hermanos disfrutar juntos, ya que también es un día especial para ellos. Se palpaba la ilusión con la que estaban viviendo ese día y el amor y cariño que han puesto en los detalles. Estar rodeado de las personas mas importantes en tu vida, acompañándote ese día y demostrándote afecto. En general es un día muy emotivo para disfrutar y dar gracias a Dios”.
Por ello, sabiendo que todo sale bien, concluye aconsejando a las madrinas que estén en busca de su look que estén tranquilas, que confíen en las mujeres de su entorno para que les echen una mano y que disfruten de la preparación, porque “no se va a repetir en otra ocasión”, alega con nostalgia.