La boda de Luis Astolfi Jr. y Cristina Serrano ha sido una de las citas más importantes del pasado fin de semana. El hijo del jinete Luis Astolfi y la farmacéutica y directora de marketing y comunicación se dieron el 'sí, quiero' el pasado 4 de julio en una ceremonia celebrada en Marbella, en el Cortijo Pedro Jiménez, a la que asistieron familiares y amigos de los novios, entre ellos la infanta Elena y personalidades del mundo ecuestre.
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Para los novios su gran día superó todas las expectativas, logrando que sus 250 invitados compartieran con ellos un día inolvidable, en el que cada detalle estaba pensado para contar su historia de amor y reflejar la personalidad de los novios. Una de las elecciones más importantes en toda boda es la del vestido de la novia y Cristina, optó por dos vestidos para los que confió en la diseñadora Helena Mareque.
Desde que la conoció, tuvo claro que quería que fuera ella quien diera vida a las ideas que tenía para sus looks nupciales. “Cuando Helena y yo nos conocimos hubo un feeling especial que me hizo estar segura de que era ella. Sus tejidos, su capacidad creativa, originalidad y estilo me hicieron pensar que era la decisión más acertada. Además, como he hecho en varias ocasiones, creo mucho en las energías entre personas y ella parecía de la familia desde el principio”, nos contaba Cristina.
Si el vestido de su novia destacó por un elegante estilo boho, el segundo siguió la misma línea, pero más sofisticado. Poco después de que los recién casados abrieran el baile con una fusión de May I have this dance, de Francis and the Lights y Bailando bachata, de Chayanne, y los invitados se unieran a ellos en la pista al ritmo del DJ Andrés Osorno, la novia sorprendió con su segundo look.
Se trató de un vestido evasé de largo midi, en satén de seda con un toque de lentejuelas en los tirantes, que aportaban un destello sutil, iluminando la espalda descubierta en cada paso. Un diseño para celebrar, brindar y bailar junto al mar, en una noche de verano que nunca olvidarán. Las joyas que llevó eran las mismas que las del 'sí, quiero', pendientes vintage de alta joyería con diamantes en baguettes y brillantes y esmeraldas colombianas de Del Páramo, además de la alianza, del joyero Agustín Serrano.
Modificó su beauty look, para el que se puso en manos de Tacha Beauty Marbella. Para el enlace llevó el pelo suelto con ondas, y para la fiesta recogió su melena en una coleta alta y mantuvo su maquillaje natural. Un elegante estilismo con el que bailó con su ya marido y sus invitados hasta la madrugada, brindando por su amor y por el nuevo capítulo de su vida que escriben juntos como marido y mujer.