Tras años vistiendo a otras mujeres para el día más importante de su vida, le llegó el turno a ella. Paloma Reguillo quiso afrontar el reto de diseñar su propio vestido de novia. Acostumbrada a escuchar historias de amor ajenas para traducirlas en creaciones espectaculares, tuvo que verse a sí misma en el rol de la clienta. ¿Cómo se enfrenta una experta en moda nupcial al proceso de concebir, con absoluta libertad creativa, el look que llevará de camino al altar? Acompáñanos a descubrirlo.
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Así es el romántico vestido de novia de Paloma Reguillo
Podríamos pensar que la mayor dificultar de hacer tu vestido de novia siendo diseñadora nupcial es la presión autoimpuesta de estar a la altura, considerando que te dedicas a ello día y noche. ¿Quién mejor que tú para asumir esta tarea? Por suerte, Paloma solo se preocupó por disfrutar de cada momento. "Es un regalo a mí misma y a mi niña interior que había soñado siempre con este vestido".
El glamour de las alfombras rojas o las antiguas divas del cine, desfiles de alta costura, vestuarios históricos... El universo creativo de la diseñadora se nutre de mucho más que solo referencias del mundo nupcial. Acostumbrada a ver tantas opciones diferentes de vestido, no tuvo que buscar demasiada inspiración. Es lo que tiene haber consolidado una firma propia con una identidad clara.
Inspiración 'vintage' y una impresionante falda de tul
La silueta clásica de los años 50, de cuerpo encorsetado con falda voluminosa, es un elemento insignia de las creaciones de Paloma Reguillo, así que no podía faltar el día de su boda esa influencia vintage de Dior.
Ella lo sabía desde el momento que se sentó a bocetar: "Me apetecía llevar una falda de tul enorme. También sabía que quería un cuerpo lleno de detalles". Eligió la tela del corsé, que iría bordada con unas hermosas flores-joya, y este fue el punto de partida que dio paso a todo lo demás.
Sin presión ni nervios: "Sabía que todo estaría perfecto"
"Mis amigas estaban más preocupadas que yo", confiesa entre risas. Como tenía tanto volumen de trabajo en el atelier, cogía el vestido entre cita y cita, cuando tenía algún ratito libre, pero jamás le entraron los nervios ni el estrés que suelen describir las prometidas. Al fin y al cabo, estaba en sus manos. "Sabía que daba igual cuando empezáramos, que todo estaría perfecto".
Lejos de apostar por el "menos es más" tan popular entre las novias estas últimas temporadas, la diseñadora se mantuvo fiel a su filosofía, consciente de que, si a alguien tiene que conquistar este vestido, era a ella. "Sé que es un traje que amas u odias, ¡pero eso es lo divertido de la moda!", afirma. Siguiendo esta línea, optó por un ramo "salvaje y desenfadado".
Su semirrecogido 'boho'
La personalidad de Paloma está plasmada en cada aspecto de su estilismo nupcial, desde el vestido hasta el look de belleza. En cuanto al maquillaje, buscaba algo absolutamente natural, en contraste con este diseño tan llamativo. "Quería reconocerme y no verme disfrazada, no suelo ir muy maquillada", explica.
Aplicó la misma premisa al momento de escoger su peinado, con la ayuda de Fabiola y Álvaro, de Mimoki. El resultado fue un semirrecogido bohemio, sacado directamente de las pasarelas de Nueva York: "Tenía guardada desde hace mil años una foto de un desfile de Rodarte, de un detalle de un peinado lleno de flores en la melena, que me encantó. La idea era recrear ese efecto".