Que cuando la boda ha terminado te arrepientas de algo porque no ha resultado tan bonito o efectivo como esperabas, deja un sabor de boca agridulce que no es deseable para ninguna novia. Por eso, siempre conviene hacer caso a los expertos y revisar qué cuestiones se pueden hacer de forma más eficiente y atractiva, para evitar disgustos a posteriori. Uno de los asuntos más interesantes, al que es necesario prestar atención es el seating plan.
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Este rincón que los invitados están obligados a visitar para descubrir en qué mesa estarán sentados puede ser el foco de algunos errores que podrían esquivarse teniendo muy presente dónde debe colocarse y cómo ha de hacerse y, también, cuáles son los diferentes detalles en torno a su diseño que los convidados agradecerán con creces. Hoy te descubrimos 11 fallos a los que puedes adelantarte para facilitarlo todo en tu "sí, quiero"..
Es cierto que el seating plan no procede colocarlo en mitad de la zona reservada para el aperitivo o en un espacio de tránsito excesivo, de forma que moleste. No obstante, sí que es necesario ubicarlo en un sitio en el que los invitados vayan a cruzarse con él. Ha de ser un rincón que pueda encontrarse con facilidad cuando alguien quiere consultar su mesa. En ocasiones por no interrumpir visualmente el espacio del cóctel, se pone muy retirado y son muchos los que preguntan dónde está o incluso los que no recuerdan que tenían que consultar este rincón para ver dónde debían situarse en el banquete.
Colocarlo de forma muy austera, que se aprecie 'desangelado'
Cada pareja es un mundo y dispone de un presupuesto para el gran día, por lo que no todas las bodas son iguales y en consecuencia no todas las decoraciones tienen que estar estructuradas de la misma manera. En lo que respecta al seating plan, sí que conviene que, aunque no haya un gran presupuesto para su montaje o para sumar flores a su alrededor, se utilice el ingenio para crear un entorno amable, de manera que no que sea excesivamente austero el resultado. Lo vemos en esta propuesta de Andrea M. Paper Studio, que con el uso de algunas gerberas transforma por completo un espacio sencillo, en un enlace organizado por Ana Cano Eventos.
Este es el fallo número uno que muchas parejas no tienen presente. Existe un amplio abanico de tipografías a las que se puede recurrir para elaborar los tarjetones del seating plan, pero muchas veces se escoge alguna que hipoteca la legibilidad. Esto hace que los invitados estén incómodos y que tengan que acercarse demasiado al escenario que se ha diseñado con tanto cariño e incluso tengan que preguntar por su mesa, dado que no pueden leer con facilidad lo que está escrito. En algunos casos tiene que ver con que la tipografía es demasiado caligráfica y en otros está relacionado con el tamaño escogido de la misma. En este montaje, sin embargo, aciertan al utilizar una letra más manual para indicar el número de mesa y otra cursiva para los nombres de los invitados.
Sumar tantas flores que no pueda leerse con facilidad
En esa búsqueda por crear ambientes románticos, visuales, estéticos y que todos quieran fotografiar, algunas parejas invierten en flor y diseñan rincones bucólicos, llenos de magia. Pero, en este enfoque, en la justa medida está la virtud y si vamos a utilizar tarjetones que se van a disponer entre esas flores, es importante garantizar que se pueden leer sin tener que desmontar el propio seating plan. Lo vemos en este diseño de Serenata Studio, para una boda en Hacienda Molino Blanco, en la que los tarjetones se ubican entre las flores, colocadas por Andaluflor, pero que, gracias a la correcta disposición, sí que pueden leerse sin problemas.
Utilizar colores que no hagan contraste en el tarjetón
En este montaje de Rossi Landazuri, en colaboración con MD Atelier Creative con flores de Espacios Verdes Logroño, vemos cómo el negro es el tono escogido para la tipografía de la boda en los nombres de los tarjetones. El juego de colores, por tanto, se reserva a las frutas y verduras que se disponen en todo el montaje formando un bodegón. Es una visión muy acertada, dado que, en algunos casos, los novios se decantan por letras en la gama cromática de los pasteles o tonalidades muy suaves que impiden una fácil lectura de lo que está escrito.
Que los tarjetones vayan cubiertos por algo que impida la visión
Siguiendo con todos esos detalles que dificultan la lectura de los nombres que van ubicados en cada mesa, encontramos diferentes utensilios y elementos que cubren en ocasiones el propio montaje o los tarjetones que lo componen y que pueden impedir la correcta visión de lo que se indica en ellos. No sucederá esto si empleamos cristales, como ejemplifica esta propuesta de Carmen Flores y Eventos. Salvo que estos se empañen, no deberíamos encontrar ningún problema y obtendríamos un resultado muy bonito, con ayuda de campanas o de cualquier recipiente similar.
Lo dicen los grandes diseñadores gráficos y de papelería nupcial: el diseño es importante, sí, pero no puede opacar la usabilidad del resultado. Debido a que en estas últimas temporadas estamos asistiendo a un auge de los seating plans minimalistas, con diseños muy novedosos, en algunas ocasiones vemos que resultan poco intuitivos y no cumplen su función. Por ejemplo, cuando se opta por la impresión de este rincón sobre tejido puede llevar a confusión una presentación muy artística. Conviene que la disposición de los nombres se haga de una forma todo el mundo puede comprender.
Las bodas íntimas, con pocos invitados, ofrecen un escenario entrañable y cercano en el que los novios están más a gusto (dicen quienes escogen este formato) y en el que se conocen todas las partes. Estos son los enlaces en los que de cantarse por unos tarjetones sin apellidos puede resultar apropiado. No sucede así con el un grueso común de los 'sí, quiero' y con las celebraciones más grandes, puesto que la inclusión del apellido de cada convidado ayudará a que todo el mundo esté sentado donde le corresponde.
Escoger un seating plan en tejido... ¡y que salga volando!
Una de las grandes tendencias de 2025 en la decoración de las bodas es la incorporación de tejidos que combinan texturas y crean ambientes como sacados de una película. Esto también ha llegado hasta el seating plan, con numerosos diseños que se están imprimiendo sobre tela. Para que este rincón luzca en todo su esplendor y pueda cumplir su función conviene, anclar esta lona no solo arriba, en su soporte, sino abajo. Así evitaremos que el montaje salga volando.
El universo de las decoraciones de boda vive un gran momento con parejas que apuestan por propuestas muy novedosas y visuales. La sorpresa es el objetivo, pero siempre con detalles que hablen de los novios. Lo vemos en este espectacular seating plan de Naru Nera, en el que los invitados recogen una pandereta para saber en qué lugar del convite están ubicados. Es una idea original que no es apta para las bodas de corte mucho más tradicional, con un perfil de invitado que quizá no entendería este formato. De lo que no hay duda es de que estas presentaciones creativas son tendencia en los últimos años.
Es lo peor que puede pasar a la hora de diseñar un seating plan: olvidar algún invitado. Pasa en las bodas más estudiadas, incluso las de las parejas más puntillosas, porque muchas veces los cambios de última hora hacen que alguien se quede fuera del montaje por un despiste. Para evitar una mayor confusión sobre la disposición de los sitios en las mesas, es aconsejable que la wedding planner o la persona encargada del catering siempre tengan a mano un listado con todos los invitados que asisten y dónde van sentados. De esta forma, si el seating plan estético que consultan todos los invitados tiene un error, no lo tendrá este listado de invitados actualizado y todos irán sentados donde los novios siempre han querido.
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