Cristina siempre imaginó casándose en una noche de verano con un vestido de novia vaporoso con escote Bardot, ¡pero la realidad no pudo ser más diferente! La mañana del 26 de octubre de 2024, en plena época otoñal, nuestra protagonista apareció a las puertas de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, situada bajo la Alhambra de Granada, para pronunciar la gran promesa de amor a José enfundada en un elegante look de inspiración asiática, obra de la diseñadora Sofía Delgado.
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Hay quienes tienen clarísimo cómo se verán vestidas de blanco y consiguen dar con el look perfecto, otras que llegan al atelier sin ninguna idea y se dejan llevar por los consejos de los expertos, y en el caso de esta granadina, todo cambió el día antes de su primera visita al taller. "Aunque la boda era en otoño y de día, la intención era ir con esa idea a varios diseñadores y ver qué me planteaban para adaptarla, pero días antes de la primera cita, me imaginé una idea completamente diferente".
Un vestido de novia de inspiración asiática
¿Cuál fue el hilo conductor para crear desde cero el look de Cristina? Inesperadamente (para todos, incluso para ella misma) fue la moda asiática, concretamente sus históricos trajes clásicos que han vestido a las mujeres más estilosas de la zona. Y antes de sumergirnos en su historia, le preguntamos qué fue lo que tuvo en cuenta a la hora de decidirse por el diseño: "tienes que sentirte tú misma y estar cómoda para disfrutar ese día. Para mi fue fundamental confiar en mi instinto y en la idea (casi) inicial que tenía".
Nos explica que desde que empezó a buscar inspiración de novias, le encantó el trabajo de Sofía Delgado y quería conocerla. "Me llamaba mucho la atención su versatilidad, no he visto dos vestidos suyos iguales, pero todos tienen un toque especial. Lo cierto es que también tenía otras opciones que me gustaban, pero en cuanto la conocí, ¡lo tuve claro! Me encantaron todas las ideas que me propuso, creo que lo que más me gustó fue su cercanía. Nos entendimos muy bien desde el principio, no he podido sentirme más cómoda en cada una de las citas".
"Hacerse el vestido de novia a medida va más allá del vestido en sí, es una experiencia en su conjunto y quería disfrutar de todo el proceso. Con Sofía ha sido una auténtica gozada", dice sobre la elección tan importante que toman las prometidas durante los meses previos a la preparación. Y esta inspiración que marcó su look, ¡no apareció de forma inesperada! Nos confiesa que suele lucir muchas prendas -concretamente vestidos largos y midi- de estilo chino.
"Me apasionan los vestidos asiáticos, pero no sabía si me iba a atrever para el traje porque quería que fuese algo más atemporal y no sentirme disfrazada. Le planteé la idea y le encantó, me propuso más de diez alternativas para encajarla, pero fue la primera -una silueta muy marcada- la que nos fascinó a mi madre y a mí", recuerda sobre todas las opciones que la experta en diseño le presentó sobre la mesa.
Lino para el look de Cristina
En la segunda prueba fue el turno de la elección de los tejidos y las caídas, la ganadora fue... ¡el lino! Si jamás habíamos imaginado ver un look nupcial con este material veraniego tan ligero y fresquito en pleno mes de octubre, Cristina y Sofía Delgado rompieron las normas no escritas. "Nos planteó el cuerpo del traje en lino en un maniquí y lo tuvimos claro. Me encantó que supiera reflejar la inspiración asiática inicial en uno diseño mucho más sencillo, atemporal y elegante, y a la vez le daba un toque rústico que rebajaba las líneas tan rectas y clásicas".
Aunque nos asegura que el proceso de creación no fue tan sencillo. "Sí, tuve alguna duda con la falda... Yo quería incluir mezcla de telas que le dieran un toque más vaporoso, pero confíe en el instinto de Sofía, y que la idea de que todo fuese en lino, fue muy acertada", explica sobre la importancia de confiar en quienes son expertos en la materia.
¿Y qué fue lo más difícil ante un reto de esto como este? Para ello, no dejarse llevar por otras ideas con las que se topó más adelante. "Estamos expuestos a muchísima información de bodas en redes sociales y a veces es complicado no dudar sobre si has tomado la decisión correcta", reflexiona.
Cristina confiesa que se sorprendió muchísimo a sí misma sobre lo convencida que estuvo desde el principio y que gran parte de ello se lo debe a que modista que supo encontrar exactamente lo que buscaba. "Sabía que mi vestido era muy sencillo y no iba a encantar a todo el mundo, pero yo sentía que reflejaba perfectamente mi personalidad. No he podido estar más encantada con todo el proceso".
Y aunque se trata de un diseño totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, no se dejó llevar por las tendencias punteras del momento, sino por otra característica que comparten muchas prometidas. "Es muy difícil no caer en ellas, pero en general creo que hay que buscar la atemporalidad. Por ejemplo, yo me probé el vestido de novia de mi madre (pero no me quedaba bien) y me habría encantado casarme con él, precisamente porque es un vestido atemporal. Me gustaría ver mi vestido dentro de veinte años y pensar que podría usarse de nuevo".
Las joyas para el gran día
En cuanto a joyas, lució un anillo estilo ojo de perdiz de oro blanco, diamantes y zafiros con el que José le pidió matrimonio. Además, llevó los pendientes que le regalaron sus suegros en la pedida, "una maravilla de rosetones vintage de oro blanco y diamantes. Y como anécdota... Uno de ellos se me cayó entregando uno de los ramos y cundió el pánico hasta que una de mis primas lo encontró en el suelo!".
Cristina es de aquellas novias que antes incluso de saber cómo sería su vestido, ya tenía claro qué zapatos quería, "siempre me ha encantado el modelo de sandalias Azia de Jimmy Choo, sabía que las iba a usar muchísimo después de la boda", un planteamiento esencial que hay que tener (¡y no solo como prometida!) a la hora de invertir en una pieza tan especial como estos tacones.
"El look de belleza estaba bastante claro", nos adelanta sobre la elección de peinado y maquillaje. "El moño alto era lo que más encajaba y buscaba un maquillaje lo más natural posible para que fuera acorde. Yo no me maquillo mucho y tampoco me recojo el pelo a menudo, así que me daba miedo no reconocerme. Sin embargo, tanto Amparo Carmona como Charo Segura me conocen bien, así que no tuvimos problema para cuadrar un look sencillo con el que estuve comodísima todo el día".
Respecto al ramo de novia, nuestra protagonista tuvo muchísimas porque no se sentía reflejada con ningún estilo, "no me gustaban nada los bouquet, no pegaban con el vestido. De hecho, estuve a punto de ir sin ramo y sustituirlo por un abanico de mi abuela. Fue una idea de mi amiga María y me encantó, además encaja mucho con el conjunto y tenía un toque sentimental que me hacía mucha ilusión. Pero finalmente no me atreví, y menos mal, ¡¡porque hizo tanto frío que no pegaba nada!!", cuenta.
El ramo de novia sencillo
Después de darle bastantes vueltas, buceando en la plataforma de Pinterest dio con algunas composiciones sencillísimas de calas blancas. "Era algo sencillo, elegante y sin pretensiones. Buscaba que parecieran flores cogidas del campo en lugar de un arreglo floral muy elaborado. Carolina Bouquet captó la que quería a la perfección y añadimos el lazo blanco con un nudo desenfadado para acompañarlo".
Elena fue la amiga que hizo que los caminos de Cristina y José se encontraran. "Ambos son de Las Palmas de Gran Canaria, y son amigos desde pequeños, y nosotras nos conocimos porque fuimos juntas al Colegio Mayor. En esa época nosotras vivíamos juntas, y un día yo no tenía plan me dijo que me apuntara al suyo con sus amigos canarios y ahí nos conocimos. Durante los siguientes meses coincidíamos mucho, pero no fue hasta tiempo después (¡pandemia mediante!) que decidimos empezar a salir oficialmente".
Tras tres años de relación, en el verano de 2023 surgió la gran pregunta y un 'sí' rotundo y emocionante. "Los dos teníamos claro que queríamos casarnos por la iglesia y formar una familia. Teníamos la conversación con naturalidad antes de que me lo pidiera. Aún así, en el momento en el que me lo pidió, ¡me pilló completamente por sorpresa!".
El día llegó, y dijeron el 'sí, quiero' el 26 de octubre en una ceremonia religiosa en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de Granada. La celebración posterior tuvo lugar en el Palacio de los Córdova, en pleno barrio del Sacromonte. "El camino de un rincón a otro es muy especial, es el conocido Paseo de los Tristes. Nuestros invitados pudieron disfrutar de una vistas maravillosas a la Alhambra mientras caminaban hacia la celebración. El conjunto monumental también se podía ver desde diferentes puntos del Palacio. Como la gran mayoría de los invitados eran de fuera de la ciudad nazarí, queríamos que disfrutasen de las emblemáticas vistas lo máximo posible".
Cristina contó con los servicios de Ana Cano las dos semanas previas y el día de la boda para la coordinación final. "Tanto mi madre como yo hemos estado muy involucradas en la planificación hasta el último momento porque nos encanta. Además mi hermano se había casado hacía menos de un año antes, ¡teníamos todo muy reciente!".
La boda de Cristina y José en Granada
Fecha: 26 de octubre de 2024.
Lugar de celebración (ceremonia y banquete): en la Iglesia de San Pedro y San Pablo (Granada ) y el Palacio de los Córdova (Granada).
- Vestido de novia: Sofía Delgado
- Maquillaje: Charo Segura de Bobbi Brown
- Peluquería: Amparo Carmona de Peluquería Montesinos
- Flores: Carolina Bouquet
- Wedding planner: Ana Cano Eventos
- Catering: Campuzano
- Fotógrafo: Alejandra Salido
- DJ: Alberto Garal de The Key Eventos
- Carpa: Carpas Al-Andalus