A cada espacio de boda, su decoración tendencia: ideas para acertar te cases donde te cases
Haciendas, palacios, castillos, carpas, escenarios junto al mar... Son muchos los rincones para dar el 'sí, quiero' y para todos ellos hay una apuesta decorativa acertada
La decoración de una boda no solo depende de los gustos de los novios. En la elección de los elementos, la apuesta floral, los montajes y la disposición influyen, sin duda, otros muchos factores. Aunque el estilo de la pareja es una cuestión de peso, el tipo de enclave en el que tendrá lugar el gran día también importa. El ambiente que rodea a ese espacio de boda, el interiorismo del mismo y la distribución de sus salones limitarán o beneficiarán el desarrollo de unas u otras ideas decorativas.
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Hoy te descubrimos una selección de 13 propuestas deco que encajan a la perfección en los diferentes lugares en los que se colocaron. Desde castillos a carpas, pasando por establecimientos en plena playa, haciendas o incluso palacios, las opciones más especiales para cada localización.
El rey de los espacios para boda es sin duda un clásico: la finca. Fincas existen de todos los estilos, con mayor o menor recorrido y con interiores diseñados de formas muy diversa, por ello, a la hora de proponer una decoración perfecta, es apropiado acercarse a lo atemporal. Los centros clásicos, los manteles lisos y las instalaciones de verdes en el techo son protagonistas en esta apuesta de la madrileña Finca Prados Moros.
Una de las edificaciones rurales más emblemáticas del sur es la hacienda. En estos espacios, que han sobrevivido al paso del tiempo y se han dedicado durante siglos a controlar el cultivo del olivar, también se celebran bodas. La hacienda es una opción popular entre las andaluzas y suelen contar con varios espacios diferenciados, tanto interiores como exteriores. Como es habitual, por las buenas temperaturas, son muchos los novios que escogen festejar al aire libre y montajes como este en Hacienda Los Miradores son pura inspiración. Mesas altas, luces de verbena, manteles vichy y centros a todo color con flores silvestres son las claves de esta propuesta.
Quienes huyen de lo convencional buscan que sus proveedores rompan con lo establecido. También eligen espacios de boda que en realidad no lo son. Enclaves diferentes o incluso abandonados. Es el caso de escenarios decadentes como el de la imagen que invitan a incorporar velas al montaje y darles protagonismo, como hace Palabra de Eleanor con este diseño de inspiración mexicana y dándole un lugar destacado al naranja y al blanco, tendencia en 2025.
El norte de nuestro país se caracteriza por ofrecer a los novios enclaves espectaculares como los pazos. Son lugares que se funden con la naturaleza que les rodea y que cuentan con una dilatada historia, ligada a familias de la aristocracia o burgueses. Localizaciones como el Pazo de Sergude, que cuidan todo al detalle, incluida la elección decorativa que encaja mejor con sus salones. En esta caso, La bendita flor y Huis Clos Interiorismo se dan la mano en esta propuesta de mesa imperial con bajoplato de mimbre y flores dispuestas en pequeños recipientes.
La magia de la historia traspasa las paredes cuando una pareja decide casarse en un castillo. Este enclave puede acoger tanto la ceremonia como la celebración del 'sí, quiero' y la decoración más apropiada para un entorno que suele tener limitaciones, debe incorporar montajes que sean versátiles y atemporales. Es el caso de los centros con paniculata, una flor económica, pero muy lucida, como los que vemos en esta apuesta que tuvo lugar en El Castillo de Batres. Un camino de mesa casi infinito y en color blanco que se combina con diseños en puntos estratégicos para vestir el espacio.
Un enlace al aire libre, con vistas y buenas temperaturas es lo que ofrece casarse en la playa. Las bodas civiles en clave íntima y relajada, con vistas al mar, ganan fuerza entre los novios que buscan un resultado informal y cercano para este día. Nos inspiramos en Calafat Events, que ofrece estos montajes en las aguas turquesas de Calafat y, para un enlace diferente, apuesta por una zona para la ceremonia con sello bohemio y elementos de aspecto rústico y natural, como dos grandes sillones, y flores en tonos pastel.
Las novias que sueñan con una boda de cuento, marcada por un gran menú y una gran inversión en flor, también se decantan por un escenario que impresione. Los palacios son la opción más habitual en estos casos y en la lista de los más interesantes el Palacio de Galiana ocupa un lugar destacado. Allí descubrimos montajes como este de A toda flor, que busca ser un jardín, combinando manteles de estampado Toile du Jouy con pequeños botecitos de flores de tallo largo, cortinas de luces y portavelas de cristal.
Aunque pueden estar en todo tipo de fincas y grandes espacios de boda, también hay enclaves que únicamente tienen este tipo de naves. Nos referimos a los salones al aire libre con paredes y techo de cristal, que imitan a los invernaderos. Estas salas ofrecen un amplio abanico de posibilidades para quienes las escogen y es difícil no acertar con su decoración. Siempre conviene apostar por una línea silvestre, con verdes con caída o movimiento, que se adecuen al entorno. En Hacienda Saltillo Lasso localizamos esta mesa imperial, sin mantel, pero con camino de mesa y flores sobre el mismo. Hortensias, crisantemos, tulipanes y astromelias se juntan con mandarinas y manzanas y con una instalación colgante con abundancia de eucalipto.
El mejor vino se disfruta el doble si se bebe junto a sus viñedos. Es una experiencia que familiares, amigos y otros invitados pueden agradecer a los novios amantes de los buenos caldos. Por eso las parejas que residen en tierras vinícolas o que se plantean casarse allí, aprovechan las ventajas y vistas de los pagos. En este montaje gestionado por Rossi Landazuri, con flores de Espacios Verdes Logroño, destaca su aire bucólico con los candelabros de plata y la mezcla de frutas frescas (uvas entre ellas) con flores a todo color.
Existen tantos espacios de boda como decoraciones maravillosas para ellos. En los enclaves más especiales, con interiores con historia (museos, antiguas fábricas, silos...), también hay que plantearse qué tipo de decoración es más apropiada. En la Real Fábrica de Tapices, con menú de El Puchero de Plata, optan por sillas en dorado, mesas redondas, manteles neutros y centros altos con un verde como elemento principal: el eucalipto, junto a pequeñas ramas y hojas de magnolio.
Un encuentro entre pasado y presente es lo que posiblemente buscan los novios que se casan en un monasterio. El contraste entre la sencillez de la vida monacal y las imponentes apuestas de decoración nupcial que se diseñan para estas ocasiones, no deja a nadie indiferente. Lo vemos en este montaje en Cartuja de Ara Christi, con lámparas de araña, candelabros de plata, portavelas y caminos florales en tonos otoñales.
Mimetizarse con la relajada vida de pueblo o campo es posible si los novios quieren celebrar su enlace en un caserío. Lo silvestre y lo norteño se encuentran en esta espectacular instalación floral en Caserío Olagorta, en Vizcaya. Una edificación en sintonía con la naturaleza que desde Flores Elorz decoraron con hortensias en tonos verdosos y pasteles. "Esta fue la espectacular decoración de la boda de Pati y Diego ejecutada a las mil maravillas por Flores Elorz. El marco de la parra de la fachada principal del caserío estaba decorado con una guirnalda llena de hortensias para recibir a los invitados", apuntaban desde el espacio.
Los restaurantes también son para las bodas y es que la ubicación de estos establecimientos es uno de puntos fuertes que logra que los novios se decanten por los mismos. Muchos de ellos tienen unas vistas espectaculares de una zona monumental o paisajística, que triunfa en fotografías. Decorar estos espacios no requiere de un gran esfuerzo, pues es de los pocos casos en los que puntúa el propio escenario y menos es mucho más. En la imagen, el restaurante Abades Triana, en Sevilla.
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