Casi 450 marcas participantes —el 82% de ellas internacionales—, 23.500 visitantes de 90 países y un impacto económico de 61,5 millones de euros cierran la mejor edición hasta la fecha de Barcelona Bridal Fashion Week. Al frente de este éxito se encuentra Albasarí Caro, directora de BBFW, quien nos cuenta cómo se ha conseguido posicionar a Barcelona y a España como referentes mundiales en el universo de novia e invitada.
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Barcelona se ha convertido en el epicentro mundial de la moda nupcial. ¿Cuáles han sido las claves para lograrlo?
Llevamos 30 ediciones celebrando este evento y ha sido en la última década cuando realmente se ha consolidado como líder mundial. Yo llevo tres ediciones al frente, pero es fruto de un esfuerzo colectivo. La idea de hacer Barcelona Bridal Night, en la que se trae a un diseñador invitado cada año y que celebrará su décima edición el año que viene, ha elevado nuestra imagen internacionalmente y nos ha posicionado en la cima. Otra de las claves, la cual es la base de todo, son las 450 marcas que forman parte de este evento, así como los buyers (o compradores). La labor de nuestro equipo, tanto en Barcelona como nuestros colaboradores en países como Estados Unidos, Canadá o Australia, también ha sido esencial.
¿Cómo lográis atraer a tantas firmas internacionales a Barcelona?
Nuestra columna vertebral son los compradores. Si ellos están contentos, si encuentran marcas interesantes, frescas y bien seleccionadas, entonces siguen apostando por nosotros. Trabajamos mucho la experiencia de compra, filtramos las marcas para ofrecerles lo que buscan. También realizamos viajes comerciales por el mundo. El año pasado fuimos a Australia, y este año han venido tres marcas australianas que descubrimos allí.
BBFW combina pasarela y feria comercial. ¿Cómo funciona esta doble estructura?
El 10% de las marcas expositivas, unas 44 firmas, desfilan en la pasarela. Esto permite a los compradores ver el producto sobre la modelo, captar la esencia de la marca y utilizar ese material en sus campañas de venta. Pero el plato fuerte está en el trade show, la parte comercial: allí es donde las marcas presentan sus nuevas colecciones y se cierran los pedidos.
También hay una fuerte presencia de firmas españolas. ¿Qué destacarías del made in Spain?
Hemos visto sobre nuestra pasarela marcas consagradas como Yolancris, Isabel Sanchis y Sophie et Voilà —que son pilares a nivel internacional, tanto de novia como de invitada— así como nuevos talentos como Marta Martí, Andrea Lalanza y Mariano Moreno, quien desfiló en París por primera vez en enero, en la alta costura. En España, tenemos una muy buena base tanto de diseño como de producción. Debemos sentirnos muy orgullosos, seguir apoyando a nuestros diseñadores y tenerles en el evento representándonos.
¿Cómo surgió la idea de crear Barcelona Bridal Night?
La idea de aliarnos con diseñadores internacionales muy conocidos surgió para dar visibilidad a BBFW. Es también una manera de perfilar la ciudad y de darle visibilidad. Es el único desfile que hacemos fuera del recinto ferial de Montjuïc y siempre escogemos ubicaciones emblemáticas, históricas y culturales donde pueda brillar la ciudad. Este año fue la Universidad de Barcelona.
En esta edición, la firma invitada ha sido Vivienne Westwood, ¿qué destacarías de su desfile?
El maravilloso homenaje que hizo a Barcelona. Celebramos el desfile en un espacio histórico como la Universidad de Barcelona y la firma hizo referencias a sus jardines de naranjos tanto en la inspiración como en los tejidos. Estamos encantados y muy orgullosos.
La BBFW apuesta por el talento emergente. ¿De qué manera lo fomentáis?
No es solo de cara a la galería; es una apuesta real. Este año, por ejemplo, colaboramos con escuelas de diseño para que estudiantes crearan los accesorios que vimos en el desfile de Vivienne Westwood. Recibieron formación, briefing de la marca, feedback personalizado y la oportunidad de ver sus piezas en un desfile internacional.
Además, esta edición de Barcelona Bridal Fashion Week también celebró la tercera edición de los Barcelona Bridal & Fashion Awards, que reconocen la excelencia en el mundo bridal. Isabel Sanchis, Lorena Formoso e Ines Di Santo se alzaron con los galardones a Mejor Vestido de Novia, Mejor Colección Nupcial y Mejor Colección Red Carpet, respectivamente, y Stella McCartney recibió el reconocimiento honorífico a su trayectoria profesional, consolidando así el papel de Barcelona como capital mundial de la moda nupcial.