ESTILOS MUY DIFERENTES

Las princesas d’Orléans conquistan Le Bal: los looks (y tiaras históricas) que llevaron las tres hermanas en su gran día


Los debuts de Louise, Hélène e Isabelle d’Orléans, en 2019, 2022 y 2025, revelan cómo cada princesa ha llevado la Alta Costura y las joyas familiares al baile más exclusivo de París


Hélène d'Orleans en Le Bal, el Baile de Debutantes, 2022, París.© Alizée de Vanssay
1 de diciembre de 2025 - 13:42 CET

Concebido en 1957 por Ophélie Renouard, Le Bal des Débutantes, el legendario baile parisino que presenta en sociedad a las jóvenes más influyentes del planeta, ha celebrado su edición 2025 en el Shangri-La Hotel —antigua residencia del príncipe Roland Bonaparte y uno de los enclaves más imponentes frente a la Torre Eiffel— con 19 debutantes de 12 países distintos, descendientes de diseñadores de renombre, herederas de grandes fortunas, royals y futuras figuras del arte, las finanzas y la filantropía. Un evento que combina etiqueta del siglo XVIII, Alta Costura, herencia aristocrática y ese glamour cinematográfico que solo París sabe producir. 

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© Le Bal / Borde / Moreau / Bestimage

Este año, todas las miradas convergieron en una familia: las princesas d’Orléans, una de las ramas más destacadas del antiguo linaje borbónico francés. Un apellido que lleva décadas asociado a la historia del evento y que, generación tras generación, sigue brillando en la pista del salón de baile. Este año ha debutado Isabelle d’Orléans, la benjamina, siguiendo los pasos de su hermana Hélène, que lo hizo en 2022 y que este año, además, ha anunciado su compromiso. Y antes que ambas, en 2019, abrió camino la mayor: Louise d’Orléans, recordada por uno de los looks más vibrantes de la última década de Le Bal.

A continuación, analizamos los tres looks, sus joyas históricas y el estilo tan diferente del trío de hermanas que están renovando el estilo aristocrático francés.

© Le Bal / Borde / Moreau / Bestimage

Isabelle d'Orléans: Minimalismo italiano y una tiara familiar 'Belle Époque' 

Con 20 años, políglota, estudiante de Business Administration en ESCP Londres y apasionada del emprendimiento y la filantropía, Isabelle d’Orléans ha debutado este 2025 como la nueva representante de la casa de Chartres en Le Bal. Lo ha hecho siguiendo la tradición familiar: con su hermano, el príncipe Constantin d’Orléans, como cavalier, igual que acompañó a Peyton Spaht en la edición anterior.

Para la noche más fotografiada de su vida, Isabelle eligió un diseño entre blanco marfil y rosa empolvado, palabra de honor y de líneas puras, firmado por el italiano Antonio Grimaldi, con detalles en el cuerpo, apliques de cristal y pequeñas tachuelas que evidencian su toque Gen Z. Un vestido minimalista, de inspiración princesa y elegante, cuya sobriedad parecía calculada a propósito para permitir que la joya protagonista —la tiara— acaparase toda la atención. 

© ©Le Bal / Borde / Moreau / Bestimage

Y es que sobre su recogido se alzaba una de las joyas más impresionantes del patrimonio familiar: la tiara d’Orléans, una creación Belle Époque de Garrard (c. 1905), con más de 1.000 diamantes engastados en motivos florales y volutas. Fue originalmente propiedad de la princesa Louise d’Orléans, bisabuela de Isabelle y tatarabuela del rey Felipe VI de España. Posteriormente pasó a su hija, la princesa María de la Esperanza. Una tiara histórica y de museo, que rara vez sale del joyero familiar, y que encontró en la sofisticación del look de Isabelle su marco perfecto. Un debut impecable, moderno y royal a partes iguales.

© Alizée de Vanssay

Hélène d'Orléans: Romanticismo y una tiara transformada en collar 

Cuando Hélène d’Orléans debutó en 2022, Le Bal vivía una edición especialmente mediática: entre las debutantes estaban Leah Isadora Behn, Natasha Connery, las nietas de Henry Ford y descendientes de dinastías europeas. Ese año, además, el baile recaudó fondos para la Association pour la Recherche en Cardiologie du Fœtus à l'Adulte del hospital Necker y para la ONG World Central Kitchen.

© Le Bal /Jacovides/Borde/Moreau/Bestimage

Con solo 21 años, estudiante de Matemáticas en Durham, activista en causas de sostenibilidad y salud mental y muy unida a su familia, Hélène llegó al Shangri-La del brazo de su hermano, el príncipe Philippe d’Orléans, en uno de los looks más recordados de su edición. Eligió un vestido del mismo tono cambiante que su hermana Isabelle, cargado de aplicaciones y bordados florales, del diseñador libanés Georges Hobeika. Un diseño de manga larga, escote cuadrado, con cinturón dorado, romántico y etéreo, perfecto para la estética de la princesa. 

© Alizée de Vanssay

Pero lo más comentado fue su joyería: Hélène llevó una pieza de Boucheron Art Déco, originalmente propiedad de Lady Anne Norman, subastada en Christie’s en 2018. La particularidad es que la princesa decidió llevarla como collar, aunque la pieza puede transformarse también en tiara. En cuanto al pelo, llevó un semirecogido, con un moño pulido.

Hoy, la princesa vive en Lisboa, trabaja como data analyst y acaba de anunciar su compromiso con Francisco Sottomayor Quinta, piloto de TAP. El anillo, creado por su padrino Laurent de Chavagnac, incluye una esmeralda rodeada de diamantes y zafiros, reforzando su vínculo con la misma estética delicada que mostró en su debut.

© Oleg Covian

Louise d'Orléans: De rojo y con una tiara de flor de lis

En 2019, cuando el mundo aún no imaginaba la pausa que llegaría después, Louise d’Orléans se convirtió en una de las debutantes más llamativas de su año. Llegó acompañada de su cavalier, el príncipe Philippe-Emmanuel de Croÿ-Solre, con un look memorable: vestido rojo intenso de Giambattista Valli Haute Couture, con mangas capa y una falda drapeada. Optó por lucir el pelo suelto ondulado y una tiara diseñada especialmente para ella.

© Tim Griffiths

La joya fue uno de los grandes titulares del evento: una tiara de oro blanco y amarillo con 29,92 quilates de diamantes, creada por la firma Harakh. En su diseño se incorporó una flor de lis, símbolo heráldico de la monarquía francesa y emblema de la casa de Orléans. Su valor estimado rondaba los 187.000 dólares, a lo que se sumaban unos pendientes de diamantes de 22.000 dólares. Louise fue acompañada por el príncipe Philippe-Emmanuel de Croÿ-Solre, y su aparición consolidó a la familia de Chartres como una de las más fotografiadas del baile.

© Yunling Fang

Tres propuestas diferentes, pero unidas por un mismo hilo: la herencia, el linaje y un joyero que combina siglos de historia con la modernidad del París más deslumbrante. Con cada nueva generación, la familia d’Orléans reafirma su vínculo con Le Bal, haciendo de su presencia una tradición intergeneracional que sigue capturando la imaginación del público.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.