La felicidad se ha instalado en casa de Malena Costa y Mario Suárez y, como suele ocurrir en estas historias, el estilo ha encontrado su propio hueco. La pareja espera su tercer hijo —o mejor dicho, hija, como ha confirmado la modelo con esa naturalidad que siempre la ha caracterizado— y el anuncio ha llegado acompañado de una pequeña sorpresa para quienes siguen su evolución en redes. Malena, que está ya de cinco meses, ha compartido un resumen de sus looks de octubre y noviembre. Vestirse en pleno embarazo puede ser un desafío, pero también una oportunidad para redefinir el armario sin renunciar a lo que funciona. Y en su caso, funciona casi todo.
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La modelo, que prevé dar a luz en abril, atraviesa un embarazo que está yendo “superbién”, según ha contado, sin náuseas pero con un apetito más que dispuesto a recordar que este es un cuerpo en plena transformación. Sus hijos, Matilda (9 años) y Mario (8), han sido los primeros en enterarse —lo supieron el mismo día del test, durante unas vacaciones familiares en Mallorca— y están, en palabras de su madre, “como locos” con la llegada de una hermana. Con semejante atmósfera de ilusión, no sorprende que su vestuario transmita esa mezcla de comodidad y estilo que muchas embarazadas intentan alcanzar sin perderse a sí mismas.
Vestido floral y la regla de oro del embarazo: marcar la tripa cuando aún es pequeña
Malena siempre ha tenido debilidad por los vestidos de aire bohemio: estampados florales, cortes femeninos y tejidos que acompañan sin oprimir. Durante este embarazo los está utilizando como su mejor aliado. Cuando la tripa aún no es demasiado grande —esa etapa en la que muchas mujeres dudan entre ocultarla o marcarla— ella se decanta por lo segundo. El resultado es un look que celebra su nueva silueta sin aspirar a disimular nada. Además, con botas cowboy, un básico para ella, consigue equilibrar el romanticismo del vestido con un punto práctico que la acompaña desde hace años.
Mini vestido + abrigo 'oversize': la combinación que siempre funciona
En una cita reciente con su marido, optó por un vestido corto y ajustado que dejaba que el volumen natural del embarazo hiciera su propio trabajo, y lo combinó con un abrigo oversize. Este dúo es un clásico no escrito del armario premamá de otoño e invierno: el vestido marca lo esencial, el abrigo abriga (mucho) y, sobre todo, es una prenda que se puede llevar antes, durante y después del embarazo sin tener que pensar demasiado. De nuevo, botas altas como calzado de confianza.
Cinturón sobre la tripa: un gesto fácil que cambia el look
En otra de sus imágenes aparece con uno de esos trucos que parecen mínimos, pero funcionan: colocar un cinturón justo por encima de la tripa. Este gesto, que muchas estilistas recomiendan, define la silueta sin apretar y devuelve algo de estructura al conjunto. Malena lo combina con un abrigo de borrego, probablemente la prenda más útil cuando bajan las temperaturas y el cuerpo pide evitar el frío a toda costa.
Total look 'denim': el uniforme de los días sin complicaciones
No todo tienen que ser vestidos. Uno de sus looks más comentados es el total denim: camisa vaquera, jeans, zapatillas blancas y una camiseta con mensaje (“Vive la vida”). Un look que encaja perfectamente con el estilo natural y casual de la modelo. El vaquero, si el tejido tiene algo de elasticidad, es un comodín para los días en los que la agenda manda más que el cuerpo.
'Gym look' sin complejo: seguir activa también es estilo
La modelo continúa entrenando y lo comparte sin filtros: top deportivo, leggings y la naturalidad de quien no necesita justificar su rutina. Para muchas embarazadas, ver a otras mujeres mantenerse activas les recuerda que el movimiento es un aliado, no una obligación.
Su marido, la maternidad y una complicidad que se nota
Doce años después de aquel flechazo en 2012, Malena y Mario siguen hablando de su relación con una mezcla de sinceridad y admiración que pocas parejas públicas conservan. Ella resume su fórmula en algo tan humano como combinarlo todo: vida juntos, vida por separado y ganas genuinas de coincidir. Él reconoce que sigue igual de enamorado que el primer día.
Quizá por eso este embarazo se vive con tanta serenidad. Se saben preparados para ser familia numerosa, aunque aún no tengan el nombre decidido —solo saben que empezará por “M”, siguiendo la tradición familiar— y se permiten implicar a sus hijos en la elección.
Mientras llega abril y la nueva hermana, Malena continúa compartiendo su día a día con la naturalidad de siempre. Sus looks, más que una guía de estilo premamá, son la prueba de que la moda no es incompatible con los cambios del cuerpo. Solo necesita honestidad, comodidad y un par de trucos que funcionan. Ella ya los ha puesto sobre la mesa.