El 26 de noviembre de 2025, todo el mundo esperaba con impaciencia la publicación de los nuevos retratos de los Reyes. Se trataba de unas fotografías sin precedentes que había encargado el Banco de España y que pudieron admirarse en la exposición La tiraría de Cronos. En ellas, podíamos ver al rey Felipe VI y la reina Letizia posar de forma sublime frente al objetivo de la prestigiosa fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, la cual, actualmente, es la protagonista de la nueva exposición organizada por Marta Ortega en el Centro de la Fundación MOP.
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Un aniversario muy esperado
Aprovechando el primer aniversario de la publicación de estas fotografías que parecían pintadas sobre lienzo vamos a recordar el inolvidable look que llevó doña Letizia y en el que no solo llevaba joyas históricas, sino también moda española de un creador español que revolucionó la moda con su ingenio y que traspasó nuestras fronteras, conquistando París y al mundo entero. Hablamos de Cristóbal Balenciaga. Natural de Guetaria, el guipuzcoano llegó a ser definido por Christian Dior como “el maestro de todos nosotros” y la Reina no pudo estar más acertada con su elección personal, siguiendo las recomendaciones del Banco de España, que señaló que no llevara un estilismo visto en retratos oficiales previos, y de la propia fotógrafa estadounidense, que pidió que vistieran de gala.
Un vestido y una capa de Cristóbal Balenciaga
Dos son las creaciones de Cristóbal Balenciaga que luce la reina Letizia en esta fotografía y ambas forman parte del catálogo de creaciones del vasco que tienen en la Fundación Antoni de Montpalau. “Para la fundación, es un hecho importante y un reconocimiento a nuestra labor en la promoción, recopilación y el estudio de la moda española esta selección”, precisó a ¡HOLA! un contundente Josep Casamartina i Parassols, director, cofundador y vicepresidente de esta entidad.
Por un lado, doña Letizia porta un elegantísimo vestido negro, que está confeccionado en tul de seda plisado con fourreau de faya de seda, que se ciñe a la figura con un cuerpo tipo corsé de elegante escote palabra de honor. Además, este diseño, que data de 1948 aproximadamente, presentaba el bajo de la falda en corte sirena muy fluido y voluminoso.
Tal maravilloso vestido perteneció a Maria Junyent, sobrina del pintor, escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyet, que eran vecinos del taller barcelonés que tenía Balenciaga. Y como precisaron a ¡HOLA! hace un año desde la Fundación Antoni de Montpalau, fue su hijo, Oleguer Armengol Junyent, quien les donó este diseño.
Desde que fue donado, el vestido se pudo admirar al detalle en diferentes exposiciones. De este modo, todos pudieron percibir su delicadeza en las muestras La Edad de Oro de la Alta Costura en el Museo del Traje de Madrid (2010-2012), Barcelona Alta Costura (2010-2011) en el Palau Robert de la Ciudad Condal y Balenciaga y la Alta Costura en Barcelona (2013-2014) en el Cristóbal Balenciaga Museoa de Getaria.
El recuerdo a la boda de don Juan Carlos y doña Sofía
Por otro lado, y en contraste con el color negro de su vestido, doña Letizia luce, descansando sobre sus brazos a modo de chal, una majestuosa capa de gala en seda tafetán en color rosa, que fue creada en el taller de Balenciaga en Barcelona en 1962. Esta creación formó parte de un conjunto que se hizo la condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, para la boda de don Juan Carlos de Borbón y doña Sofía el 14 de mayo de 1962. Fue donada a la Fundación Antoni de Montpalau por Carmen de Robert Ferrer-Cajigal.
Al igual que el vestido, la capa también fue expuesta en distintas muestras. De este modo, formó parte de la exposición Balenciaga y la pintura española del Museo nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, del 18 de junio al 22 de septiembre de 2019. En esta exhibición, que vinculaba al modisto vasco con la tradición de la pintura española de los siglos XVI y XX, se mostraba junto al cuadro Santa Casilda de Francisco de Zurbarán. Previamente, se pudo ver de cerca en la exposición Reines per un dia en Barcelona Bridal Fashion Week 2018.
No faltó su anillo de Coreterno
La magnitud y trascendencia de esta fotografía de Annie Leibovitz merecía también unas joyas especiales y con gran valor tanto histórico como personal. De hecho, doña Letizia quiso mostrar en su mano izquierda el anillo de Coreterno (1.300 euros) que tiene desde el 6 de junio de 2023. Desde ese día, no se separa de él y esta no iba a ser motivo de dejarlo en su joyero. Confeccionado en oro macizo de 18 quilates, esta creación italiana tiene una inscripción externa en la se lee “AMOR CHE TUTTO MOVE” (“EL AMOR LO MUEVE TODO”), una cita inspirada en la última línea de la obra La Divina Comedia (1312) del florentino Dante Alighieri. Sin embargo, no es el único mensaje que puede leerse, pues dentro se escribe “AS LONG AS I’M EXISTING YOU WILL BE LOVE” (“MIENTRAS EXISTA, SERÁS AMADA”), que hace referencia a una antigua balada inglesa de la Edad Media.
Los pendientes de chatones de Victoria Eugenia
Por otro lado, también luce joyas históricas y, en concreto, de las denominadas del lote de pasar. Así podemos ver que porta los pendientes de chatones que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia de Battemberg. Estos son un par de diamantes en talla orla montados en garra y rodeados de piedras más pequeñas. No era la primera vez que los incluía en un look y es más, también se los vimos a doña Sofía en numerosas ocasiones. Esta última se los prestó a la infanta Cristina para que los luciera el día de su boda.
Un collar del lote de pasar
También del lote de pasar, es decir, aquel que recibió la reina Sofía cuando el rey Juan Carlos ascendió al trono, doña Letizia mostraba uno de los collares de chatones que también perteneció a la reina Victoria Eugenia y que se obtuvo de uno de los collares de Ansorena que Alfonso XIII le regaló para su boda el 31 de mayo de 1906 con 30 chatones y valorado en aquel entonces por 175.000 pesetas. Tras ampliarse, poco a poco, con más diamantes que regalaba el Rey, la joya llegó a ser tan larga que se modificó para obtener dos collares de él. El que muestra la Reina en las fotos de Annie Leibovitz lo llevó por primera vez el 22 de octubre de 2019 en el Palacio Imperial de Tokio durante la entronización del emperador Naruhito de Japón. Al igual que ella, también se lo hemos visto a la reina Sofía.
