Cheltenham es, año tras año, uno de los escenarios donde Zara Tindall demuestra por qué sigue siendo uno de los rostros de la realeza británica más vinculados a la tradición ecuestre. Hija de la princesa Ana y olímpica en equitación, la royal de 44 años vive los días de carreras como citas imprescindibles en su agenda, y su presencia en el ‘Super Saturday’ del November Meeting ha vuelto a confirmarlo. Tras haber lidiado la jornada anterior con el viento y la lluvia de la tormenta Claudia, Zara ha reaparecido bajo un clima más amable y con un look que ha sorprendido por su minifalda de cuero, sus botas altas y su tocado con lazo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Un estilismo en azul vibrante que transmite fuerza y elegancia
Para la ocasión, Zara ha apostado por una armonía de azules que funciona a la perfección. La pieza protagonista ha sido un abrigo en tono royal blue de Karen Millen, confeccionado en lana italiana y con un corte midi estructurado. Debajo, la royal ha optado por un jersey de cuello vuelto en azul marino, una prenda cálida y clásica que equilibraba la intensidad del abrigo.
Aunque el diseño tapa gran parte del conjunto, se ha dejado entrever uno de los detalles más interesantes del look: una mini falda de cuero negra de Hobbs, un guiño moderno y atrevido, poco común entre la realeza británica. El toque final llega con unas botas altas negras de Fairfax & Favor, otro diseño que sorprende por su vinculación con las tendencias y por ser un calzado que no solemos ver en actos de este tipo.
Accesorios cuidados al milímetro
Los accesorios han sido, una vez más, clave en su estilismo. Zara ha elegido un tocado de Bee Smith, perfectamente coordinado con su abrigo, y lo ha acompañado con guantes de cuero y un elegante bolso acolchado con cadena dorada de Aspinal of London, una de sus firmas favoritas. En cuanto a las joyas, ha elegido unos pendientes nuevos de Van Peterson, un diseño en forma de gota con labradorita y baño dorado que no había lucido antes en un acto público. Discretos pero llamativos, aportan luz al look y completan el conjunto.
Según la estilista y experta en color Constance Richardson, la elección de este tono vibrante no es casual: el azul royal transmite confianza, autoridad calmada y credibilidad. Tres atributos que Zara suele proyectar en sus apariciones oficiales, especialmente en contextos tan ligados a su trayectoria deportiva como Cheltenham.
Protagonista en la entrega de premios
Durante la jornada, Zara ha sido fotografiada presentando un premio al jockey James King, ganador del Debenhams Amateur Jockeys’ Handicap Chase. La royal ha sonreído ampliamente mientras hacía entrega de una botella de champán, un momento capturado junto al hijo del jinete, que parecía tan emocionado como su padre.
A pesar de las duras condiciones climatológicas de los días previos y del deterioro de la pista, Zara mantuvo su presencia habitual en el evento, demostrando una vez más su vínculo con el mundo ecuestre y su compromiso con Cheltenham, una cita que nunca se pierde.
Moda contra las tormentas
La aparición del día anterior, marcada por las ráfagas de viento que casi le arrebatan el sombrero, contrasta con su imagen del ‘Super Saturday’. En esta ocasión, con el clima a su favor, Zara ha mostrado la versión más pulida de su estilo: una combinación de funcionalidad, tendencia y savoir faire británico.
Zara Tindall se ha consolidado como una de las royals más sencillas de su generación, capaz de alternar vestidos florales de Ascot con looks urbanos, prendas de cuero y abrigos como el de Cheltenham.