El pasado 15 de agosto, Jennifer Lawrence cumplía 35 años. Y lo hacía demostrando que, en cuanto a términos de moda, ella sabe reinterpretarse y adoptar nuevos estilos, como demostró a su paso por el Festival de San Sebastián el pasado mes de septiembre. Para la estadounidense, que se encuentra de promoción de la película Die, My Love de Lynne Ramsay, atrás quedan los looks más fieles al glamour clásico de Hollywood, para dar paso a combinaciones inesperadas y volúmenes atrevidos. El último ejemplo de esta evolución nos llega desde el Festival de Cine de Roma, que se celebra estos días en Italia.
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Del minimalismo a la transgresión
Si echamos la vista atrás, es imposible no pensar en su faceta más minimalista que le acompañó a comienzos de los 2010. Ella, de la mano de la casa Dior, tendió la mano a vestidos pulidos, muy refinados y con escotes palabra de honor, como el diseño blanco que lució cuando ganó el Oscar como mejor actriz en 2013 por su papel de Tiffany Maxwell en la película El lado bueno de las cosas. Ahora, en Roma, vemos que Jennifer Lawrence no pierde de vista las creaciones de mítica casa francesa, pero, ahora, se convierte en musa de la nueva estética que acompaña a la firma tras la incorporación de Jonathan Anderson como su nuevo director creativo.
Un top tipo sudadera y zapatos con plumas
El diseñador británico, de 41 años, llegó a Dior para dar un giro a su imagen, pero sin perder los referentes de la firma como la estética New Look o sus icónicas chaquetas Bar. Sin embargo, los looks de su primera colección femenina para la firma (Primavera/Verano 2026), que presentó en octubre en París, evidenciaban unos cortes inesperados, mezclas poco convencionales y mucha transgresión.
Y así queda patente en el look que ha llevado de estas novedades la actriz Jennifer Lawrence en Roma. En concreto, ella opta por un innovador conjunto que mezcla glamour con acabados deportivos, pues la pieza muestra un cuerpo tipo sudadera de lana, con puños y escote de satén, y falda de gasa en diferentes volúmenes y bordados de lunares al tono. También de esta colección son sus modernos salones negros con el empeine cubierto de plumas a modo de gran lengüeta.
Unos pendientes de 15.000 euros
Para conseguir un look de alto impacto, Jennifer Lawrence cuidó al detalle las joyas elegidas y también jugó con la innovación. Por un lado, llaman especialmente la atención sus pendientes con triple aro, con diamantes engastados con un juego de diamantes de talle brillante redonda y un juego de diamantes de talla carré, en un engaste de estilo georgiano tallado y con oro blanco ennegrecido de 18 quilates y oro amarillo. Estas creaciones de Jessica McCormack son una pieza lujosa, pues alcanza el valor de los 15.000 euros. También vemos que lleva dos ear cuff (uno en cada oreja): un diseño con onyx de Sophie Buhai (328 euros) y otro con pavé de diamante en plata de ley de Otiumberg (138 euros). Culmina su estilismo con el reloj PrimaLuma Moonphase de Longines (5.700 euros).