Cala Moragas siempre soñó con trabajar en el mundo de la moda. Se graduó en Fashion Business en el FIT (Fashion Institute of Technology) de Nueva York y actualmente está centrada en su carrera de modelo.
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Hizo sus pinitos posando para algunas campañas, pero, gracias a un vídeo viral de TikTok, durante un viaje a Venezuela, hace un mes fichó por la agencia Ford Models y su carrera despegó como un cohete: acaba de subirse a la pasarela de Isabel Marant, en París, y el fin de semana anterior abrió el desfile de Versace, en Milán.
"En unos años, me encantaría tener mi propia marca o mi propio proyecto, algo en lo que yo sea la jefa. Quiero construir algo que sea mío", confiesa. Vive junto a su hermana Gigi, de 24 años —uno menos que ella—, en la Gran Manzana, donde se mudaron cuando nombraron a su padre, Jorge Moragas, embajador ante la ONU.
Aquello fue tras su etapa como director de gabinete de la Presidencia del Gobierno y secretario de Estado con Mariano Rajoy. "Yo tenía 17 años y Gigi, 16. Fuimos a un internado en Connecticut y los fines de semana los pasábamos en Nueva York", recuerda de aquella época.
Cala, de 25 años, acaba de desfilar para Versace e Isabel Marant y sueña con crear su propia firma de moda, y Gigi, de 24, lidera un equipo de diez personas en una fintech
Al igual que su hermana mayor, Gigi ha heredado el estilo, la belleza y el espíritu emprendedor de su madre, la diseñadora de bolsos Paloma Tey. Pero lo suyo son los negocios.
Tras estudiar International Business en Georgetown University, Washington, "ahora trabajo en Ramp, una fintech (empresa de tecnología financiera), en el departamento de desarrollo, donde lidero un equipo de diez personas", nos cuenta. Dueña de un estilo effortless, como su hermana, "en paralelo, estoy construyendo una nueva compañía en el espacio financiero con un co-founder que conocí en Ramp", añade.
¿Cómo es un día en vuestra vida?
GIGI: Mi día a día es bastante intenso, pero estimulante: suelo ir a la oficina casi todos los días, tengo una agenda llena de reuniones estratégicas y dedico tiempo también a avanzar con mi propio proyecto.
CALA: Depende. Mi vida ha cambiado bastante en las últimas semanas, porque ahora soy modelo. Eso hace que cada día sea distinto. Antes, mi rutina era más estable: iba a la universidad una o dos veces por semana (el resto era online) y hacía prácticas en Loewe y Brunello Cucinelli. Ahora no hay un día "normal", porque todo cambia, pero básicamente voy a castings, me reúno con fotógrafos para hacer sesiones y, poco a poco, voy sacando distintos trabajos relacionados con la moda.
"El puesto más difícil"
Uno de los más recientes, abrir el desfile de Versace. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue algo totalmente inesperado. Es el puesto más importante y el más difícil; jamás lo habría imaginado. Solo participar en el desfile de Versace era un sueño, pero cuando me dijeron que iba a abrirlo, pensé: "¿Por qué yo?". Fue un shock enorme. Además, éramos 76 modelos, lo cual es muchísimo. La experiencia fue increíble. En Milán conocí al diseñador Dario Vitale y al equipo, hice el walking para ellos y al poco tiempo me confirmaron para el show.
Dos días antes, empecé con los fittings y ensayos. Fue entonces cuando me dijeron que abriría el desfile, y tanto yo como mi agente y la agencia entera estábamos en shock. El día del show, como era la primera en salir, tenía que memorizar bien el recorrido, porque el venue era enorme y podías perderte fácilmente. Fue intimidante, pero al mismo tiempo me sentí muy segura. Abrir el desfile de Versace ha sido, sin duda, una de las experiencias más emocionantes de mi vida.
¿Qué viene ahora en tu carrera?
Después del show de Versace viajé a la Semana de la Moda de París, donde desfilé para Isabel Marant, que es una de mis marcas favoritas. Que todo esté ocurriendo tan rápido y a esta escala me parece increíble. Estoy muy agradecida porque creo que el equipo de Ford y mi agente, Paul, son cracks absolutos, y gracias a ellos todo está pasando de forma tan emocionante y positiva.
¿Qué es lo que más te gusta de tu vida?
Me encanta la fotografía, el cine y el styling. Me inspiro mucho en el armario de mi abuela en Barcelona: paso horas probando looks y de ahí nacen la mayoría de mis outfits. También disfruto muchísimo viendo películas y series, es uno de mis planes favoritos.
"Cuando mi padre era jefe de gabinete de Mariano Rajoy, recuerdo que trabajaba muchísimo y lo veíamos poco, pero llevaba la presión increíblemente bien. Podía con todo"
¿Y lo qué es lo que más os gusta de vivir en Nueva York?
C. ¡La gente! Hay personas de todos lados, es un mix muy internacional. Es una ciudad muy impredecible, nunca sabes lo que te va a pasar. Entiendo por qué tanta gente quiere mudarse aquí: hay oportunidades infinitas y un gran optimismo en torno a la idea de tener éxito. Además, me sorprende lo poco común que es la envidia: si alguien ve potencial en ti, lo normal es que te ayude en lugar de intimidarse.
G. A mí lo que más me gusta es que no hay una mentalidad de escasez. Puedes tener una idea ambiciosa, incluso radical, y nadie te mira como si estuvieras loca.
¿Regresáis a España con frecuencia?
C. Normalmente vamos dos veces al año, en Navidad y en verano, que solemos ir a Menorca, Barcelona, Madrid o al norte de España. En mi caso, ahora voy más porque paso mucho tiempo en Barcelona.
G. Yo también voy a veces a la Feria de Sevilla, con mis amigas.
¿Qué es lo que más echáis de menos de España?
C: La comida y los precios. Nueva York es carísimo y la calidad de los alimentos en supermercados deja mucho que desear. Los tomates saben a sandía y la sandía sabe a agua. También echo de menos tener a mi familia cerca, aunque en Nueva York, como casi nadie tiene a su familia aquí, los amigos acaban convirtiéndose en tu familia, y eso también es muy emocionante.
"Nos reímos muchísimo"
¿Qué recuerdos tenéis de los años en los que vuestro padre estaba en política?
C. Cuando mi padre era jefe de gabinete, recuerdo que trabajaba muchísimo y lo veíamos poco, pero llevaba la presión increíblemente bien. Era muy activo, podía ser social, ir a cenas, estar con nosotras y al mismo tiempo cumplir con su trabajo. Llegaba a todo. Después, cuando fue nombrado embajador, vivimos con él un año en Nueva York. Tras el cambio de gobierno, se trasladó a Filipinas, pero yo me quedé en Nueva York y Gigi estuvo allí con ellos un año, antes de empezar en Georgetown.
G. Coincido con Cala, llevaba la presión con muchísima calma y, además, es un gran narrador. Tiene una forma magnética de contar historias.
"Yo soy muy de controlarlo todo y de estresarme, y Cala, en cambio, vive más en el presente y no se come la cabeza. Me equilibra"
¿Qué es lo que más valoráis la una de la otra?
C. Que compartimos el mismo sentido del humor. Nos reímos muchísimo juntas y cualquier experiencia, por aburrida que sea, con ella se convierte en divertida. También admiro lo lista que es y lo bien que me entiende. Nunca me siento sola gracias a ella.
G. Yo soy muy de controlarlo todo y de estresarme, y Cala, en cambio, vive más en el presente y no se come la cabeza. Me equilibra. Es mi "partner in crime" y juntas tenemos una dinámica muy complementaria.
¿Tenéis alguna anécdota curiosa de vuestra infancia o adolescencia?
C: Un recuerdo bastante impactante fue un viaje con mi familia a Galápagos. Estábamos buceando y a Gigi le mordió una foca. No fue una anécdota divertida, pero sí muy inesperada y fuerte: verla llena de sangre fue un shock. Incluso tenemos fotos de ese momento. Es de esas experiencias que nunca se olvidan.
G: ¡Fue surrealista! Nos asustamos mucho pero ahora lo recordamos con muchas risas.
¿Sois muy aficionadas a viajar?
C: Sí, nos encanta viajar. En Nueva York siempre surgen planes y oportunidades para hacerlo, así que solemos apuntarnos. Intentamos viajar juntas porque nos lo pasamos mejor. A veces, incluso nos da FOMO salir de Nueva York, porque los fines de semana aquí son muy divertidos, tanto que a veces preferimos quedarnos.
G: La verdad es que sí, viajamos mucho y casi siempre juntas.
¿Cuál ha sido el viaje más memorable que habéis hecho hasta ahora?
C: En mi caso, Venezuela con mi amiga Blanca Soler. Fue impresionante porque nunca me imaginé ese país así. Además, el vídeo que subí a TikTok de ese viaje fue el que se hizo viral y gracias al cual mi agente de Ford me descubrió y me contrató. Vimos el Salto del Ángel desde un helicóptero, y ha sido probablemente la vista más impresionante que he tenido en mi vida.
G: Mi viaje a Colombia con mis amigos de Georgetown, porque estuvimos casi diez días y vimos de todo: desde selva hasta playa. También guardo un recuerdo muy especial de cuando fui a Tanzania a ver a mi padre. Estuve veinte días, hicimos un safari y pasamos tiempo en la playa. Fue impresionante.
¿Un destino soñado?
C: Me encantaría ir a Cuixmala, un hotel en la costa del Pacífico en México, cerca de Careyes. Es un lugar increíble, con animales importados de África que conviven en un ecosistema único. Allí puedes montar a caballo entre cebras, hacer avistamiento de ballenas y de delfines (mi plan favorito) o recorrer la selva en quad. Es un hotel de ensueño y un destino que tengo muy presente.
G: En mi caso, la Antártida. También me encantaría ir en el Golden Eagle Train desde Rusia hasta China.
¿Cómo describiríais vuestro estilo?
C: Diría que bastante effortless. Prefiero tonos neutros (marrones, negros, blancos, beige, verde oscuro, azul marino) y no muchos colores. Me encantan los jerséis, las faldas cortas, pantalones cortos, botas altas y camisas. Para mí la clave está en que sea natural, sin que parezca forzado.
G: Parecido al de Cala, effortless, pero con un punto más clásico y desapercibido.
¿A quién consideráis un icono de estilo?
C: Kate Moss, especialmente en sus looks de noche. También Jane Birkin y Carolyn Bessette, que me inspiran mucho para el día a día. Todas comparten esa estética effortless que intento reflejar en mi estilo.
G: Amber Valletta en los años 90 y Lee Radziwill de joven
¿Dónde os veis en 10 años?
C: Me imagino con mi propio proyecto, probablemente una marca de ropa o maquillaje, trabajando en ello full time. También me encantaría dirigir cine, anuncios o comerciales. Es un sueño ambicioso, no sé si llegaré, pero me ilusiona mucho la idea de hacerlo algún día.
G: Liderando mi propia compañía financiera, construyendo puentes de liquidez e innovación entre Europa y EE.UU., y democratizar el acceso a herramientas financieras que antes estaban reservadas sólo a unos pocos.