París en octubre tiene su propio ritual. En la capital de la moda, donde los trajes boxy y los tonos neutros dominan esta temporada, Sofía Vergara ha aparecido con una respuesta clara: sí al traje, pero con corsé y escote pronunciado. ¿Minimalismo? Solo hasta cierto punto. En el front row de Victoria Beckham, la actriz colombiana ha recordado que la sensualidad también sabe hablar el idioma de la sastrería.
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El look elegido jugaba con esa dualidad. Un traje blanco de seda satinada, de caída ligera, compuesto por blazer y pantalón ancho de pinzas. Hasta ahí, la sobriedad parisina. Pero la clave estaba debajo: un corsé negro, ajustado y con escote pronunciado, que funcionaba como un punto de exclamación en medio de la ecuación. El contraste entre la pureza del blanco y la intensidad del negro convirtió el conjunto en un manifiesto personal: la sastrería no tiene por qué ser neutra, tampoco tiene por qué diluir la feminidad.
El front row no solo fue territorio de Sofía Vergara. Junto a ella se dejaron ver otras actrices como Eva Longoria y Olivia Munn, consolidando la escena como una reunión de poder femenino en el mundo del entretenimiento y la moda. Además, la actriz colombiana aprovechó para capturar momentos junto a Anastasia Soare, CEO de Anastasia Beverly Hills, y con la influencer y empresaria Isabela Rangel Grutman, reforzando su conexión con referentes tanto de la industria de la belleza como de la moda.
Victoria Beckham, a punto de estrenar su serie en Netflix, lleva tiempo explorando justo esa idea desde otro ángulo. En las últimas temporadas, ha hecho del traje su uniforme, con blazers estructuradas y pantalones amplios que parecen desprenderse de la rigidez tradicional. Su colección primavera-verano 2026, presentada en París, fue un ejercicio de memoria: camisetas recortadas, piezas masculinas reinterpretadas y slip dresses que recordaban la adolescencia de la diseñadora. Un relato de juventud transformado en lenguaje adulto. Sofía Vergara, con su estilismo, parecía dialogar con esa narrativa: apropiarse del traje, pero desobedecerlo con un corsé que lo quiebra y lo resignifica. La melena suelta y lisa, su marca registrada, y un maquillaje en tonos tierra completaron el look.
Más allá del front row, la elección de Sofía no es un gesto aislado. A sus 53 años, la actriz atraviesa un momento profesional que ha redefinido su imagen. Tras años de asociarse a la comedia en Modern Family, en 2024 sorprendió en Griselda, la serie de Netflix donde interpretó a la narcotraficante Griselda Blanco. Una apuesta dramática que mostró otra faceta de su carrera y la consolidó como una intérprete con más registros de los que muchos sospechaban. En paralelo, su estilo ha seguido siendo coherente: siempre sensual, siempre seguro.
En la Semana de la Moda, la pasarela y el front row forman parte del mismo espectáculo. Y si el desfile de Victoria Beckham hablaba de reinvención y de reconciliación con su propio pasado —una diseñadora que ya se siente cómoda revisitando sus años de Spice Girl—, Sofía Vergara ofrecía su propia versión de esa idea: tomar un traje blanco impecable y romperlo con un corsé negro, tan teatral como eficaz.