A Inés Domecq no hay reto que se le resista ni límites que frenen su creatividad. Sus diseños conquistan por igual a todas las mujeres, de cualquier edad, incluidas las de la generación Z, como su sobrina Patricia Sainz de Vicuña, que en este reportaje ejerce de modelo junto a la diseñadora. Ella fue también una de las protagonistas del espectacular desfile que, con motivo del quinto aniversario de su firma, organizó la jerezana en el palacio de Liria hace unos días, donde presentó su nueva colección, IQ Runway.
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Inés, que compagina su faceta creativa con la de productora de reportajes, ejerce, además, de madre de dos niños: Sol, de catorce años, y Alfonso, de doce, nacidos de su matrimonio con Javier Martínez de Irujo, marqués de Almenara. Él, nos dice la aristócrata, ha sido una de las personas fundamentales en su evolución como diseñadora.
—Inés, cinco años y, supongo, un sueño cumplido. ¿Cuándo empezó a rondarte la idea de crear tu propia firma de moda?
—La verdad es que fue algo muy natural. Siempre he tenido inquietud creativa y una manera muy personal de entender la moda. Hace cinco años se dio la oportunidad y me lancé, rodeada de un equipo maravilloso que me ha acompañado desde el principio. Sin ellos, este sueño no tendría forma.
—Has celebrado este aniversario con un desfile muy especial, en Liria, la casa de tu familia política. ¿Para ti era importante celebrarlo en este escenario tan emblemático?
—Sí, muchísimo. El palacio de Liria tiene un valor histórico y emocional enorme. Poder celebrar allí este aniversario fue una manera de rendir homenaje a la cultura, a la tradición y también a la familia, que siempre ha sido un gran apoyo para mí.
Nuevo lenguaje
—Cuéntanos, ¿con qué nos sorprendes esta temporada?
—Hemos presentado IQ Runway, una línea más sofisticada, más teatral, pensada para la noche. Es un paso natural en nuestra evolución, porque la firma ha ido creciendo y necesitábamos abrir un nuevo lenguaje. Ha sido un reto precioso para todo el equipo.
"El inicio fue un reto enorme, en plena pandemia, sobre todo, dar el paso de emprender y enfrentarnos a lo desconocido. Pero cada dificultad se ha convertido en aprendizaje"
—¿Cuáles son las claves de la nueva colección?
—La colección parte del Madrid de Goya, pero siempre desde una mirada contemporánea. Volúmenes en tafetán, muselinas ligeras, crepés que dibujan siluetas… y una paleta que viaja del blanco y negro a verdes, azules y arenas. Es un diálogo constante entre tradición y modernidad.
—Siempre tienes unas líneas de inspiración muy marcadas… ¿Crees que la educación que has recibido, la cultura, el mundo en el que has crecido son fundamentales para tener ese ojo infalible?
—Creo que sí, todo influye. Haber crecido rodeada de cultura, de arte, de historia… te marca una sensibilidad. Pero también están la curiosidad, las ganas de observar, de aprender, de reinterpretar... Y, por supuesto, el equipo creativo, que aporta ideas muy enriquecedoras.
—¿De dónde viene tu vena creativa?
—Supongo que de siempre. Me encanta transformar ideas en algo tangible, en este caso, en moda. La inspiración surge de muchas partes: de un cuadro, de una ciudad, de la música… Y luego se convierte en una conversación compartida con mi equipo.
—Ahora que eres una primera figura en el mundo de la moda… ¿te da vértigo el futuro, sientes que te has puesto el listón muy alto a ti misma?
—Muchas gracias… pero ojalá fuese eso que me dices. Nos queda mucho camino… Más que vértigo, siento ilusión y responsabilidad. Sé que cada paso hay que darlo con cuidado, pero también con entusiasmo. No me gusta pensar en metas imposibles, sino en seguir creciendo poco a poco.
"Mi marido y mi familia han estado siempre ahí, apoyándome, animándome y, sobre todo, dándome estabilidad en los momentos más intensos"
—¿Cómo es tu clientela: es muy fiel, te hacen peticiones especiales, te aconsejan, te demandan algo diferente…?
—Es una clientela muy cercana y fiel, que nos da muchísimo feedback. A veces incluso nos sugieren cosas que después terminan inspirando piezas nuevas. Hay un diálogo constante que valoro muchísimo.
—En este tiempo, desde que decidiste crear tu firma hasta ahora, ¿quién ha sido para ti la persona fundamental, la que te ha apoyado en todo momento?
—Mi marido y mi familia, sin duda. Han estado siempre ahí, apoyándome, animándome y, sobre todo, dándome estabilidad en los momentos más intensos.
—¿Y un respaldo que para ti haya sido fundamental?
—Sin lugar a dudas, El Corte Inglés; su confianza no solo ha sido clave para celebrar el quinto aniversario de IQ Collection, sino porque acercan nuestras prendas al gran público, desde sus centros comerciales, con ese compromiso constante por apoyar el talento y la moda españoles.
—¿Cuál ha sido para ti el momento más gratificante de estos cinco años?
—Este último desfile ha sido muy especial. Poder reunir moda, música y cultura en un mismo escenario, y compartirlo con tanta gente, ha sido emocionante.
—En el camino de cumplir este sueño, ¿ha habido alguna pesadilla? ¿Cuál ha sido el momento más difícil o más duro al que has tenido que enfrentarte?
—Como cualquier proyecto, hemos tenido momentos complicados. El inicio fue un reto enorme, en plena pandemia, sobre todo dar el paso de emprender y enfrentarnos a lo desconocido. Pero cada dificultad se ha convertido en aprendizaje.
—¿Y el más sorprendente o inesperado?
—Quizá, la rapidez con la que la marca ha conectado con tantas personas. No me lo esperaba y me sigue sorprendiendo gratamente.
—En el proceso de dibujar tus prendas, ¿alguna vez has tenido que enfrentarte al papel en blanco y has sentido que estabas "seca" de ideas? ¿Cómo lo superas?
—Claro, nos pasa a todos. Pero entonces recurro a lo que me inspira: viajar, visitar una exposición, escuchar música… Y, sobre todo, compartir con el equipo, porque de esas conversaciones siempre surge algo nuevo.
—Descríbenos un día normal de trabajo…
—Empieza muy temprano y es intenso. Reuniones, pruebas, visitas a talleres… Pero no hay dos días iguales, y eso lo hace muy estimulante. Siempre estoy rodeada de gente con muchísimo talento.
"Seguir emocionando"
—¿Cuál es tu próxima meta?
—Seguir consolidando IQ Runway y abrirnos a nuevos mercados. Pero lo más importante es mantener la esencia de la marca y seguir emocionando con cada colección.
—Tus padres son muy importantes para ti. ¿Qué lección has aprendido de ellos?
—La humildad y el valor del trabajo bien hecho. Eso es algo que intento aplicar siempre.
"De mis padres he aprendido la humildad y el valor del trabajo bien hecho. Eso es algo que intento aplicar siempre. Y la vida me ha enseñado que todo llega, pero a su tiempo"
—Y ¿qué lección te ha dado la vida?
—Que todo llega, pero a su tiempo. La paciencia y la constancia son fundamentales.
—¿Qué colores definen tu estado de ánimo?
—Me gusta pensar en el blanco y negro como un lienzo sobre el que luego se pueden añadir todos los matices.
—¿De qué color te encuentras ahora mismo?
—Diría que de un rosa capote, como el vestido que cerró el desfile. Para mí simboliza ilusión, fuerza y raíces.
—¿Qué es lo que más te asusta?
—Perder la ilusión. Creo que es lo que nos mueve en todo.
—¿Y lo que más te llena de alegría?
—Mi familia, mis hijos y ver cómo el trabajo del equipo se transforma en algo que emociona a los demás.