Coincidiendo con el viaje de los reyes de España a Egipto, Donald y Melania Trump se encuentran de visita de Estado en Reino Unido. Ayer por la noche, mientras los españoles visitaban las colosales y sagradas pirámides de Guiza, el presidente y la primera dama de Estados Unidos participaban en un majestuoso banquete de gala en el castillo de Windsor, donde coincidieron con varios miembros de la Casa Real británica, como el rey Carlos III, la reina Camila, el príncipe Guillermo de Inglaterra o Kate Middleton. Esta última estaba radiante con un vestido de encaje floral y la tiara favorita Lover’s Knot. Sin embargo, no fue la única que hizo brillar esta velada portando una gran joya sobre su cabeza.
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La tiara favorita de Diana de Gales
En concreto, para esta cena de gala que no pudo celebrarse en el Palacio de Buckingham, ya que se encuentra en obras de remodelación, Kate Middleton estrenó un bonito vestido con abrigo de encaje floral de la firma británica Phillipa Lepley. Un diseño ideal para acompañar a su tiara Lover’s Knot, la favorita de Diana de Gales. La madre del príncipe Guillermo la llevó en numerosas ocasiones y la recibió como regalo de bodas por parte de la reina Isabel II en 1981. Los orígenes de esta joya se remontan a 1913 cuando la reina Mary la encargó a la joyería Garrard. Se trata de una pieza espectacular que presenta 19 arcos de diamantes decorados con 39 perlas. En esta ocasión, la actual princesa de Gales la acompañó de unos pendientes de diamantes con forma ovalada, que pertenecieron a la madre del rey Carlos III.
Una tiara con zafiros para la reina Camilla
Dada la magnitud de este banquete, la reina Camilla también lució tiara. La esposa del rey Carlos III, que estrenaba un bonito vetido azul con mangas acampanadas y bordados en el bajo de la falda, de Fiona Clare, optó por lucir la tiara Belgian Sapphire, una de las más preciadas de Isabel II, la cual la mando personalmente confeccionar. Esta joya, que acompañó de un triple collar de diamantes de Cartier y brazaletes de la misma firma, pertenecientes a la Reina Madre, llama la atención por sus zafiros, sobre todo, por el central, mucho más grande que el resto. Esta pieza fue originariamente un collar propiedad de la princesa Luisa de Bélgica y fue transformada en tiara por Isabel II en la década de los 60.
Una tiara personal para Ana de Inglaterra
La princesa Ana tampoco quiso perderse esta cena de gala con el líder de Estados Unidos. Para la ocasión, y centrándose en los colores de la bandera británica, optó por lucir un diseño de chaqueta y falda midi en blanco. Como joya principal, la hija de la reina Isabel II recuperó la tiara Cartier Aquamarine Pineflower. Esta creación fue un encargo del rey Jorge VI como regalo por uno de sus aniversarios de boda en los años 30 con la por aquel entonces su mujer, la reina consorte Isabel, la futura Reina Madre. Confeccionada por Cartier tiene base de platino y presenta diamantes, formas de piña y aguamarinas de corte rectangular. Ana de Inglaterra la recibiría de su abuela como regalo por su boda con Mark Phillips.
La tiara Madreselva con forma de palmera
Una cuarta invitada que lució una gran joya sobre su cabeza fue la duquesa de Gloucester, esposa del príncipe Richard, primo segundo del rey Carlos III. En su caso, ella quiso lucir la tiara Madreselva (Gloucester Honeysuckle Tiara). Esta joya fue un encargo de la reina Mary en los años 10 al joyero E. Wolff & Co., que utilizó unos diamantes de otras piezas antiguas. Con forma de palmera estilizada, tiene un centro intercambiable que puede coronarse con diamantes, topacio rosa o esmeralda. Antes de pasar a sus manos, se convirtió en un regalo de bodas para la princesa Alicia cuando se casó en 1935 con el príncipe Henry, padre del príncipe Richard, marido de la actual duquesa de Gloucester, Birgitte.