Paula Echevarría, junto a su marido Miguel Torres, ha convertido Marrakech en el escenario de unas vacaciones que parecen sacadas de una película: días de desconexión, romanticismo y complicidad que la actriz describe como un regreso a sus inicios como “novios”, siete años después de su última visita. Pero si algo ha destacado más allá del reencuentro sentimental ha sido la manera en que Paula ha llevado la moda a cada rincón de la ciudad marroquí, adaptándose con maestría a la luz, los colores y la atmósfera local.
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El primer look que ha compartido Paula es un vestido rosa de tacto seda de Karen Bonmatí, con un cuello bordado con flores y detalles delicadamente trabajados que recuerdan a un jardín en flor. Su caída fluida y la suavidad del tejido le dan un aire etéreo, mientras que los bordados aportan ese guiño artesanal que encaja a la perfección con el exotismo de Marrakech.
El segundo look, de Fetiche Suances, es un vestido palabra de honor verde con estampado y detalles dorados en forma de estrellas de mar. La abertura en la falda y en el escote añade un toque sensual sin perder la elegancia, mientras que el verde intenso evoca los jardines y zocos marroquíes. Este look refleja una de las grandes virtudes de Paula: su capacidad de adaptar cada vestido a la ocasión, equilibrando sofisticación y comodidad incluso en pleno verano.
El tercer vestido, también de Fetiche Suances, es una túnica blanca con detalles metalizados y brillo, manga larga, escote en V y abertura en la falda. Esta elección combina lo clásico y lo contemporáneo, recordando a las túnicas árabes tradicionales pero reinterpretadas con un toque europeo. La mezcla de metalizados y tejidos ligeros permite que el vestido funcione tanto de día como de noche.
Finalmente, Paula se atreve con un vestido corto asimétrico naranja de Victoria Cimadevilla, sin mangas, ajustado y sumamente favorecedor. Este look aporta un contraste vibrante respecto a los anteriores, mostrando su versatilidad y la capacidad de pasar de la sofisticación romántica al efecto wow en un instante. La elección de colores intensos y cortes favorecedores demuestra que incluso en vacaciones, Paula mantiene su impecable ojo para la moda.
A todo ello se suma que estas vacaciones coinciden con la reciente celebración de su 48 cumpleaños, un motivo más para combinar estilo y comodidad mientras disfruta de su marido y su círculo más cercano. Cada vestido elegido refleja una combinación de romanticismo, aire bohemio y sensibilidad hacia el entorno, recordándonos por qué Paula Echevarría sigue siendo un referente de elegancia en España.
En Marrakech, la actriz no solo ha celebrado el amor y la familia, sino que también ha dejado claro que la moda es una extensión de su personalidad: femenina, audaz y con un perfecto equilibrio entre atemporalidad y tendencias contemporáneas. Desde los bordados florales hasta los destellos metálicos y los cortes asimétricos, cada look es un guiño a la cultura local, al verano y al estilo que ha convertido a Paula en un icono ineludible de la moda española.