Desde que Grace Kelly irrumpió en la Casa Real de Mónaco, las mujeres de la familia Grimaldi han sido siempre un referente en cuestiones de estilo e imagen exquisita. Carolina, Carlota, Beatrice… Todas ellas son el vivo legado de la elegancia de la princesa Grace, adaptando su legado a cada uno de sus estilos personales. El clasicismo y el glamur propios de los 50 que dominaba Grace han ido transformándose hacia la estética contemporánea y elegante que ahora desprenden las princesas de Mónaco. Después de analizar el estilo de Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi, en estas líneas nos detenemos en la figura de Beatrice Borromeo, la aristócrata italiana que ha conquistado el estilo de la Casa Real monegasca. En su 40 cumpleaños, analizamos las claves que la convierten en icono de la mano de la estilista Raquel Trejo.
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El estilo de la Casa Real de Mónaco
"El ADN del estilo de la Casa Real de Mónaco se resume en tres palabras: elegancia, sofisticación y naturalidad", explica Raquel, "llevan looks sencillos pero muy bien pensados, con calidad en los tejidos y cortes impecables". La estilista hace un recorrido desde la época de Grace Kelly hasta la actualidad, y nos cuenta que, "ahora, el estilo de las mujeres Grimaldi está más enfocado en mezclar haute couture con moda contemporánea y toques boho o románticos, siempre con la clave de elegancia que ha quedado desde Grace". Aunque Carolina, Carlota y Beatrice tengan estilos propios y diferentes, todas tienen como lenguaje común una sobriedad refinada, impecable y nada estridente.
Centrándonos en la figura de Beatrice, la estilista destaca su predilección por las siluetas fluidas y los detalles románticos, y su inclinación hacia los total looks monocromáticos. Como claves de su estilo, la aristócrata apuesta por piezas con cortes limpios, tejidos de calidad, y no duda en introducir tendencias puntuales, como el terciopelo o las transparencias, que aporten frescura y modernidad a sus estilismos. Su armario es un diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo, "con inspiración old money", con gran abundancia de vestidos camiseros y faldas midi, así como trajes de chaqueta entallada y pantalones amplios.
La imagen de Beatrice Borromeo, aunque mantenga las bases de Carlota y Casiraghi de sofisticación y estilo clásico, resulta muy diferente y única. La mujer de Pierre Casiraghi transmite una serenidad innata. "Es muy femenina y consciente de lo que le sienta bien", apunta la estilista. Es delicada pero, a su vez, evoca la imagen de una mujer con carácter y fuerza, con seguridad en sí misma”. Su figura proyecta confianza y una sofisticación natural que no necesita artificios, y aporta, como matiz diferenciador al legado estilístico de las Grimaldi, una sensibilidad muy italiana, "con influencias de la dolce vita".
En su vestidor hay creaciones de diseñadores como Valentino, Armani Privé, Chanel, o Dior, quien se ha convertido en un gran aliado de la princesa, así como también se encuentran piezas de diseñadores italianos emergentes, como Giambattista Valli, o Alberta Ferreti, según nuestra experta.
Looks para el recuerdo:
- Vestido negro de Dior, en la Bienal de Venecia en 2022: es un vestido sobrio y elegante, se convirtió en una imagen icónica de aquella edición.
- Sus total looks en rojo, y los conjuntos de Dior cruise, con falda larga y blusa romántica, ya forman parte de su firma personal.
- Baile de la Rosa, en 2016: deslumbró con un vestido rojo de Giambattista Valli, repleto de volantes de tul. Es una pieza que, más allá de su espectacularidad, condensaba todo lo que define su estilo: dramatismo contenido, silueta impecable y una feminidad que atrapa miradas sin necesidad de estridencias.
Dentro de un linaje lleno de mujeres referentes de estilo e iconos de elegancia, Beatrice Borromeo ha sabido encontrar su propia identidad, y se ha erigido como una digna heredera del estilo y el glamour de Grace Kelly. Carolina aportó la autenticidad y la elegancia discreta, Carlota ha encarnado la sofisticación parisina con pinceladas de modernidad, y Beatrice, una sobriedad refinada y una elegancia que conecta con el ADN de la familia.