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Al caer la última tarde de la recién despedida primavera, la icónica Pinacoteca di Brera en Milán, a pocos metros la Biblioteca Nacional o el Palazzo Citterio, se convirtió en algo más que un museo. En este emplazamiento, que se inauguró al público en 1809 y acoge una de las colecciones de pintura italiana más destacada, la emblemática firma de Alta Joyería Pomellato organizó una exclusiva cena de gala, acompaña de un desfile en el que se desvelaron sus novedades. Bajo el título de Collezione 1967, en alusión a su año de fundación, este sello ha creado una colección que homenajea sus iconos, pero que los moderniza para un acabado mucho más contemporáneo. Y todo ello, con un listado VIP invitados, donde no faltaron supermodelos y estrellas.
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Las invitadas más elegantes
La elegancia de los mejores vestidos y las joyas más impactantes de Pomellato ha hecho que las invitadas a esta gran celebración estuvieran radiantes con sus looks. Entre las presentes, encontramos iconos de la moda, como las supermodelos Laetitia Casta, Amina Seck y Jeanne Cadieu; que mostraron su personal estilo al decantarse por tendencias muy diferentes entre sí. Por otro lado, de las presentes que nos trajeron el mundo del cine a primera fila, fichamos a las actrices italianas Pilar Fogliati y Benedetta Porcaroli, las americanas America Ferrera y Laura Harrier, y la surcoreana Cha Joo-young.
La Pinacoteca di Brera se transformó para ocasión
Esta gran celebración del trabajo arsenal en joyería hizo que la icónica Pinacoteca di Brera en Milán se transformara, pero sin perder su majestuosa esencia. Lo primero que vieron cambiado los invitados fue un gran hilo rojo simbólico de Pomellato recorriendo la entrada, para dar paso a un sendero de velas le condujo a Las Sale Napoleoniche, por primera vez, convertido en pasarela de moda, por donde 18 modelos fueron elegidos para mostrar la Collezione 1967.
Tras esta presentación de moda que paso a degustar una deliciosa cena obra del chef con dos estrellas Michelin Antonio Guida que tomó como referente Milán para la inspiración de sus elaboraciones. Todos los presentes pudieron disfrutar de sus platos mientras compartían impresiones en una mesa imperial dispuesta sobre los techos abovedados de la pinacoteca, los cuales se iluminaron con proyecciones artísticas durante toda la noche. Y, para hacer aún más única la velada, también se disfrutó de un cuarteto de cuerda, Le Dimore del Quarteto.