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Este no solo ha sido un fin de semana intenso de bodas en España, con hasta cinco enlaces de parejas reconocidas que se han dado este sábado el 'sí, quiero'. También fuera de nuestras fronteras han sido días de celebrar el amor. En Italia, concretamente en Nápoles, Chiara Ferragni ha asistido a la ceremonia de unos amigos y lo ha hecho con un look de invitada que está dando mucho que hablar, pues rompe con los códigos tradicionales de este tipo de celebraciones que cada vez parecen contar con una etiqueta más permisiva y moderna.
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Para la ocasión, la empresaria ha escogido un vestido en color verde lima, un diseño de silueta recta y corte midi, que pertenece a las últimas novedades de la firma italiana Des Phemmes. Inspirado en la "elegancia despreocupada de los veranos en Capri", como lo describe el sello, se trata de una pieza de cuello ligeramente drapeado, de mangas asimétricas y aplicaciones de pedrería repartidas por la parte de delante.
Pero el verdadero giro de guion estilístico ha recaído en el calzado con el que ha acompañado su look. Ni clásicos salones de tacón, ni plataformas o kitten heels: la influencer ha prescindido totalmente de un zapato elevado, en favor de unas sandalias planas de yute en tono crema, con cintas trenzadas que se ataban al tobillo como las alpargatas.
Un modelo con aire artesanal y mediterráneo que pertenece a colecciones anteriores de Dior y que refleja una tendencia cada vez más clara: muchas invitadas están abandonando los tacones en favor de opciones más cómodas. En especial, en celebraciones al aire libre como ha sido este caso. ¿Por qué sacrificar el confort durante horas cuando es posible ir impecable con calzado plano?
Una decisión en la que el escenario tiene mucho que ver, pues además de las ya de por sí empinadas callejuelas que plagan esta ciudad italiana con colinas, la boda también tuvo lugar en un enclave rodeado de naturaleza.
Cada vez son más las prescriptoras que nos inspiran con este tipo de elecciones, de hecho, es algo que observamos especialmente entre royals o socialités. Sassa de Osma ha lucido en varios eventos alpargatas de cuña media o incluso completamente planas. Y Amelia Windsor, una de las aristócratas británicas más seguidas por su estilo, ha demostrado en más de una ocasión que unas buenas bailarinas o incluso unos mocasines, pueden ser igual de válidos que unos tacones.