La infanta Cristina está de enhorabuena, pues cumple 60 años este viernes 13 de junio. Por eso, queremos recordar esas veces en la que la hermana menor del rey Felipe VI se ha convertido en la invitada ideal, sobre todo, en bodas mediáticas. Con un estilo elegante, discreto y chic, siempre es fiel a un carácter refinado. De diseños largos a conjuntos transgresores, acompañados por joyas atemporales e históricas.
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De azul cielo, el color de moda, en Grecia
En la boda de la princesa Teodora de Grecia con Matthew Kumar el 28 de septiembre de 2024 en la Catedral Metropolitana de Atenas, la infanta Cristina llevó un vestido azul cielo o cerúleo (muy de tendencia) que tenía un corte helénico. La pieza guardaba gran similitud con el diseño que Carolina de Mónaco lució en la boda civil de su hermano, el príncipe Alberto, con Charlene Wittstock en el Palacio del Príncipe el 1 de julio de 2011. La hermana menor del rey Felipe VI lo combinó con unas sandalias de plataforma, clutch en tono plata muy clara y unos llamativos pendientes de diamantes a modo de crespón.
Un chal de corte clásico que abrazaba su cuerpo en Atenas
La boda griega de Chrysi Vardinogianni con el príncipe Nicolás de Grecia se celebró el viernes 7 de febrero de 2025 a las 18:00 horas en la Iglesia Ortodoxa de San Nicolás Ragavas (Atenas). Para esta celebración de tarde, la infanta Cristina recicló un conjunto en tono topo de blusa ligeramente abullonada y falda midi plisada con corte asimétrico; que combinó con un chal bicolor que abrazaba sus hombros. Culminó su estilismo con zapatos de original diseño Art Decó, pendientes de eslabones dorados y un bolso beige de Chanel, un clásico de moda.
La invitada perfecta con pantalón, en Madrid
Cerca de 500 invitados se dieron cita en la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo el 6 de abril de 2024 en Madrid. Entre los presentes, no faltó la infanta Cristina de Borbón que lució un conjunto de pantalón palazzo marrón junto con top a juego que se adornaba con pequeñas arandelas doradas. Culminó su look con unos salones con lacito, clutch metalizado, chal con estampado étnico y largos pendientes con nudos en degradado.
Con blusa blanca, en Algete
La boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova se celebró el sábado 31 de agosto de 2024 en la finca Soto Mozanaque de Algete, Madrid. Para la ocasión, la infanta Cristina se decantó por una combinación clásica y acertada: blusa blanca y falta con volumen y vistoso estampado. Lo acompañó de uno de sus bolsos de mano favoritos para este tipo de eventos y joyas de diamantes, entre las que destacaba una gargantilla que enmarcaba su escote.
Un colgante lleno de personalidad en Toledo
La boda de Pepe Treviño y Paula Fernández Martínez se celebró el sábado 6 de mayo de 2023 en la iglesia Santo Tomás Apostol de Orgaz (Toledo). Aquel día de primavera, la infanta Cristina lució un top en rosa envejecido y falda plisada con el bajo asimétrico, que volvería a llevar en la boda griega de Chrysi Vardinogianni con el príncipe Nicolás de Grecia el viernes 7 de febrero de 2025 en Atenas. En 2023, lo lució con un bonito colgante de eslabones dorados del que prende una flor de cristal con gran perla.
Un infalible estampado floral en Cádiz
El estampado floral fue el que definió el look de invitada de la infanta Cristina a la boda de Javier Prado Benítez y Catalina Vereterra Gastearena que se celebró el sábado 30 de septiembre de 2023 en Medina Sidonia (Cádiz). En concreto, la hija mejor de los reyes Juan Carlos I y doña Sofía lució un vestido de corte trapecio con manga corta de Max Mara (precio original: 210 euros). Lo combinó con unos peep toes de color negro y tacón cómodo.
Elegancia en acabado satinado en Barcelona
Los acabados satinados seducen a las invitadas más elegantes y la infanta Cristina no ha dudado en recurrir a esa tendencia para mostrar su imagen más sofisticada, en concreto, durante la boda de Joan Fainé Garriga y Beatriz de Salas el 1 de octubre de 2011 en Barcelona. Para la ocasión, y viajando desde Washington en exclusiva para este enlace, la hermana menor del rey Felipe VI lució una chaqueta en tono rosa empolvada que se ceñía con cinta al tono a la cintura y falda tubo en largo midi a juego. Además, llevó un top blanco, limosnera de lentejuelas en tonalidades metalizadas en degradado y peep toes de serpiente con adorno de nudos dorados en el empeine.
Con original mezcla de colores en Estocolmo
En la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling el 19 de junio de 2010 en la catedral de San Nicolás de Estocolmo, la infanta Cristina fue una de las invitadas más elegantes. Ese día, acompañada de Iñaki Urdangarin, lució un vestido largo que, de forma innovadora, combinaba varias tonalidades de color verde, presentaba estratégicos drapeados y efecto velado, de Lorenzo Caprile. Prendido de su pecho, llevaba un llamativo broche. Igualmente, acompañó su look de una diadema diseñada por Cartier para la reina Victoria Eugenia en 1920 y, hasta ese día, solo la había llevado la reina Sofía.
Con caftán floral en Spetses
La infanta Cristina asistió a la boda ortodoxa de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik el 25 de agosto de 2010 en la iglesia ortodoxa de San Nicolás en la isla griega de Spetses. Fabulosa, lució un caftán fluido con estampado floral y largo hasta los pies, que contrastó con una cartera de avestruz metalizada.
Con una cómoda rebeca, en Oviedo
La boda de Javier (Xavi) Fainé y Carmen Paz se celebró el 2 de mayo de 2009 en Oviedo (Asturias). Ese día, la infanta Cristina, que acudió junto de Iñaki Urdangarin, quien por aquel entonces era su marido, llevó un vestido en tono pastel que combinó con una rebeca que de forma moderna lució con un solo botón abrochado y chal a juego. Como calzado, optó por una tendencia que le fascina: los peep toes.
Con vestido verde esmeralda en Segovia
Para acudir a la boda de su primo Beltrán Gómez-Acebo y Laura Ponte el 18 de septiembre de 2004 en el Real Sitio de San Ildefonso (Segovia), la infanta Cristina volvió a confiar en Jesús del Pozo, con quien colaboraba en esa época. En concreto, lució un vestido cruzado en bonito color verde esmeralda, que era muy vaporoso. Lo combinó con unos pendientes de diamantes con forma floral de la colección Cluster de Harry Winston y un brazalete de oro amarillo con dos imperdibles gemelos, que pertenecían a su madre.
Con gran pamela en la Boda Real de Madrid
En la boda de su hermano, el actual rey Felipe VI, y doña Letizia en la Catedral de la Almudena de Madrid el 22 de mayo de 2004, la infanta Cristina apostó por un vestido de raso amarillo con corte midi del español Jesús del Pozo que se acompañaba de un abrigo de guipur en gris perla, del mismo creador. Realzó su conjunto con una gran pamela asimétrica en tono champán de Mabel Sanz, que se coordinaba con su bolso de mano.
Con chaqueta española en Copenhague
Para la boda de Mary y Federico de Dinamarca, el 14 de mayo de 2004 en la Catedral de Copenhague, la infanta Cristina apostó por moda española. En concreto, llevó un diseño del madrileño Jesús del Pozo: vestido color guinda con amplio escote y torera de manga francesa en tono verde oliva. Siguiendo el protocolo, lució la tiara Floral de diamantes, la misma que llevó en el día de su boda con Iñaki Urdangarin. Esta joya fue un regalo de Francisco Franco a doña Sofía con motivo de sus nupcias en 1962.
Con abrigo de terciopelo en Ámsterdam
En la boda de Guillermo y Máxima de Países Bajos que se celebró el 5 de febrero de 2022 en Ámsterdam, la infanta Cristina eligió un conjunto de Jesús del Pozo, compuesto por abrigo desestructurado de terciopelo morado con grandes solapas de seda, y vestido a juego. Lo acompañó de un sombrero de fieltro adornado con plumas. Además, lució un alfiler de diamantes que perteneció a su abuela, la condesa de Barcelona.
Con transparencias en Londres
La infanta Cristina no quiso perderse la boda de su prima Alexia de Grecia con Carlos Morales, que se celebró el 9 de julio de 1999 en la catedral ortodoxa de Santa Sofía en Londres. Para tal evento, optó por un vestido de tirante ancho en color celeste que se velaba con gasa al tono, lo combinó con complementos coordinados como unos guantes largos y unos salones destalonados. En contraste, lució un sombrero.