El arte es el denominador común en la pareja formada por Ángel Peralta Astolfi y Nerea Berraondo. Él, dedicado a los espectáculos ecuestres, es sobrino de Luis Astolfi, entrenador de la infanta Elena y cuatro veces olímpico, y nieto de Ángel Peralta, la leyenda del rejoneo. Ella, mezzosoprano y música desde que tenía seis años. Hoy nos reciben en la casa familiar de los Astolfi en El Rocío (Huelva), donde pasan en familia la romería más espectacular del mundo.
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-Ángel, en tu familia, el amor por el caballo pasa de generación en generación. ¿Alguna vez quisiste hacer algo que no estuviera relacionado con el universo ecuestre?
-Pues fue un milagro que terminara dedicando mi vida al caballo. Mi madre nunca quería que tuviera caballos buenos, ya que así jamás llegaría muy lejos como jinete. Quería evitar para mí un mundo tan difícil como este. Pero esos caballos no tan buenos me iban enamorando aún más de esta profesión porque me lo daban todo, y gracias a ellos creo que desarrollé un sexto sentido para entenderlos mejor. Tras acabar mis estudios universitarios y pasar un año en Canadá tuve la suerte de conocer a Manuel Pimentel. Él y su familia fueron clave para lo que hoy tengo en marcha. Al final la vida es así; “you ever know what will happen”. Había probado antes en el sector inmobiliario, pero no era 100 % feliz.
-Nerea, ¿cómo llegaste tú al también complicado mundo de la ópera?
-Desde muy pequeña quise estudiar música y a los 6 años mis padres me apuntaron al conservatorio. A los 10 me empecé a interesar por la música de Mozart y descubrí la ópera, que se convirtió en mi pasión. Desde entonces tuve claro que quería cantar. Con 16 años comencé mis estudios de canto y la verdad es que tuve la suerte de tener grandes maestros que me ayudaron a entender mi voz y a desarrollarla. Me formé en el conservatorio de Pamplona y en la Escola Superior de Música de Barcelona antes de irme a vivir a Estados Unidos. Allí trabajé con las mejores orquestas sinfónicas y con los grandes directores de orquesta. Aprendí muchísimo durante esta etapa, donde incluso fui profesora de interpretación histórica en el Chicago College of Performing Arts. He tenido la gran suerte de tener una carrera muy internacional que me ha llevado a cantar por medio mundo.
-Ángel, háblanos de esta casa.¿Qué significa para vuestra familia?
-Somos una familia muy extensa… ¡Por parte de madre son 14 hermanos y la verdad es que no sabría decirte cuántos primos somos! Para nosotros poder contar con esta casa en El Rocío es un gran privilegio. El Rocío es un lugar único para los andaluces y para los amantes del caballo. Mi tía Ana Astolfi lleva las riendas de la casa y siempre la tiene impecable. Le encanta tener invitados y es una gran anfitriona. Es una casa muy cómoda, muy bien situada y todas las habitaciones cuentan con su propio baño, algo que en las casas rocieras no es muy habitual.
-¿Cada cuánto soléis venir y qué planes soléis hacer?
-Nos gusta venir en otoño o invierno, cuando terminamos la temporada de espectáculos y la aldea está más tranquila. Incluso para nuestros caballos, venir a El Rocío son unas vacaciones tras una intensa temporada de actuaciones. En la playa de Matalascañas se permite la entrada de caballos de octubre a mayo y los paseos a caballo por la playa son siempre uno de los mejores planes.
-¿Venís para el Rocío? ¿Cómo lo vivís?
-Andrea: Habitualmente trabajamos durante el Rocío, pero si podemos, nos escapamos y hacemos un día de camino con amigos. Los últimos años, Ángel ha hecho un día de camino con clientes que quieren hacerlo de una manera auténtica, no como turistas, sino como un miembro más de una hermandad. Otra de las tradiciones del Rocío que nos encanta es la saca de las yeguas. Para los amantes del caballo es algo digno de ver; miles de yeguas y potros galopando por la aldea, es espectacular. Cuando nació nuestra hija, Ángel compró un precioso potro marismeño para que creciese a la par que ella. Ya tiene 3 años y es una preciosidad. Lo tenemos suelto en una finca y pronto comenzará su doma.
-Supongo que habréis vivido muchas historias en esta casa, ¿cuáles recordáis con más cariño?
-Una noche entre amigos con el violinista Paco Montalvo, en la que estuvimos cantando y divirtiéndonos hasta tarde. Pero para nosotros tiene un significado muy especial, ya que una de las primeras escapadas como pareja que hicimos fue a esta casa. Algo tiene El Rocío que engancha, y lo mismo pasa con esta casa, la alegría que irradia, la luz y, sobre todo, la comodidad de estar en la aldea con los lujos de un buen hotel.
-¿Cómo os repartís las responsabilidades de la crianza de vuestra hija?
-Ángel: Nuestro trabajo implica muchos viajes, pero a su vez nos da la oportunidad de tener bastante tiempo libre y administrarlo como más nos convenga. Cuando Nerea está de gira o ensayando una ópera, normalmente enviamos a Sara con los abuelos. Sara es diabética y necesita un control constante de los niveles de azúcar. Tenemos la suerte de poder contar con la ayuda de nuestros padres para mantener la diabetes a raya. Cuando no estamos de viaje, Sara está con nosotros y tiene la suerte de rodearse de gente muy interesante y vivir muchas experiencias que seguro van a enriquecer su infancia. Pronto empezará el colegio y tendremos que organizarnos de otra manera. Cada etapa requiere un tipo de organización, siempre pensando en el bienestar de la pequeña y, en este caso, también en el control de su enfermedad.
-Ángel, he leído que estás detrás de la carrera de Astrid Klisans, la mujer de Carlos Baute, como jinete. ¿Cuál ha sido tu papel?
-Astrid es una muy buena amiga desde hace ya muchos años, y es una muy buena amazona con un futuro brillante. La hemos ayudado a buscar caballos para su desarrollo en la carrera deportiva. Nos pedimos consejo mutuamente; muchas veces le envío caballos para que me dé su opinión y viceversa. Tenemos muchas conversaciones sobre el mundo del caballo y todo lo que lo envuelve. Solemos quedar cuando viene a Sevilla y, si tenemos algún caballo nuevo, se lo enseñamos, a veces incluso los monta. Astrid tiene una gran afición y todo lo que esté relacionado con el mundo del caballo le apasiona, al igual que a nosotros.
-¿Qué has aprendido de tu tío Luis, varias veces olímpico?
-Luis es un referente para todos sus sobrinos. Te puedo decir que es la persona más positiva que conozco y que siempre está para ayudarnos. Su forma de ser lo hace único, jamás lo vi alardear de nada, es demasiado humilde y disfrutón. Tiene una facilidad innata que nunca le vi a nadie. Creo que podría haber sido el mejor jinete del mundo, pero para eso tenía que haber pasado toda su vida en Alemania. Pienso que es el jinete más feliz del mundo porque eligió vivir en Andalucía, sin olvidar que es el segundo español con más Juegos Olímpicos. Hay miles de anécdotas de su dimensión como deportista, pero hablar de Luis da para una sola entrevista.
-¿Qué planes os gusta hacer en familia?
-Nuestra vida es muy ajetreada, todos los días tenemos alguna aventura, así que para nosotros estar tranquilos es el mejor plan. Cuando podemos viajamos a Pamplona a visitar a la familia de Nerea y nos viene muy bien para desconectar aunque, al tener varios caballos, no podemos estar fuera de casa mucho tiempo. Los caballos tienen que salir y entrenar a diario.
“Nos gusta venir en otoño e invierno; los paseos a caballo por la playa son un gran plan. Y durante el Rocío, si podemos, hacemos un día de camino con amigos”
-Vivís en Sevilla, ¿soléis recibir mucho en casa?
-¡Nos encanta recibir gente! Tenemos la suerte de tener familia y amigos por todas partes y habitualmente tenemos invitados en casa. Para nosotros es importante tener siempre una habitación de invitados preparada por si acaso alguien avisa a última hora. En la feria solemos tener invitados en casa casi todos los años y nos gusta organizar cenas y comidas.
-¿Cuáles son vuestros proyectos profesionales futuros?
-Nerea: En junio cierro la temporada del Teatro Arriaga de Bilbao interpretando la Missa Solemnis de Beethoven; en agosto estaré en la Quincena Musical de San Sebastián interpretando West Side Story; en septiembre cantaré la ópera Il Califfo di Bagdad en Sevilla; y, en octubre, Il Ballo delle Ingrate, en A Coruña. También viajaré al festival de Madeira y daré un recital con piano de música centroeuropea y rusa en Sevilla.
-Ángel: Seguimos con eventos y experiencias. Las próximas serán en Sevilla, Pamplona, Málaga y Madrid. También seguiré asesorando y buscando caballos por encargo para clientes españoles e internacionales.