Descubre las curiosidades de moda que se esconden tras las películas nominadas al 'Oscar a Mejor Vestuario'

Tan solo quedan unas horas para que comience en el Teatro Dolby de Los Ángeles la 96ª edición de los Premios Oscar. La gran fiesta del cine tendrá lugar la madrugada del 10 al 11 de marzo, y aunque el séptimo arte es sin duda el protagonista, también cobra importancia la moda... y no solo sobre la alfombra roja En la categoría de mejor diseño de vestuario se encuentran cinco películas nominadas con un increíble trabajo de confección detrás. Te contamos todo sobre los diseñadores que han participado en ellas, cómo sus creaciones forman una parte esencial en estas historias y las anécdotas que convierten a estos films en algunos de los más especiales.

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'Pobres criaturas'

Las quinielas apuntan alto para la cinta del director griego Yorgos Lanthimos, que cuenta con 11 nominaciones, entre ellas la de mejor película, mejor actriz -Emma Stone, coproductora y protagonista, es una de las favoritas-, y por supuesto, la de mejor diseño de vestuario. Parecía predestinada a esta categoría si tenemos en cuenta que ha sido Holly Waddington quien ha diseñado su vestuario. Especializada en trajes de época, algunos de sus trabajos anteriores incluyen Lady Macbeth, The Great o La Favorita, del mismo director y con Emma Stone también en su reparto. La experta ha explicado que, en el caso de Pobres criaturas, hizo falta casi medio año para confeccionar los looks que Bella Baxter luce a lo largo del film, cada uno de ellos con un significado.

Una interesante evolución estética

Pobres criaturas se ambienta en la época victoriana del siglo XIX, pero el contexto histórico pasa a un segundo plano en la película, destacando la extravagante ficción. Por eso Waddington tenía claro que no quería incorporar prendas como el corsé, el encaje o la pedrería. Aunque se inspiró en los volúmenes propios de este periodo, llaman la atención los materiales modernos que conforman las prendas, como el plástico o el látex. También las referencias a la moda actual, como la propia diseñadora admite y refleja en piezas como este polisón acolchado inspirado en los plumíferos de Moncler. Es importante la evolución que sufre el vestuario a medida que su protagonista avanza en su descubrimiento sexual. Con vestidos largos y regios al principio en colores oscuros (también la ropa tiene guiños a la de los bebés, para encajar con el cerebro de un año que impantan a Bella Baxton), y poco a poco, tornando hacia un vestuario más atrevido, con colores vibrantes, pantalones cortos, blusas translúcidas...

Un camino lleno de retos

No resultó del todo fácil confeccionar cada prenda que aparece en la película, pues el detalle de alguna de ellas exigía un trabajo de costura titánico. Es el caso del vestido de novia que luce la protagonista, por ejemplo, con amplias mangas de un diseño similar a una tarta de bodas. Una pieza de delicados relieves que la propia modista ha definido como un quebradero de cabeza. Tampoco se libró de algún que otro imprevisto, como el tener que repetir el vestuario del principio de la película, pues se había confeccionado para destacar en color, pero finalmente se decidió que los primeros minutos de la cinta serían grabados en blanco y negro.

'Oppenheimer'

Un total de 13 nominaciones han hecho que la película de Christopher Nolan se corone como la favorita de esta edición. Cuenta con el mayor número de candidaturas, incluida la de mejor diseño de vestuario, la primera para Ellen Mirojnick. Esta diseñadora estadounidense tiene un largo currículum a sus espaldas: de Maléfica a la última adaptación de Cenicienta, pasando por clásicos como Instinto básico y Atracción fatal, o uno de sus trabajos más comentados, Los Bridgerton. Pero han sido sus creaciones para Oppenheimer las que podrían valerle la estatuilla. Un presupuesto reducido, 180 páginas de guion y más de tres horas de película que abarcan varias décadas: con este complicado contexto partía la modista, que finalmente fue capaz de producir junto a su equipo un vestuario de 1.000 trajes.

El sombrero, una pieza fundamental

La película cuenta la historia del físico J. Robert Oppenheimer, a quien el teniente general Leslie Groves designa durante la Segunda Guerra Mundial para un grupo de trabajo, el Proyecto Manhattan, cuyo objetivo consiste en fabricar la primera bomba atómica. "Chris especificó que nadie excepto Oppenheimer (interpretado por Cillian Murphy) debía llevar sombrero", contaba Mirojnick a Los Angeles Times. Y es que tanto este accesorio como la pipa de fumar se han convertido en símbolos característicos de este personaje en la vida real. Era una de las piezas claves del vestuario, pero la modista no las tenía todas consigo, pues las únicas imágenes que existen del sombrero original son en blanco y negro y no permiten apreciarlo al detalle. "El sombrero tenía que ser volteado hacia arriba, hacia abajo. Tenía que ser muchas cosas diferentes. Tenía que reflejar la verdadera esencia del entorno de Nuevo México sin parecer un trozo de cartón sobre la cabeza", explicaba la experta.

Una silueta por época

Tras intentar fabricarlo sombrereros de Italia y Nueva York, finalmente fue la casa Baron Hats en Los Ángeles quien consiguió moldearlo al gusto del director. Otro de los retos que afrontaba la diseñadora era el de los saltos de tiempo de la película, que se mueve en diferentes décadas. Necesitaba que el espectador, con solo mirar a los personajes y su ropa, pudiese identificar de qué fecha se trataba. Para ello decidió extraer las siluetas más representativas de cada una. Destaca también el trabajo de la modista mano a mano con los actores, pues no utilizó bocetos para imaginar el vestuario. Fue especialmente importante en el caso de Cillian Murphy, ya que tuvo que someterse a una importante pérdida de peso y era necesario probar sobre él las prendas e ir adaptándolas.

'Napoleón'

La película ha llamado la atención por la falta de rigor histórico que algunos afirman que tiene, algo de lo que Ridley Scott, el octogenario e icónico director, se ha defendido: "Perdone, ¿estuvo usted allí? ¿No? Pues entonces cállese". Aun así, su trabajo opta a tres nominaciones, entre ellas, la de mejor diseño de vestuario. Janty Yates y Dave Crossman han sido los encargados de confeccionar los trajes que el emperador francés, a quien da vida Joaquin Phoenix, y el resto de personajes llevan durante la cinta. La diseñadora británica había trabajado antes para Gladiator o La casa Gucci, y Crossman, para The Batman o Han Solo: una historia de Star Wars. En Napoleón han unido fuerzas repartiéndose las tareas: la primera se encargó de la indumentaria civil y de los vestidos de Josefina de Beauharnais. El segundo supervisó los trajes militares. ¿El único requisito que les puso Scott? "Que se ciñeran a las reglas", contaron los modistos.

Más de 4.000 uniformes y 30 vestidos cosidos a mano 

Destaca la artesanía en esta megaproducción de vestuario, pues para los uniformes que tanto el protagonista como los militares llevan, se copiaron a mano piezas originales de época. Ropa del 1790 al 1815 que requería horas de confección: "Un gran reto de la preproducción fue completar todos los bordados, porque todo se hacía a mano. Se tardan meses, y meses, y meses en hacerlo", confesaba Crossman a A.Frame. También explica que no resultó sencillo confeccionar los exuberantes trajes del emperador: "Las únicas referencias que teníamos eran pinturas o grabados".

Un taller en Roma, detrás de este (y otros) vestuarios nominados

Hablamos del taller Tirelli, fundado en 1964 y ubicado en el distrito de Prati que arrancó "con una máquina de coser, dos cortadoras y dos costureras", como explicaba su desaparecido fundador, Umberto Tirelli. Ha sido bautizado como "la sastrería de los Oscar" y se especializan en la recolección de prendas antiguas: su creador buscaba piezas por todo el mundo y en la actualidad cuentan con más de 15.000 objetos auténticos de los siglos XVIII al XX. Han prestado sus servicios de sastrería a un total de 17 películas ganadoras de un Oscar a mejor vestuario (La pasión de Cristo, María Antonieta, Amadeus...) y también han hecho lo propio con Napoleón.

'Barbie'

Ha sido una sorpresa que Margot Robbie no consiguera alzarse con una nominación en estos premios Oscar, pero a nadie ha pillado desprevenido que la película sí lo lograse en la categoría de mejor diseño de vestuario. Y es que este tiene un peso esencial en la película de Greta Gerwig. La galardonada diseñadora británica Jacqueline Durran ha estado al mando de todos los estilismos que lucen los actores, y en especial su protagonista, inspirándose en la ropa que desde su creación en 1959 ha llevado la muñeca de Mattel. La modista y su equipo crearon desde cero la mayoría de los conjuntos: "No sólo confeccionamos la ropa, sino también la tela. Elegimos los colores, hicimos los estampados y luego creamos las prendas", desvelaba Durran a Refinery29.

Una colaboración exclusiva con Chanel

La maison ha trabajado con el equipo de Barbie para producir en exclusiva algunos de los conjuntos de su protagonista: siluetas inspiradas en creaciones populares de la firma e ideadas por Virginie Viard. También han trabajado en los accesorios del vestidor de Barbie: las gafas de sol, las joyas y los bolsos nunca faltan en sus atuendos. En la ficción podemos ver algunos cedidos por la firma, como un bolso acolchado en forma de corazón, el modelo Vanity de 1995-1996 que en la actualidad se vende por más de 40.000 euros.

Impacto fuera de la gran pantalla

No solo prendas de lujo hemos visto en el vestuario de la película, sino también muchas otras de marcas Prêt-à-porter ¡y españolas! Por ejemplo, los sets de chaqueta y minifalda de tweed que llevan algunas de las Barbies pertenecen a colecciones anteriores de Mango. Y la propia Margot aparece en una escena con unas alpargatas de la firma Castañer. La cinta ha logrado, además, viralizar otras piezas como las controvertidas sandalias Birkenstock (sus ventas se dispararon) o los patines fosforitos que luce a juego con Ken, una creación de la marca Impala disponible en tiendas.

'Los asesinos de la luna'

Martin Scorsese vuelve a contar por sexta vez con Leonardo DiCaprio para esta cinta (de la cual es productor) sobre el asesinato en Oklahoma de los miembros de la tribu de Osage en 1920 y la investigación que el FBI llevó. Una película que parte con diez nominaciones al Oscar y de cuyos trajes se ha encargado la diseñadora Jacqueline West (El curioso caso de Benjamin Button, Dune...) en colaboración con Julie O'Keefe, experta en cultura nativo-americana y asesora del vestuario Osage. Y es que el trabajo de Scorsese ha intentado ser lo más fiel posible al retrato de esta comunidad, contando inlcuso con descendientes de la tribu entre el equipo.

Un gran proceso de documentación

La diseñadora contó con la inestimable ayuda de los actuales Osage y las fotografías que tenían de sus antepasados. También el Osage Nation Museum contribuyó cediendo vestuario original de 1920. E incluso el propio cine casero sirvió como referencia: la gran riqueza que poseían los Osage les permitió entonces documentar su vida en vídeo (solo la realeza podía hacerlo debido a los altos costes que implicaba), por lo que estas cintas fueron una importantísima referencia para el vestuario.

Precisión y artesanía

La diseñadora ha explicado que toda la ropa se hizo de cero, con la excepción de las piezas cedidas. La joyería y los accesorios fueron elaborados por artesanos de Osage, así como algunas de las caracterísitcas mantas de colores que lucen sus protagonistas, tan propias de la vestimenta original.