Hailey y Justin Bieber impactan con sus looks opuestos para una cena romántica

Han pasado casi cinco años desde que Hailey Baldwin (26) y Justin Bieber (29) se dieron el 'sí, quiero' en secreto, convirtiéndose en uno de los matrimonios jóvenes más estables de Hollywood. Desde entonces es frecuente verles presumir de su amor no solo en las alfombras rojas, sino también de una forma más privada, pues los planes juntos no faltan en sudía a día. Las cenas se han convertido en una de sus citas románticas preferidas y ayer disfrutaron de una en un restaurante de Nueva York, un encuentro especial para el que escogieron conjuntos que destacan por su contraste.

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La pareja disfrutó de una cena en el restaurante italiano L'Artusi, uno de los favoritos de las celebrities que se dejan caer por la Gran Manzana. Para la ocasión, la modelo volvió a recurrir una vez más al color blanco, sin duda el protagonista de su armario veraniego si tenemos en cuenta sus últimas elecciones, con un minivestido satinado con detalles florales de jacquard. Una elegante pieza que combinó con unas sandalias de finas tiras destalonadas con pulsera de brillantes en el tobillo.

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Una silueta con tirantes asimétricos que difiere mucho del estilismo que escogió el cantante. Y es que Justin Bieber lleva años siendo un fiel seguidor del streetwear, confiando siempre en prendas como vaqueros anchos y otras con toques deportivos, como gorras, zapatillas o sudaderas oversize. Su look, totalmente informal, poco tiene que ver con la sofisticada apuesta de Hailey, lo que precisamente hace que su posado sea de lo más llamativo.

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Y no es la primera vez que se repite una escena así, pues ambos tienen un estilo tan definido que este curioso contraste se repite con frecuencia. El pasado mes ocurría lo mismo cuando los enamorados salieron también a cenar: Hailey, con un exclusivo vestido lencero de la firma Anna October (620 euros) y complementos de Saint Laurent; Justin, con vaqueros y camiseta básica. Una fórmula que incluso se da en sus apariciones durante la alfombra roja y con la que confirman aquello de que, sin duda en su caso, los polos opuestos se atraen.