Solo Irina Shayk podría salir a la calle en pijama y hacerlo con mucho estilo

La modelo se ha sumado a la tendencia del estampado de cuadros con un pantalón muy particular

Por Regina Navarro

Suele ser habitual que Irina Shayk cope titulares con sus looks. La modelo, que hace algunos meses puso fin a su relación con Bradley Cooper, es una de las mujeres más inspiradoras del mundo de la moda. En su vestidor están todas esas prendas capaces de salvarte de cualquier problema de vestuario: desde un traje de chaqueta lencero, perfecto para acudir a una boda en los meses más fríos del año, a la falda de cashmere, un diseño que se ha convertido en el relevo del clásico vestido negro. Aunque la modelo se atreve con todo, tal vez nunca habríamos imaginado que sería capaz de convertir un pijama en uno de los conjuntos más estilosos de las últimas semanas. Pero sí, lo ha conseguido.

Los cuadros se han convertido, en los últimos meses, en uno de los prints preferidos de las amantes de la moda. Este estampado, capaz de potenciar las curvas de las siluetas más rectas, parece consolidarse como una de las grandes tendencias de 2020. Se cuela en camisas, abrigos, chaquetas, vestidos… Casi es difícil encontrar una prenda que no haya sucumbido a ellos. Tal vez por eso no sorprendió ver a Irina con unos pantalones de cuadros rojos y negros para pasear, cargada de bolsas, por las calles de Nueva York. Sin embargo, prestando atención a las imágenes y comparándolas con una publicación reciente en redes sociales, es posible adivinar que no son unos simples pantalones, sino que forman parte de un pijama de Intimissimi, firma de la que es embajadora.

Pero conseguir un look lleno de estilo como el suyo no es cuestión de suerte. Irina sabe que los accesorios son capaces de transformar, por completo, un estilismo. Por eso la modelo ha apostado por mezclar esta prenda con unos zapatos de tacón, con lazada al tobillo, de la firma Reformation (270 euros), unas gafas de sol XL de Celine y un elegante bolso negro de Hermès. Se trata del modelo Kelly, un diseño que, aunque nació en 1930, fue nombrado de esta manera en 1956 cuando Grace Kelly posó con él en una instantánea que dio la vuelta al mundo. Irina luce, además, una gabardina negra de la firma Burberry (1.790 euros). Complementos de líneas muy clásicas y todos en la misma tonalidad con los que ha logrado un look perfecto.

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