Así como el verano reclama pantalones cortos, el frío inclemente del invierno nos exige sacar del armario nuestros abrigos. Es un paso inevitable, que a todas, sin importar nuestro estilo de vestir, nos toca hacer cuando las temperaturas se desploman. El quid de la cuestión está en el tipo de abrigo que cada una escoja, y no es cosa menor, tomando en cuenta que siempre será la prenda más visible del look. Aquí reside la importancia de llevar diseños que, además de ser prácticos para esos días de mil recados, nos sienten de maravilla. El abrigo largo, sin embargo, no siempre cumple con todos estos aspectos.
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Es por ello que hemos contactado con una experta en la materia, la diseñadora gallega Vanessa Datorre, que con sus creaciones ha llegado a vestir a la reina Letizia. ¿Quién mejor que ella para participar en esta nueva entrega de Protocolo FASHION? A continuación, te damos las claves para ponerte ese abrigo largo que tanto te gusta, pero sin errores de estilo a la vista. Irás apropiada, elegante y, lo más importante, muy cómoda.
¿Me favorecen más los abrigos largos o cortos?
No todas las chaquetas cortas abrigan de verdad y, aunque los plumíferos sean lo más cómodo del mundo, no siempre encajan con looks más cuidados o en planes formales. Nosotras, que vivimos entre perchas y tendencias, lo sabemos bien… y seguro que tú también, si trabajas en un despacho, una consultora o un banco. Por eso cada vez valoramos más los abrigos largos: con cuello camisero o de solapa y en lanas suaves que nos arropan como un abrazo. ¿El problema? Que, aunque son los más elegantes (y los más virales del invierno), no siempre favorecen a todas las siluetas.
Vanessa Datorre, fundadora de la firma de novias e invitadas Boüret, nos lo explica: "El abrigo largo favorece a las figuras que buscan verticalidad, ya que estiliza y alarga. Funciona especialmente bien en personas altas, de proporciones equilibradas o en quienes desean un efecto más solemne, arquitectónico, mientras que el abrigo corto es ideal para quienes tienen una estatura más baja o para quienes desean marcar piernas o cintura".
Así debes combinar tu abrigo largo para estilizar al máximo la figura
Si estás en este último grupo, no decaigas, porque nuestra experta ofrece algunas soluciones fáciles para que la longitud de tus abrigos deje de ser un problema: "Lo primero es escoger tejidos con caída suave, que no añadan volumen, como crepé de lana, cashmere finos, paños limpios…". ¿Y qué hago con los abrigos largos que ya tengo en el armario?
Está claro que no vas a tirarlos. Todo se puede aprovechar, sobre todo si te decantas por prendas de la misma gama cromática. Hemos hablado ya incontables veces de esta técnica, cuyo objetivo es estilizar al máximo la figura, y Vanessa confirma que funciona: "El secreto está en la armonía visual: abrir el abrigo completamente, dejando que el look interior dibuje una columna del mismo color. Así, se genera un eje vertical que aligera la silueta".
En el terreno de los complementos, ponerte un tacón sutil o cualquier zapato plano que tenga la punta fina será un acierto rotundo para sumar centímetros a simple vista. Pero no todo está en el calzado: "Puedes añadir un cinturón para reequilibrar la estructura del abrigo; además, aporta mucha intención al look", asegura la diseñadora gallega.
Abrigos largos en bodas de otoño-invierno
Cada vez más parejas apuestan por las bodas de invierno, pero acertar con el look puede volverse un verdadero reto. Cuando el frío aprieta, las chaquetas y gabardinas no siempre son suficientes, y es ahí donde los abrigos (especialmente los largos) se convierten en la opción clave. Aun así, si te parecen difíciles de coordinar con los vestidos y trajes de invitada de temporada, es porque lo son: "No existe un protocolo rígido, pero sí criterios de buen gusto", afirma Vanessa.
¿Cuáles son esos criterios, según la fundadora de Boüret? "El abrigo debe acompañar al look, nunca competir. Para ceremonias, suelen funcionar mejor los abrigos largos, limpios y sin estridencias, preferiblemente a juego con el outfit, casi como una prolongación del vestido".
Protocolo FASHION: dónde NO deberías llevar un abrigo largo
- En conciertos o eventos muy concurridos: un abrigo largo es un poema en medio de un huracán de pies. Se arrastra, se pisa, sufre.
- Días de lluvia intensa: el bajo se empapa y el peso se convierte en penitencia. En lluvia fina, sí, sobre todo si está confeccionado en un tejido de paño fino; en chaparrón, nunca.
- Si vas a caminar largas distancias: para la vida urbana, solo es práctico si su material resulta ligero, permite el movimiento libre (con una abertura trasera) y no da sensación de carga.
- Viajes con maleta pequeña: los aeropuertos son grandes enemigos de los abrigos largos, ya que te los tienes que quitar para pasar el control, te pesan si no quieres llevarlos puestos mientras esperas para embarcar y, lo peor, estás condenada a doblarlos para que vayan con el equipaje en cabina.