1/5 © Adobe Stock

Quien más quien menos ha tenido esta desagradable sensación en algún momento: el ardor de estómago. “Se produce normalmente durante la digestión de los alimentos, cuando la válvula del estómago más cercana al esófago se abre y deja pasar los ácidos estomacales provocando sensación de ardor e irritación del estómago. Suele producirse por indigestión, comer demasiado rápido, no reposar la comida lo suficiente o comer en exceso, pero también puede ser síntoma de intolerancias alimentarias o úlceras”, nos cuenta María Aguirre Lozano, nutricionista de bluaU de Sanitas.

 

Lee también: Ardor de estómago: ¿has oído hablar del esófago de Barrett?

2/5 © Adobe Stock

¿Hay alimentos que influyen en que esta sensación empeore?

Hay alimentos que dificultan una correcta digestión y, por lo tanto, aumentan el riesgo de padecer ardor de estómago.

-Las comidas altas en grasas y azúcar.

-Los ultraprocesados.

-Los picantes.

-Los alimentos cítricos y ácidos, como el limón o pomelo o naranja.

-Las bebidas estimulantes y excitantes como el café, el té, al igual que algunas especias pueden favorecer el reflujo.

 

Además, es aconsejable no ingerir alimentos demasiado fríos o demasiado calientes, ya que alteran la mucosa del estómago irritándolo y produciendo este tipo de molestias.  

3/5 © Adobe Stock

¿Hay alimentos que ayudan a combatir el ardor?

Por el contrario, nos preguntamos si existen alimentos que pueden ayudarnos a combatir dicho ardor. “No hay ninguna evidencia científica sobre que ciertos alimentos ayuden a combatir el ardor. Lo que podemos hacer es prevenirlo, evitar complicaciones y disminuir el reflujo o ardor, con las pautas recomendadas. Para combatirlo, generalmente, se utilizan los medicamentos específicos para ello”, nos detalla la experta.

 

Sí que nos confirma que los alimentos como la patata o el arroz, si los cocinamos, los dejamos enfriar unas horas en la nevera y los consumimos posteriormente, hace que contengan más almidón resistente, nutriente que nos sirve de prebiótico para nuestra microbiota intestinal. Con la manzana, ocurre lo mismo, pero en este caso hay que cocinarla para que la pectina sea mejor absorbida.

 

“Tener una flora intestinal adecuada ayuda a tener una buena salud intestinal. Para mejorar esta microbiota también podemos incluir en nuestra alimentación los probióticos como yogur natural o kéfir”, añade.

 

Lee también: Estos son los beneficios de incluir el kefir en tu dieta

4/5 © Adobe Stock

Recomendaciones dietéticas

María Aguirre Lozano añade que las recomendaciones dietéticas se basan en lo que hemos comentado anteriormente: evitar ciertos alimentos. Además de mantener un bienestar emocional, hacer ejercicio, mantener un peso saludable. Otras recomendaciones son no utilizar ropas ajustadas que opriman el aparato digestivo, mantener una postura adecuada tras comer, e incluso durmiendo, y dejar de fumar.

Nos cuenta, además, que no solo es importante tener en cuenta los alimentos que se ingieren, sino también la manera de cocinarlos. Será mejor elaborar los alimentos al vapor, cocidos o a la plancha y evitar los rebozados y las frituras.

5/5 © Adobe Stock

Hábitos saludables

¿Hay una serie de hábitos relacionados con la alimentación que pueden ayudarnos, además, a combatir dicha acidez? “Mantener hábitos saludables es importante para garantizar el buen funcionamiento del organismo y, por supuesto, del aparato digestivo. Fumar, beber alcohol o llevar una vida sedentaria juegan en contra de la salud digestiva. Las comidas equilibradas, porciones moderadas, hidratarse con agua de forma diaria o mantener un peso corporal saludable, ya que un exceso de peso produce una presión sobre el estómago que dificulta la digestión, son claves para evitar la acidez”, cuenta la nutricionista.

 

Asimismo, es aconsejable esperar al menos 2 horas después de comer para tumbarse o acostarse. Durante la digestión, el estómago produce contracciones para mezclar los alimentos con los jugos gástricos y esta posición hace que el contenido del estómago pase más fácilmente al esófago.

 

“Finalmente, el estrés es un factor que contribuye a la irritación del estómago por lo que evitarlo puede disminuir la sensación de acidez tras las comidas”, concluye la experta.

 

Lee también: Estos son dos de los problemas estomacales más frecuentes (y molestos)

Más sobre: