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Los problemas digestivos son un motivo de consulta médica muy habitual. Bien lo sabe Laura Matamoros, que parece respirar más tranquila después de recibir el resultado de una biopsia que la realizaron en una endoscopia digestiva.

Así lo ha explicado la hija de Kiko Matamoros en sus redes sociales: ''He estado bastante jorobada de problemas de estómago''. Ahora, ya tiene el diagnóstico: infección por la bacteria Helicobacter pylori. ''No puedo estar más feliz de saber lo que tengo y de empezar ya mi tratamiento'', comentaba, a la vez que informaba a sus seguidores de que iba a someterse a una dieta estricta. ''Voy a hacer un détox de 10 días con el antibiótico porque es muy fuerte, pero necesito estar bien'', declaraba la influencer, que recientemente, el pasado mes de abril, también padecía otro problema de salud, una reacción alérgica.

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Estos son los síntomas del Helicobacter

Estamos, sin duda, ante una infección muy habitual. De hecho, tal vez alguien de tu entorno o incluso tú mismo has padecido la infección por Helicobacter pylori. Nos hemos preguntado cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que tenemos este problema, cuáles son esas señales a las que tenemos que prestar atención.  “La infección por Helicobacter pylori (Hp) se relaciona con un abanico de síntomas”, nos cuenta el doctor Jorge Yebra, especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.

  • Puede asociarse o empeorar síntomas como el dolor o molestias abdominales en la parte media-alta abdominal (bajo el esternón).
  • Distensión abdominal.
  • Pesadez tras la ingesta
  • Náuseas… lo que conocemos como dispepsia.
  • Otros signos asociados pueden ser la anemia, déficit de hierro, déficit de vitamina B12…

 

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Posibles complicaciones

¿Cuáles son las posibles complicaciones que se pueden derivar de tener esta infección? “Algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones como úlceras gástricas o duodenales; en cuyo caso los pacientes padecerán síntomas como dolor o molestias abdominales altas, distensión, saciedad precoz, pérdida de apetito, náuseas, vómitos y oscurecimiento de las heces (color similar al alquitrán)”, nos cuenta el especialista.

Y es que no hay que olvidar que la infección por Helicobacter pylori produce una respuesta inflamatoria en el estómago provocando una gastritis crónica. “Menos frecuentemente, en pacientes susceptibles, la gastritis crónica puede producir cambios en la capa interna del estómago, como la gastritis atrófica o, en casos muy excepcionales, cáncer de estómago. Es muy poco frecuente desarrollar cáncer de estómago por una infección por Hp. Sin embargo, al ser esta infección tan común, hay que tener en cuenta dicha posibilidad, estando indicado la investigación y tratamiento en pacientes con familiares directos con este cáncer”, nos detalla.

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¿Es un problema difícil de diagnosticar?

La duda es cómo llegamos a la conclusión de que estamos ante esta infección. “Existente diferentes test validados (invasivos y no invasivos) para diagnosticar la infección por HP, ampliamente extendidos y disponibles en la mayoría de centros sanitarios. La elección de un test u otro dependerá de la disponibilidad, experiencia y características específicas de cada caso. Entre las pruebas no invasivas, encontramos el test del aliento, determinación de antígeno en heces y serológicas; en algunos casos, su médico optará por realizar una gastroscopia para examinar directamente la cavidad gástrica, aprovechándose dicho procedimiento para tomar muestras diagnósticas”, puntualiza el especialista.

 

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¿Hay personas que pueden tener la bacteria y ser asintomáticas?

El doctor nos habla, primero de la incidencia, y nos cuenta que la infección por Hp es muy frecuente en nuestro medio y afecta aproximadamente al 40-60% de la población, siendo este porcentaje incluso mayor en países con peores condiciones sanitarias. “Sin embargo, a pesar de ser una infección tan frecuente, sólo provoca síntomas en aproximadamente el 10-25% de los pacientes, siendo por tanto la mayoría asintomáticos (no padecen ningún síntoma)”, nos detalla. ¿Por qué hay, entonces, personas en las que los síntomas se acrecientan y otras que lo padecen de forma más leve? “Aunque aún no está claramente establecido, probablemente la interacción de factores dependientes del propio paciente, factores ambientales y de la cepa de Hp implicada determinan la variabilidad de expresión, observando desde pacientes que no padecen ningún síntoma a otros que por el contrario sí”, nos cuenta el doctor.

 

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Así se trata

Una vez que se confirma, ¿cuál debe ser el tratamiento? Son los antibióticos el tratamiento de referencia. “Actualmente, se utiliza una combinación de antibióticos con fármacos que suprimen la secreción ácida (conocidos popularmente como protectores gástricos) asociados o no a bismuto. Su médico seleccionará el esquema de tratamiento adecuado para cada paciente, teniendo en cuenta factores como las resistencias antibióticas locales, alergias del paciente, consumo previo de antibióticos…”, nos detalla el doctor. Eso sí, sabemos que hay personas a las que les cuesta eliminar la bacteria con el tratamiento con antibióticos, ¿por qué motivo? “La causa más frecuente para que fracase el tratamiento es la resistencia a los antibióticos. Otras causas pueden ser no completar el tratamiento los días pautados o tomarlo inadecuadamente”, concluye el especialista.

 

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Factores de riesgo

Nos preguntamos si hay personas con más riesgo de padecer este problema. Y la verdad es que es algo muy claro, debido, en parte, a que se desconoce la transmisión. “El modo de transmisión preciso de la infección no está claramente establecido, aunque hay hipótesis plausibles. En países desarrollados, la mayoría de infecciones parecen ocurrir en la infancia dentro de las familias, siendo más infrecuente la infección de novo en la vida adulta”, nos explica.

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