¿Cuáles son las causas?
Le preguntamos a la experta cuáles son las posibles causas de esta fobia, y como suele ocurrir habitualmente, estas son muy diversas, tal y como nos explica, pero las resume, sobre todo, en tres:
1. La experta nos detalla que haber vivido un divorcio anterior traumático suele ser una de las causas más habituales. “Nuestras experiencias tienen mucho que ver en nuestra toma de decisiones, es por ello que un divorcio anterior con consecuencias negativas puede ser una de las causas de desarrollar gamofobia. No es necesario haber vivido este divorcio traumático en primera persona, haber visto a alguien de nuestro alrededor pasar por este hecho o haber vivido las consecuencias de un divorcio traumático de los progenitores, puede de igual forma ser la causa del desarrollo de esta fobia”, cuenta Laura Valenzuela.
2. En general, la sociedad hace que asociemos el matrimonio con asumir más responsabilidades, el deber de tener hijos, coartar nuestra “libertad” individual… “Esta asociación errónea con el matrimonio puede ser una de las causas más frecuentes de la gamofobia”, añade.
3. Y, por último, también influye el hecho de tener una baja autoestima, un miedo irracional a madurar…