¿Cistitis en verano? Estos remedios caseros pueden ayudarte a prevenirla
Hidrátate, sécate bien y echa mano de tu botiquín natural
Antes de saber qué remedios caseros, naturales, hábitos o plantas puedes utilizar para combatir la cistitis, es conveniente saber a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de ella.
La cistitis se define como la inflamación de la vejiga urinaria. Se produce principalmente por causas infecciosas, entre las cuales las bacterianas son las más frecuentes. La E. Coli es la bacteria que mas frecuentemente puede producir cistitis aguda tanto en hombres como en mujeres (70-80% de los casos). Dentro de otras causas de cistitis son los trastornos inflamatorios de la vejiga por ejemplo por cambios hormonales, radioterapia u otras causas menos frecuentes como el cáncer de vejiga, nos explica la doctora Diana Mejia, uróloga y miembro de Doctoralia.
Según que se trate de una mujer, un hombre, un niño o una persona mayor puede tener varios orígenes: más frecuentemente se trata de una bacteria que coloniza la orina, un defecto de vaciado, una piedra o una irritación de los nervios que regulan la actividad orinaría. También la calidad de la misma orina que producimos puede ser responsable del cuadro, añade el doctor Nicola Tartaglia, urólogo y también miembro de Doctoralia.
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Más frecuentes en verano
Sabemos que existe mas incidencia de cistitis durante el verano, y esto es debido a la mayor humedad en la zona perineal, bien por el calor, o por el llevar ropa húmeda como un bañador, apunta la doctora Diana Mejía. Además también se cree que el aumento de esta enfermedad en esta época vacacional es por la mayor frecuencia de relaciones sexuales, la cual es el principal factor de riesgo para presentar cistitis en mujeres premenopáusicas.
El doctor Nicola Tartaglia iniste en que llevar bañador mojado no es una buena costumbre, aunque se le tiene más miedo de lo que se debería. El ambiente cálido y húmedo que se genera en el area pelvica favorece la proliferación de microorganismos, sobretodo hongos, aunque estos suelen ser a cargo de los genitales externos más que de la vía urinaria interna. Mantener el sistema inmunitario en forma es la clave y una persona que se alimente bien, practique deporte, se exponga a la luz solar con frecuencia ya de por sí tiene menos probabilidades de sufrir una cistitis.
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¿Qué otros hábitos las favorecen?
La falta de hidratación, sobretodo entre comida y comida, es la primera condición que está a la base del problema. Beber en abundancia (hasta 2 litros de agua diarios) no solo hace que la orina sea más acuosa y menos irritante, si no también permite a la via urinaria de vaciarse con más frecuencia durante el día, impedendo la instalación de bacterias.
Tomar alcohol, bebidas con gas o azucaradas también predisponen a la cistitis.
Escasa higiene puede favorecer una infección así como lavarse demasiado, porqué pueden acabar reduciendose la defensa natural de nuestros tejidos. Los genitales externos están recubiertos por una capa de bacterias, inocuas por su distribución y tipología y que se puede perder si nos lavamos demasiado a menudo con jabón. La asociación europea de urología (EAU), de hecho, recomienda realizar la higiene intima solo con agua para limitar el deterioro de esta capa bacteriana que nos defiende de otros microorganismos patógenos.
Al mantener relaciones sexuales es importante recordar lavarse después del coito, sobretodo si en nuestras practicas incluimos relaciones anales.
¿Hay personas más predispuestas a sufrirlas?
Si se habla de cistitis bacterianas, generalmente son más frecuente en mujeres que en hombres. "Esto es debido a que las bacterias, procedentes de la piel, deben subir a través de la uretra (el conducto que conecta la vejiga con el exterior), y esta es sensiblemente más corta en las mujeres", aclara el doctor Tartaglia y añade que los mayores de edad y embarazadas tienen más riesgo por tener un sistema inmunitario vulnerable. Además, las embarazadas no suelen vaciar correctamente la vejiga por la presión que ejerce el utero, así como los hombres, de edad superior a los 60 años por el posible crecimiento prostatico.
En general, son las mujeres las que tenemos mayor riesgo para padecerlas, afirma la doctora Diana Mejía quien explica que la uretra femenina es muy corta y en estrecho contacto con el sistema genital e intestinal, lo cuales cuentan con una gran carga bacteriana de forma natural. Además, el cambio hormonal propio de la menopausia suele desarrollarse con cambios en el ambiente vaginal, que como he comentado anteriormente, es la principal barrera protectora.
Otros pacientes en riesgo de padecer infecciones urinarias son los pacientes que padecen de diabetes mellitus, hiperplasia benigna de próstata, portadores de sondas o catéteres urinarios, aquellos que vivan en instituciones como centros de mayores, o aquellos pacientes que tengan alterado sus sistema inmune bien por enfermedades o por fármacos como los corticoesteroides
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¿Qué síntomas son los más comunes?
Los síntomas locales son:
- dolor en el bajo vientre
- ardor al orinar
- ganas de orinar todo el tiempo
- picor
- secreciones
Puede aparecer sangre en la orina y también se puede llegar a notar un olor desagradable que según el caso, se puede asociar a un aspecto turbio de la misma.
También pueden presentarse síntomas generales como malestar y fiebre, que puede llegar a ser muy alta con tiritonas cuando a la inflamación de la vejiga se asocia un sufrimiento de los riñones
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Qué hacer si tengo cistitis
El tratamiento evidentemente depende de la causa. Es necesario, ante todo, realizar una analitica de orina que detecte las alteraciones de calidad o un posible microorganismo responsable de infección. Tambien es útil un estudio ecográfico para descartar un vaciado incumplido y la presencia de anomalías tipo cálculos u otras condiciones menos frecuentes.
Si estamos lidiando con una infección es muy probable que se necesite un tratamiento antibiótico aunque a menudo un tratamiento natural o simplemente incrementar la hidratación puede ser suficiente.
Si la cistitis es debida a la mala calidad de la orina o un defecto de vaciado hay que corregir el problema de base y la propuesta terapéutica varía desde la adquisición de hábitos más saludables (hidratación, comida, deporte) a tratamientos farmacológicos o, en casos seleccionados, intervención quirúrgicas.
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¿Antibióticos o remedios naturales?
Los tratamientos se pueden dividir en antibiótico y no-antibióticos. Dada la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos habituales, desde hace unas décadas se han desarrollados alternativas para tratar una infección urinaria no complicada. Dentro de los métodos mas conocidos están los concentrados de arándanos, la D-manosa, probióticos y vacunas.
De igual importancia, dentro del tratamiento se deben dar medidas higiénico-dietéticas como:
- la ingesta frecuente de agua
- alimentación saludable
- evitar el estreñimiento
- orinar después de las relaciones sexuales
En el campo de los antibióticos, tanto la fosfomicina, como la nitrofurantoína, las fluoroquinolonas y los betalactámicos pueden ser utilizados en primera línea de tratamiento, siempre y cuando se haya tenido en cuenta que los tratamientos no-antibióticos han fallado o el paciente tiene algún factor que pueda predecir el riesgo de que la infección se complique.
Cómo me ayuda el arándono rojo americano
Tal como nos explica Ivan Espadas, del Área de Información del Medicamento de los Servicios Técnicos del Consejo General de Farmacéuticos.El arándano rojo americano o cranberry (Vaccinium macrocarpon) es rico en proantocianidinas (PAC) y presenta una composición diferente a otras variedades de arándanos, como por ejemplo el arándano negro (Vaccinium myrtillus). Estas PAC parecen ser las responsables de sus efectos antisépticos urinarios.
El contenido de proantocianidinas varía de forma significativa en los frutos o zumos que podemos encontrar en el mercado. Por este motivo, no estaremos ingiriendo una cantidad fija y conocida. Sin embargo, los productos que podemos encontrar en las farmacias, con arándano rojo en su composición, tienen una cantidad conocida de ingredientes, habiendo además pasado por los pertinentes controles de calidad.
Las cantidades de PAC presentes en los productos con arándano rojo dependerán del producto concreto. Para obtener información individualiza pueden acudir a la farmacia y solicitar consejo farmacéutico, sobre la presentación más adecuada para sus necesidades.
¿Qué otras plantas nos pueden ayudar?
Hay otras plantas medicinales que nos pueden ayudar a prevenir y actuar frente a las cistitis. Estas son las que nos aconseja Ivan Espadas:
- Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) debido a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas.
- Cola de caballo (Equisetum arvense) debido a sus propiedades diuréticas.
- Ortosifón (Orthosiphon aristatus) debido a sus propiedad diuréticas y antisépticas.
- Diente de león (Taraxacum officinale) debido a sus propiedades diuréticas.
El experto, además, nos resume los hábitos y remedios vistos anteriormente, especialmente si somos mujeres, puesto que nuestra anatomía favorece estas infecciones:
- No llevar prendas de ropa demasiado ajustadas.
- Realizar una correcta higiene antes y después de mantener relaciones sexuales.
- Evitar la humedad en la zona íntima, especialmente en los meses de verano. Por ejemplo, en la playa o piscina, intentando cambiar el bañador después de cada baño, ya que el calor y la humedad de la prenda mojada, pueden favorecer el desarrollo de esta infección.
- Pedir consejo al profesional sanitario, sobre el método anticonceptivo que estemos empleando, ya que el empleo de algunos como los espermicidas, pueden favorecer su aparición.
- Beber líquido de manera abundante, especialmente en los meses de verano.
- Los síntomas pueden variar de unas personas a otras, aunque se suele sentir escozor o molestias al orinar. Si reconocemos los primeros síntomas o tenemos sospecha de una posible infección, es importante acudir al médico y no automedicarse con antibióticos, ya que la bacteria o bacterias, pueden no ser sensibles al efecto del antibiótico, con el consecuente riesgo de resistencias a los antimicrobianos.