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Cuando comemos mal, nuestra piel es uno de los indicadores de que algo no va bien. Pero tal vez no te habías planteado nunca que las bacterias de nuestro intestino también pueden provocar problemas en nuestro cutis. “Se ha visto una estrecha relación entre nuestra salud intestinal y la piel. En el intestino se aloja una población bacteriana que se denomina microbiota”, nos cuenta la doctora Juana Coronado, médico de Clínica Mira+Cueto, quien nos explica que para comprender la influencia de nuestra microbiota intestinal en el estado de nuestra piel y en nuestra salud en general hay que conocer cuáles son sus funciones:

  • Función metabólica: Digestión, absorción de nutrientes (aminoácidos, azúcares, vitaminas, etc) a través de las células del intestino.
  • Función de barrera defendiendo contra microbios, toxinas…
  • Regulación del sistema inmune de defensa del intestino.
  • Mantenimiento del tubo digestivo.

 

La microbiota intestinal debe estar equilibrada en su composición, diversidad y distribución para que todo funcione bien y cuando no lo está, hablamos de disbiosis intestinal. En este caso, estaremos en una situación de vulnerabilidad intestinal que se reflejará en nuestro organismo con distintas patologías (afectación del sistema inmune, molestias intestinales con inflamación, digestiones pesadas y gases, problemas cutáneos). A nivel cutáneo se manifiesta con acné, psoriasis, eccemas y dermatitis atópica”, nos detalla la experta.

 

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La relación entre el intestino y algunas enfermedades de la piel

Ya hemos visto como intestino y piel están muy relacionados, pero, ¿cuál es la relación de algunas enfermedades de la piel con el intestino? La doctora nos resume algunos casos concretos:

-La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel. En su desarrollo Influyen la genética y el medio ambiente. Se ha visto que pacientes con dermatitis atópica tienen una composición microbiana alterada  en la piel y el intestino si se comparan con pacientes sanos.

 

-La psoriasis tiene una fuerte asociación con la inflamación gastrointestinal. Entre el 7-11 %de los pacientes con EII (Enfermedad inflamatoria intestinal) son diagnosticados de psoriasis. Se ha demostrado que está muy relacionadas entre sí ambas patologías, hay ciertos factores genéticos, ambientales e inmunitarios que participan en el origen de ambas enfermedades.

 

-Y en el caso del acné, estamos ante una enfermedad inflamatoria de la piel muy frecuente. En opinión de la doctora, tiene un origen multifactorial y muchas veces es difícil saber cuál es su origen, pero se ha visto que entre estos factores, el estrés, depresión y ansiedad pueden empeorar el acné porque se altera la microbiota intestinal y aumenta la permeabilidad intestinal favoreciendo la inflamación de la piel.

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Comer bien para presumir de piel

¿Es tan importante lo que comemos para mantener una piel bonita y en buen estado? Sin duda. En opinión de la experta, hay una relación estrecha entre lo que comemos y el estado de nuestra piel. “Una alimentación sana y equilibrada aportará los nutrientes, antioxidantes y aminoácidos que necesitamos para tener una piel luminosa, hidratada y con buen aspecto. No podemos olvidarnos de hidratarnos bien”, nos cuenta la doctora, que añade que debemos asegurarnos en nuestra dieta:

 

-Un aporte de proteínas de alto valor biológico que nos proporciona aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno y tener un soporte estructural de tejidos y músculos para controlar la flacidez.

-Ácidos grasos de buena calidad que nos proporcionen un aporte de lípidos que junto con una adecuada hidratación nos den un equilibrio de nuestra piel apareciendo más luminosa e hidratada.

-Alimentos ricos en carotenos (zanahorias, espinacas, calabaza…) y vitaminas C y A (cítricos, fresas…),  que son antioxidantes que nos ayudarán a neutralizar los radicales libres que se generan con la exposición solar ayudándonos a contrarrestar sus efectos en la piel como son la flacidez, manchas y arrugas finas.

-Restringir el consumo de azúcares que aceleran el envejecimiento y se han relacionado con empeoramiento del acné. “Cuando ingerimos un exceso de azúcar, las proteínas de nuestra piel reaccionan con el azúcar mediante un proceso llamado glicación que genera una desestructuración del colágeno y la elastina que se endurecen, empeorando la textura, tono de la piel y apareciendo más arrugas. Por otro lado, el azúcar es proinflamatorio por lo que genera empeoramiento de patologías cutáneas inflamatorias como el acné y la rosácea. Se ha visto como la alimentación industrial y las dietas ricas en azúcares simples alteran la microbiota repercutiendo negativamente en el aspecto de la piel. También existe una relación entre el acné y el consumo de alimentos de alto nivel glucémico y lácteos”, nos detalla la especialista.

 

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Ojo si tu intestino tiene problemas

Hemos leído a quien relaciona directamente una piel radiante con un intestino sano, ¿cuál es la opinión de la doctora? “En el intestino se realizan funciones como la digestión y absorción de nutrientes. Cuando el intestino tiene problemas de permeabilidad intestinal o de absorción de nutrientes repercutirá negativamente en el aspecto de nuestra piel al estar peor nutrida ante la falta del aporte de todos los nutrientes que son necesarios para tener una piel sana y equilibrada como hemos visto anteriormente”, nos explica.

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Probióticos, buenos aliados

Nos encontramos con que no son pocos los médicos que recomiendan el uso de probióticos, por ejemplo, en casos de dermatitis atópica o psoriasis. “Nos ayudan a regular nuestra flora bacteriana para que sea más equilibrada y saludable. Ya hemos visto la relación que hay entre una flora bacteriana no equilibrada (disbiosis intestinal) y la piel. Por este motivo la toma de probióticos nos ayuda en el tratamiento de patología cutáneas como la dermatitis atópica y la psoriasis. Por otro lado, ayudan a controlar factores que a su vez producen alteración de la flora como la ansiedad, el estrés, problemas intestinales (diarreas, inflamación, pesadez…), toma de antibióticos”, concluye la doctora Coronado.

 

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