Irremediablemente, la Navidad es una época en la que tendemos a excedernos en las comidas. Y muy especialmente con los dulces, tan presentes en nuestras mesas en estas fechas: turrón, polvorones, roscón... todos ellos con un extra de azúcar que debemos controlar. Más aún las personas con diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2. “Los primeros pueden comer de todo, pero para ello deberán conocer la cantidad de hidratos de carbono que aporta cada uno de los alimentos y aplicar la dosis de insulina correspondiente. En cambio, las personas con diabetes tipo 2 podrían comer de todo, pero no en la cantidad que quieran, vigilando especialmente los dulces y postres navideños”, nos explicaba el Dr. Serafín Murillo, investigador CIBERDEM en el Hospital Clínic de Barcelona.
Y es que no es extraño que los desajustes en los niveles de glucosa en sangre en estas fechas sean más habituales. Para minimizar estos riesgos, el Dr. Murillo considera indispensable adaptar la dosis de insulina al contenido de hidratos de carbono de cada una de las comidas, siempre siguiendo indicaciones del médico. “Incluso se debe modificar el momento en que se inyecta, siempre estando cerca del momento de la comida en que se toman los hidratos de carbono o azúcares. Por ejemplo, en una celebración navideña es posible que esto no sea hasta los postres”.
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Una alimentación saludable sin renunciar a las fiestas
Tal y como nos cuenta Patricia Arroyo Ruiz, doctora del servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, lo primero es recordar que la alimentación de una persona con diabetes no debería ser distinta a la de la población general, es decir, todos deberíamos llevar una alimentación saludable basada en el consumo de verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales… “Si bien es verdad que una persona con diabetes debe poner más atención en lo que come, el resto de la población no debería descuidar este aspecto en absoluto”, nos cuenta la experta.
Y, además, hay que tener en cuenta que el hecho de que una persona tenga diabetes no significa que deba renunciar a las fiestas navideñas. Se puede conseguir disfrutar teniendo precaución, por ejemplo, con los etiquetados. Y es que cada vez encontramos más productos que se anuncian como sin azúcar, con bajo contenido de azúcar o sin azúcar añadido. “Siempre hemos de comprobar la etiqueta nutricional porque nos ofrecer una gran ayuda para conocer la composición. Además de la cantidad de azúcar, es importante saber también los hidratos de carbono que hay, ya que algunos como los almidones también elevan la glucemia”, explica el Dr. Serafín Murillo, quien además recalca que en caso de que se use fructosa como edulcorante, ésta eleva la glucemia de forma similar a cualquier otro azúcar.
Planificar bien los menús
En el caso concreto de las personas con diabetes, los expertos sí que nos da una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta estas fechas:
-Es importante fijarse en la composición del menú. Si partimos de que los clásicos dulces navideños suelen contener elevados niveles de azúcar e hidratos de carbono, es una buena opción reducir la cantidad de estos alimentos en el resto del menú.
-En los entrantes, conviene seleccionar aquellos bajos en grasa y azúcares y no abusar del pan (mejor siempre si es integral). Buenas opciones pueden ser las ensaladas, encurtidos, mariscos, salmón ahumado...
-En los platos principales, es una buena idea preparar alimentos al horno evitando salsas ricas en grasa y acompañar con verduras y ensaladas.
-Y llegamos a los postres, tal vez el punto más complicado para los diabéticos. Conviene que se decanten por fruta, frutos secos y/o chocolate puro de 85% en adelante, si no es posible, una buena opción es la repostería saludable hecha en casa, sin azúcares, utilizando harinas integrales, cacao puro con un mínimo de 85% de cacao y endulzando con dátiles, plátano o algún edulcorante acalórico. Y, en cualquier caso, si esto último tampoco es posible, recuerda que en la moderación estará la clave. Aunque es recomendable evitar los postres típicos de estas fechas y sustituirlos por alternativas como frutas y lácteos, puedes no renunciar a ellos. “Al final todo es una cuestión de cálculo. El contenido de hidratos de carbono de una pieza de fruta equivale a unos 50 gramos de cualquier turrón o a dos o tres piezas de mazapán o uno o dos polvorones. Es cuestión de administrar esa cantidad y no pasarse para evitar la hiperglucemia”, explica el doctor Murillo.
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Ojo con los excesos
La experta de Sanitas nos recomienda también reducir los excesos solo a los días clave, los días de fiesta, lo que conlleva no convertir la Navidad en una época de exceso constante desde primeros de diciembre hasta casi mediados de enero. Y hay que tener especial cuidado con el alcohol. Por eso, conviene beber agua siempre que tengamos sed y limitar al máximo el alcohol, solo de manera puntual en los brindis familiares, si puedes eliminarlo del todo mejor que mejor. Y lo más importante, disfruta del momento, come pausado, saborea bien y modera tus cantidades.
Mantenerse activo, fundamental
Hay otro pilar importante: hay que mantenerse en forma. Sí, pasamos mucho más tiempo en casa debido a la pandemia, pero ese no debe ser un obstáculo. Es importante mantener un estilo de vida saludable donde el ejercicio forme parte también en estos días. Y es que además de vigilar la dieta, también se debe intentar mantener la actividad física. Una alternativa puede ser dar largos paseos. Y son días de mucho ajetreo, pero no hay que descuidar, nunca, nuestra pauta de medicación. "Siempre hay que seguir las indicaciones del médico en este sentido. Y sobre todo seguir todos los tratamientos habituales, incluyendo los controles de glucemia y la toma de otros medicamentos”, concluye el experto.
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