La fiebre es un síntoma que indica que nuestro organismo está luchando para sanar. Pero cuando la temperatura es muy alta, y si ocurre durante mucho tiempo, la salud está en peligro. Por ello, si sube mucho, hay que ir a Urgencias o llamar al médico para que nos indique qué hay que hacer. Mientras esperamos su consejo, podemos recurrir a algunos remedios caseros para bajarla. Antes de ver qué puedes hacer intentar controlar la fiebre alta, te explicamos por qué aparece con la ayuda de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), que nos ha asesorado en este artículo.
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¿Por qué se produce la fiebre?
La fiebre es un mecanismo adaptativo natural del organismo por el que se produce un aumento de la temperatura corporal para defender a nuestro cuerpo frente a alguna enfermedad infecciosa (principalmente víricas y bacterianas) o no infecciosa (tumores, fallos metabólicos, deshidratación, reacción inmune…).
Por regla general, la fiebre no causa daño en nuestro cuerpo, salvo que se trate de una fiebre alta mantenida, en cuyo caso, se recomienda consultar al médico. La elevación de la temperatura es un signo de presencia de enfermedad, pero no es la enfermedad.
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¿A partir de qué temperatura se considera fiebre?
Aunque la temperatura corporal puede variar en función de diversos factores como la edad, el sexo, la actividad física o la salud, se considera temperatura normal fisiológica entre 36,1 y 37,2 grados medidos en la axila. Se considera febrícula entre 37,3 a 38 grados y se considera fiebre, midiendo la temperatura en la axila, a partir de 38ºC.
Los bebés podrían tener temperaturas corporales más altas que los adultos, pero incluso una fiebre leve en los bebés puede indicar una infección.
Siempre hay que tener en cuenta que la temperatura corporal puede variar a lo largo del día, siendo más alta por la tarde y noche y más baja por la mañana.
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¿Cuando es fiebre si tenemos la temperatura muy baja?
Entre 35 °C y 36 °C es una horquilla en la que podría ser un síntoma de alguna patología, pero también hay personas con esa temperatura sin que les pase nada grave. Por debajo de 35 °C ya se considera patológica, hablamos de hipotermia.
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¿Cómo debemos bajar la fiebre?
Para tratar la fiebre normalmente se recurre a medicamentos antitérmicos en sus diferentes formas farmacéuticas, dependiendo de la edad o preferencias personales (jarabe, gotas, supositorios, comprimidos…), aunque no siempre es imprescindible. La dosis se administrará cada 6-8 horas y, en casos estrictamente necesarios, el profesional sanitario podrá valorar la posibilidad de alternarlos cada 4 horas. También es recomendable seguir otras medidas higiénico sanitarias como tomar abundante líquido para evitar la deshidratación, o tomar baños de agua tibia.
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¿Qué remedios caseros podemos usar para controlarla?
Aunque en la mayoría de estos casos no contamos con estudios científicos que demuestren clínicamente su eficacia, existen algunos consejos comúnmente conocidos que ayudan a mejorar la sensación de bienestar como los baños de agua tibia (2-3ºC por debajo de la temperatura corporal), no arroparse en exceso, o colocar paños refrescantes alrededor de la cara.
Otros consejos recomendados en caso de sufrir fiebre es mantener la temperatura de casa entre 20-22ºC, beber abundante líquido para evitar la deshidratación, que es una de las consecuencias más habituales de la fiebre, o retirar el exceso de ropa o mantas para evitar que siga subiendo el calor corporal.
Es importante en todos los casos vigilar la evolución de la fiebre.
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¿Qué riesgos tiene la fiebre alta mantenida?
Una fiebre alta o moderada puede ser perjudicial en adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares debido a que la fiebre hace que aumente la frecuencia cardíaca y la respiratoria. La fiebre también puede empeorar el estado mental en personas con demencia.
Además, las complicaciones generalmente, cuando se presentan, no son debidas a la fiebre, sino a la enfermedad que origina la fiebre.
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¿Cuándo debemos pedir atención médica?
Se recomienda consultar al médico cuando la fiebre es duradera (se mantiene durante más de 48/72 horas) y elevada, así como cuando la fiebre está acompañada de otros síntomas que puedan enmascarar otra patología, como puede ser dificultad para respirar o erupción en la piel, convulsiones, o si la fiebre se origina en niños menores de 3 meses de edad, o si estamos ante el caso de una enfermedad crónica grave (como cardiopatías o inmunodeficiencias…).
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