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La práctica habitual de esta disciplina milenaria nos acerca a la naturaleza a partir de la respiración y, desde siempre, ha fomentado el medioambiente y el respeto a la naturaleza. Quienes lo practican saben que es mucho más que un ejercicio físico. Es la unión, como su nombre lo indica, de la mente, el cuerpo y el espíritu, una unión que sólo puede producirse en armonía con el entorno.

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La práctica habitual de esta disciplina milenaria nos acerca a la naturaleza a partir de la respiración y, desde siempre, ha fomentado el medioambiente y el respeto a la naturaleza. Quienes lo practican saben que es mucho más que un ejercicio físico. Es la unión, como su nombre lo indica, de la mente, el cuerpo y el espíritu, una unión que sólo puede producirse en armonía con el entorno.

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