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Jengibre

La raíz de jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que reducen la molesta sensibilidad de nuestros dientes gracias a su efecto calmante. Puedes rallar un trozo de raíz y aplicarlo directamente sobre la zona en la que tengas la molestia, aunque lo más recomendable es que prepares una infusión con la que puedas realizar varios enjuagues al día.

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Infusión de menta

La menta es antibacteriana y antiinflamatoria, por lo que disminuye el dolor causado por la sensibilidad del esmalte dental y evita que aumenten las bacterias causantes de posibles infecciones. Infusiona hojas de menta durante unos minutos en agua hirviendo y luego deja que se enfríe. Entonces podrás realizar con esta infusión varios enjuagues al día. 
Aceite de mostaza

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