El baño, como muchas otras estancias de tu casa, puede convertirse fácilmente en un cajón de sastre si no mantenemos un control sobre el orden. Pero es que, además, hay muchas cosas que solemos guardar y almacenar en el baño y que no deberían estar ahí. El motivo principal es que la humedad constante y la falta de ventilación puede estropear muchos de estos productos, acortando su vida útil o inutilizándolos. Te decimos cuáles son muchos de ellos (seguro que a ti se te ocurre alguno más) y cuál es el mejor lugar para guardarlos. ¡Manos a la obra!
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Un exceso de toallas
Por mucho que las laves correctamente y las tiendas bien extendidas, si guardas todas las toallas en el baño, es probable que, eventualmente, adquieran ciertos olores y se vayan estropeando con el tiempo. Y es que en esta estancia donde prolifera la humedad, esta puede fomentar el crecimiento de moho y bacterias en las toallas, lo que puede ser poco higiénico y causar malos olores. A esto se suma que los cambios de temperatura del baño y la exposición al vapor caliente de la ducha pueden afectar la calidad de las toallas con el tiempo, haciéndolas menos suaves y menos absorbentes.
Además, el baño suele set una estancia de la casa con espacio limitado, y almacenar las toallas allí puede ocupar espacio que bien podría ser utilizado para otros fines más importantes o para evitar que el baño se sienta abarrotado.
En su lugar, es recomendable almacenar las toallas en un área que esté bien ventilada y seca, como un armario fuera del baño. Así tendrás tus toallas limpias y frescas en cualquier momento.
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Medicamentos
El vapor de la ducha y el uso del agua crean un ambiente húmedo que puede afectar la efectividad y estabilidad de los medicamentos, especialmente aquellos en forma de tabletas, cápsulas o polvo. Además, también puede causar que los medicamentos se descompongan más rápidamente, afectando a su eficacia. Tampoco ayudan los cambios de temperatura, que harán que algunos medicamentos pueden volverse menos efectivos o incluso peligrosos si se almacenan a temperaturas extremas.
Pero es que, además, tenerlos en el baño puede ser peligroso si tienes niños o mascotas en casa. Su fácil acceso es aumenta el riesgo de que los niños o las mascotas encuentren y los consuman accidentalmente.
En su lugar, es mejor almacenar los medicamentos en un lugar fresco, seco y fuera del alcance de los niños y las mascotas, como un armario de cocina o un estante alto en un armario del dormitorio. Asimismo, te recomendamos que guardes los medicamentos en sus envases originales con etiquetas legibles y verificar regularmente la fecha de caducidad para desechar cualquier medicamento vencido de manera segura. En las farmacias encontrarás los llamados puntos Sigres, donde puedes depositarlos con seguridad.
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El maquillaje
De nuevo la humedad y cambios de temperatura pueden ser perjudiciales para el estado de tus productos de maquillaje, que pueden ver cómo su textura y calidad se deterioran mucho antes. Por ejemplo, la humedad puede hacer que los polvos del colorete se vuelvan quebradizos, que los productos líquidos se separen o que las cremas se derritan, lo que afecta su rendimiento y durabilidad.
Además, el baño es un lugar donde se generan muchos gérmenes y bacterias, especialmente en áreas como el lavabo y la ducha. Guardar el maquillaje en el baño aumenta el riesgo de contaminación bacteriana, lo que puede provocar irritaciones en la piel o infecciones si se aplica el maquillaje en una piel ya dañada.
Tendrás que tener en cuenta un factor más. Y es que si tu baño tiene ventana, has de saber que la exposición a la luz del sol, ya sea directa o indirecta, puede afectar a la estabilidad de ciertos ingredientes de tus productos de maquillaje, provocando que se descompongan más rápidamente o que cambien de color.
En su lugar, es mejor almacenar el maquillaje en un lugar fresco, seco y oscuro, como un tocador en el dormitorio o un armario. Así ayudarás a preservar su calidad y efectividad durante más tiempo.
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Joyas y bisutería
La humedad puede dañar materiales sensibles como el metal, el cuero o ciertos tipos de piedras preciosas o semipreciosas, haciendo que tus joyas se oxiden, se manchen o se corroan con el tiempo, lo que afecta su apariencia y durabilidad.
Además, en el baño, tus joyas y bisutería están expuestas a productos de limpieza, aerosoles y otros químicos que se utilizan en la limpieza del baño. La exposición prolongada a estos productos puede hacer que las joyas se decoloren, se rayen o se deterioren con el tiempo.
Lo ideal es almacenar las joyas en un lugar fresco, seco y seguro, como un joyero, una caja de joyas o un armario en el dormitorio. Recuerda también que es importante limpiar y cuidar regularmente las joyas para mantener su belleza y brillo.
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Los productos caducados (o a punto de hacerlo)
Además de los medicamentos, tienes que prestar especial atención a los productos de maquillaje higiene personal que tienes en el baño. Y, sobre todo, controlar su fecha de caducidad. Pero es habitual que en muchas cremas, aceites o productos de maquillaje no venga la fecha como tal. Tendrás que buscar un dibujo de un bote abierto con la letra M donde pondrá los meses que debes tener ese producto abierto antes de desecharlo. Es lo que se llama PAO (Period After Opening). Revisa todos tus armarios y deshazte de todos estos productos de belleza que ya han pasado (de largo) esa fecha. Aprovecha también para hacer limpieza y deshacerte de todos los que no usas. ¡Ganarás espacio!
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Pequeños electrodomésticos
Aunque no lo creas, el baño no es el mejor lugar para guardar pequeños electrodomésticos como el secador, el rizador de pelo, la máquina de depilar, afeitarse o cortar el pelo. La humedad puede penetrar en los aparatos y causar daños en los componentes eléctricos internos, aumentando el riesgo de cortocircuitos o mal funcionamiento. Además, la humedad puede acelerar la oxidación de las partes metálicas de los electrodomésticos, lo que reduce su vida útil.
Lo ideal es almacenar los pequeños electrodomésticos en un lugar seco y seguro fuera del baño, como un armario en el dormitorio o un tocador, lo que ayudará a proteger los electrodomésticos de la humedad y prolongará su vida útil. Además, es importante desconectar los electrodomésticos y dejar que se enfríen completamente antes de guardarlos para evitar el riesgo de sobrecalentamiento.
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Fuera los botes de plástico
Si aún no lo has hecho, cambia los dispensadores de jabón de plástico y la jabonera por otros modelos de materiales más duraderos y que no contaminan. Ya sean de cristal, mármol, madera o metal, no solo romperás una lanza a favor del medio ambiente, sino que también conseguirás un baño muchísimo más estiloso y decorativo.
Después podrás comprar el jabón de manos, el gel o el champú a granel o en envases más grandes que produzcan menos envases a la larga.
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Los perfumes
Otro producto que suele estar en el baño y que no debería estar ahí es el perfume. Y es que la humedad y los cambios de temperatura pueden afectar a la calidad de tu perfume, variando su aroma o incluso haciendo que se degraden, se vuelvan agrios o incluso se desarrollen mohos. Tampoco ayuda si el perfume está en un sitio donde pueda verse afectado por la luz solar.
¿Lo ideal? Almacenarlos en un lugar fresco, oscuro y seco, como un armario cerrado. Esto ayudará a proteger los perfumes de los efectos dañinos de la luz, el calor y la humedad, y prolongará su vida útil.
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Los cepillos de dientes sin dueño o demasiado usados
¿Cuántos cepillos de dientes en el baño tienes y cuántas personas sois en casa? Seguro que, en alguna ocasión, algún invitado te ha pedido alguno y ahí se ha quedado. Si quieres mantener tu baño más ordenado y en armonía, revisa la colección de cepillos de dientes que tienes en el baño y tira todos aquellos que no sean de los miembros de tu familia. Y, si están muy estropeados, ¡renuévalos!
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