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Cada vez está más claro que cuidar del planeta no es una opción sino una prioridad absoluta. No tenemos más remedio que hacerlo, si queremos controlar los efectos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde. Y esto es tarea de todos y cada uno de nosotros, en la medida en que podamos. Adopta algunos pequeños cambios y consigue una casa más sostenible.

 

Persigue la eficiencia energética

El rasgo que define una casa ecológica de otra tradicional es el respeto por el medio ambiente de la primera, que hace que persiga la mayor eficiencia energética posible y un ahorro en el consumo de energía.

Las casas pasivas son un ejemplo, con un consumo casi nulo. De hecho estas viviendas gastan de media solo un 10 % de la energía que consumen las casa tradicionales, y lo consiguen sin sacrificar el confort.

Quizá no es posible para ti transformar tu casa en una casa pasiva, pero sí puedes tomar este tipo de viviendas como fuente de inspiración y tratar de cambiar algunas cosas que te ayuden a mejorar la sostenibilidad en el hogar.

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La energía más limpia

Con el precio que tiene hoy la electricidad es más que recomendable optar, siempre que sea posible, por fuentes de energía alternativas y limpias que posibiliten el autoabastecimiento en la medida de lo posible. Algunas de ellas son más o menos fáciles de incorporar en nuestras casa, en especial si vives en una vivienda unifamiliar.

- Energía solar. Instalar paneles solares fotovoltaicos es una gran idea si vives en una zona soleada, como ocurre en la mayor parte de la geografía española. Generarán la electricidad que se necesita para un uso doméstico. Antes de decidirte a instalar este tipo de sistemas, consulta si puedes beneficiarte de ayudas y subvenciones ofrecidas por organismos oficiales.

- Biomasa. Es una energía limpia y ecológica perfecta para producir calefacción y agua caliente sanitaria. Para conseguirlo el combustible vegetal, mayoritariamente pellets, alimenta una caldera de biomasa o una estufa.

- Energía geotérmica. Es la menos habitual ya que requiere una inversión inicial considerable y, además, la instalación no es nada sencilla. En cualquier caso, puede ser una opción para el futuro. Los sistemas geotérmicos aprovechan la energía procedente del interior de la tierra para abastecer un sistema de calefacción para una casa unifamiliar, así como el agua caliente.

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Que no se escape el calor

Mejorar el aislamiento de tu casa es una de las primeras actuaciones que tienes que emprender para lograr convertirla en un hogar sostenible. Se trata de implementar algunos cambios sencillos que te ayudarán a reducir el consumo de energía (de calefacción y climatización) entre un 20 y un 40 %.

Comienza por averiguar por qué puntos se escapa el calor en tu casa e incide en ellos para evitarlo. Puede ser por la cubierta o la fachada de la casa. En ese caso existen diversos materiales aislantes que te ayudarán a mejorar el aislamiento, como paneles de yeso laminado para el interior de las paredes. Para la cubierta funcionan muy bien las planchas de arcilla expandida y también la espuma de poliuretano.

Para mejorar el aislamiento de los techos puedes instalar paneles de virutas de madera que te ayuden a combatir el problema. En cuanto al suelo, si vas a reformar tu casa y vas a cambiar el pavimento es el momento de instalar un material aislante térmico y acústico, como el corcho.

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Utiliza materiales sostenibles

Apostar en nuestra casa por materiales ecológicos es una buena idea, tanto si se trata de una casa de nueva construcción como si vas a llevar a cabo una reforma. Utiliza madera para los revestimientos y estructuras, así como otros revestimientos naturales como la piedra natural o la cerámica. Otros materiales sostenibles son el corcho o las fibras vegetales, como el ratán o el yute para muebles y accesorios.

En general, es buena idea huir de los materiales sintéticos, en la medida de lo posible. Abandona el uso de los plásticos en lo que a complementos y accesorios para la casa se refiere y sustitúyelos por otro tipo de materiales más sostenibles. 

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Pinturas ecológicas para las paredes

A pesar de que las pinturas tradicionales son, en líneas generales, seguras para la salud, es más sostenible y beneficioso optar por pinturas ecológicas, libres de sustancias químicas.

Apuesta por este tipo de productos y asegúrate de que son ecológicas comprobando que llevan la certificación europea Ecolabel. Esta etiqueta garantiza que las pinturas son realmente respetuosas con el medio ambiente y con la salud de las personas.

Leer: Por qué es buena idea elegir pinturas ecológicas para pintar las paredes

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Vive según la regla de las tres R

Reducir, reciclar y reutilizar. Esforzarse por seguir estas normas cada día en la medida de lo posible es una buena filosofía que te ayudará a ser más consecuente si quieres tener una casa y una vida más sostenible.

Comienza por gestionar de forma adecuada los residuos que se generan en tu casa, reciclándolos correctamente. Recicla los objetos si es posible antes de tirarlos, tratando de darles una segunda vida. Por último, haz la compra de forma responsable: elige productos locales y descarta aquellos que vienen en innecesarios envases de plástico.

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El agua es oro

Existen diversas medidas que se pueden tomar para gestionar el consumo de agua de una forma más sostenible. Puedes, por ejemplo, aprovechar el agua de la lluvia si la acumulas en contenedores especiales. Aunque no te servirá para beber, este agua de lluvia tiene múltiples usos como, por ejemplo, regar el jardín, con el consiguiente ahorro económico.

También puedes hacer algunos cambios en casa para ahorrar más agua. Una medida eficaz consiste en instalar reductores de caudal en la caldera o en los grifos. Es conveniente tratar de economizar en el consumo de agua caliente, ya que se necesita una gran cantidad de energía para generarla.

Leer: Ahorrar agua es posible también en verano

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Incorpora buenos hábitos que ayudan

Ya hemos comentado algunos hábitos que puedes adoptar en tu vida cotidiana para hacerla más sostenible, pero aún puedes ir más allá e ir cambiando ciertas costumbres de consumo.

Hay medidas más importantes, como controlar la temperatura del interior de la casa para que sea constante y regular en invierno y en verano, y otros cambios menos relevantes que, aún así, merecen la pena. ¿Un ejemplo? Modifica tus rutinas de limpieza de la casa eligiendo productos limpiadores basados en sustancias naturales. Puedes fabricarlos tú mismo a partir de zumo de limón, vinagre (ácido acético), bicarbonato, alcohol, aceite de oliva, agua oxigenada, etc.

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Sostenibilidad también en el jardín

Si quieres transformar tu casa en un lugar más sostenible, no puedes olvidarte de las zonas de exterior. Hay muchas cosas que cambiar, por ejemplo, en el jardín.

Comienza por adoptar algunas de las reglas de la xerojardinería, basadas en el cultivo de especies de bajo consumo hídrico. Elige especies autóctonas, mejor adaptadas al entorno, y plantas que no necesiten mucha agua para crecer espléndidas.

Un consejo: renuncia al césped tradicional que requiere grandes cantidades de agua para crecer, y sustitúyelo por otras plantas tapizantes similares más resistentes y fáciles de cultivar y que necesitan menos riego. ¡Verás qué ahorro!

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