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Una pradera verde, mullida y fresca, es todo un lujo en cualquier jardín. Sin embargo, y a no ser que se trate de hierba artificial, lo cual no es descartable en absoluto, disfrutar de un buen césped tiene un coste, que varía en función del tipo y de las exigencias que nos imponga su cultivo. Por eso, no siempre resulta sencillo elegir la mejor variedad. Aquí tienes una pequeña guía para no equivocarte.

 

Un amplio repertorio de posibilidades

Seguramente, antes de tener que enfrentarte a la elección del césped para tu jardín no tenías ni la más remota idea de la inmensa variedad de tipos que existen. La hierba era hierba, sin más.

Nada más lejos de la realidad: existen muchísimos tipos de césped y cada uno tiene unas características propias y unas necesidades de cultivo que pueden llegar a ser muy diferentes. Para empezar a determinar qué pradera has de elegir, comienza por pensar cómo ha de ser el césped que necesitas: ¿la pradera será muy extensa o no? ¿Tienes en casa niños o mascotas que lo sometan a un uso intensivo? ¿Vives en una zona de altas temperaturas? Todas estas preguntas, y alguna otra más, son decisivas para elegir el césped que más te conviene.

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¿Natural o artificial?

Puede que pienses que esta pregunta está fuera de lugar porque hayas descartado rotundamente el uso de césped artificial. En ese caso, nuestra opinión es que no deberías hacerlo, al menos no tan a la ligera. Podrías sorprenderte de la calidad que alcanzan algunos tipos de hierba artificial, así como de las prestaciones que ofrecen.

A pesar de todo, tanto el césped natural como el artificial tienen ventajas e inconvenientes. Mientras el natural es más bello y posee un tacto más agradable.el mantenimiento es infinitamente más costoso, incluso cuando se tratar de una especie de fácil cultivo.

El césped artificial, aunque presenta una textura menos real y agradable, tiene la ventaja de no dar nada de trabajo y de mantenerse perfecto durante mucho tiempo. Tendrás que valorar la extensión de pradera que quieres instalar y cuáles son tus preferencias.

Conviene saber: hoy existe en el mercado césped artificial de gran belleza y realismo, aunque no resulta barato. Antes de decidirte, echa un vistazo en centros de jardinería y tiendas especializadas.

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Ventajas de una pradera artificial

Ya hemos comentado que elegir un césped artificial para el jardín es una opción válida y perfecta, ya que ofrece múltiples ventajas y una más que aceptable apariencia y tacto casi naturales, aunque todo depende de la calidad del material en cuestión.

- Olvídate de trabajar. Lo más interesante de tener en casa una pradera natural es que resulta resistente y duradera, y te libera del cuidado que supone cultivar un césped natural: hay que regarlo con frecuencia, cortarlo, abonarlo, etc.

- Para todo tipo de suelos y climas. No tendrás que valorar si el suelo de tu jardín es apto o no para una pradera natural, si el clima de la zona es muy riguroso o si hace demasiado calor para el césped.

- Máxima sostenibilidad. Puede que el proceso de fabricación de las praderas artificiales consuma más recursos, pero después ofrecen una sostenibilidad infinitamente mayor. No consumen agua ni ningún tipo de energía, ya que no hay que abonarlo ni segarlo.

Conviene saber: el césped artificial no presenta solamente ventajas. También tiene algún inconveniente, ya que puede resultar bastante caro aunque se trate de una inversión inicial, ya que después ahorras en el mantenimiento.

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Tipos de césped artificial

Existen muchos tipos de césped artificial, de diferentes calidades, fibras, grosores, etc. Para elegirlo debes tener en cuenta diferentes factores, comenzando por el uso que vas a darle. Si quieres una pradera que no vas a pisar en exceso, puedes optar por un césped decorativo, denso y suave. Posee una apariencia natural. En caso de necesitar un césped para uso deportivo, o si tienes niños pequeños a los que les encanta jugar a la pelota en el jardín, lo mejor es elegir un material más resistente.

También debes tener en cuenta el tipo de fibras del césped artificial.

- El césped monofilamento lleva fibras individuales, es resistente pero poco natural y, por tanto, también el más económico. Para espacios no transitados.

- El césped fibrilado es denso y posee un aire realista, por lo que puedes elegirlo para tu terraza o para el jardín.

- El césped texturizado es el que posee mayor calidad. Lleva fibras principales y secundarias, lo que aporta más matices y mayor realismo. Es denso, con una textura muy natural, y también es el más caro.

En general, el césped artificial de fibras más largas es el de gama alta: más caro pero con mayor capacidad de recuperar su apariencia tras las pisadas. Los de fibras medias y cortas son más asequibles, pero también de peor calidad.

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Tu césped natural soñado

Si, después de pensarlo despacio y de valorar pros y contras, te decides por el césped natural, disfrutarás de una pradera natural y muy bella, de gran poder decorativo. Existen dos procedimientos para contar con un césped en tu jardín: sembrando semillas o instalando tepes.

El primer método, el de sembrar las semillas adecuadas, es más económico. Por otro lado, instalar tepes o planchas de césped cultivado resulta más caro, por lo que es una solución adecuada para jardines pequeños.

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¿Qué tipo de semillas de césped son las mejores?

Existe una amplísima variedad de semillas de césped que darán lugar a praderas increíbles. Para elegir las más adecuadas en cada caso has de valorar diferentes aspectos, uno de los cuales se refiere al uso que vas a hacer de la pradera.

No es lo mismo un césped decorativo que apenas se va a pisar, que un césped más resistente que tenga que soportar un tránsito más intenso. En el primer caso, elige un césped denso, de hoja fina y muy verde. Necesitará más cuidados, un riego frecuente y un corte semanal, pero estará espectacular, siempre que no lo pises mucho... Algunas variedades de esta tipo son Dichondra repens o Festuca rubra.

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Resistente y práctico

¿Necesitas una pradera más resistente, que resulte decorativa pero que permita también un disfrute mayor? Si quieres un césped para que jueguen los niños tendrás que optar por variedades más fuertes, capaces de soportar ciertas 'agresiones'. En este sentido merece la pena optar por variedades de Agrostis o Poas. Conseguirás una hierba funcional, que te exigirá menos atenciones.

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Para climas calurosos

El tipo de clima de la zona donde vives es un factor importante que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de césped natural para el jardín.

Si se trata de una zona de clima cálido, lo mejor es elegir variedades de hoja ancha y resistente, que soporten las altas temperaturas y que no necesiten demasiado agua, como la bermuda (Cynodon dactylon), la bahía grass (Paspalum notatum) o la Pennisetum clandestinum.

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Variedades que soportan las bajas temperaturas

Para climas fríos y rigurosos debes elegir variedades que puedan aguantar las bajas temperaturas e, incluso, las heladas. Un ejemplo es Ray Grass o Lolium perenne, un césped de rápido crecimiento y resistencia espectacular. También puedes elegir la Agrostis estolonifera, así como la Festuca arundinacea.

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