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No hay mesa de celebración que se precie que no esté decorada con flores. Son el recurso más empleado para engalanar las mesas de fiesta y no es extraño, puesto que añaden frescura, estilo, color y naturalidad.

Además, existen infinidad de formas de utilizar las flores para decorar la mesa, ya sea como centros florales o, como en la idea que te traemos hoy, a modo de chandelier floral: un adorno colgante de lo más romántico y especial.

 

La magia decorativa de las flores

Las flores, sea cual sea su forma, estilo y color, se convierten en un elemento estrella para decorar una mesa de celebración. Tanto si se trata de una mesa de boda o de una reunión informal con amigos, las flores no pueden faltar si queremos añadir al conjunto un toque fresco y natural.

Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla como parece. Si no tienes experiencia en este tipo de tareas puede que no sepas qué flores elegir o cómo presentarlas. ¿Es mejor hacer un centro floral? ¿De qué tipo? Las dudas te asaltan a la hora de elegir una decoración floral para tu mesa festiva.

Comienza por pensar en la época en la que estás y en el tipo de celebración. Si se trata de un evento poco formal y estás en primavera, lo tendrás más fácil. Aquí tienes una idea genial en ese caso: un adorno colgante hecho con peonías.

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Las claves esenciales

A la hora de decorar la mesa con flores se abre ante nosotros todo un mundo de posibilidades. La variedad es tan amplia y las ideas que podemos llevar a la práctica son tantas, que conviene tener claras ciertas pautas que marcan el éxito de una decoración floral para la mesa.

Para empezar, piensa en los colores de las flores y trata de que combinen con las tonalidades de la mantelería y la vajilla. Como hay tantas formas y colores para elegir no te resultará difícil encontrar las flores adecuadas.

Por otro lado, conviene dejar a un lado aquellas flores con perfumes muy intensos o embriagadores, ya que interferirán con los aromas de la comida, lo que puede resultar desagradable para algunos comensales. Elige flores de olor neutro o sin perfume.

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El tamaño, una cuestión relevante

Si vas a elegir un centro de mesa floral es muy importante acertar con el tamaño. Debe estar proporcionado con el tamaño de la mesa. Si es demasiado pequeño pasará desapercibido y se verá extraño, y si es excesivamente grande llenará la mesa robando espacio para otras cosas como la vajilla, la servilleta o el plato del pan, lo que puede resultar incómodo.

Otro aspecto a tener en cuenta es la altura de los centros de flores. Vigila que no sean demasiado altos para evitar que perturben la visión entre los comensales.

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Peonías colgantes sobre la mesa

Los adornos florales colgantes resultan muy originales a la hora de decorar una mesa de fiesta. Tienen la ventaja de que no ocupan sitio en ella, ni dificultan la visión entre los comensales, aunque lo más probable es que todos ellos miren hacia arriba para contemplar la belleza de la decoración.

Este tipo de arreglos resulta teatral e imponente, por lo que ya no necesitarás poner más elementos decorativos en la mesa, a excepción de algunas flores sencillas o unas velas.

Por otro lado, un chandelier floral como el que vamos a aprender a hacer a continuación servirá tanto para una reunión elegante como para una comida informal o, incluso, para decorar una mesa de brunch.

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Los materiales que necesitas

Para hacer este adorno colgante floral no necesitarás demasiadas cosas. Busca un hula-hoop o un aro rígido de alambre, plástico o madera. En lo que al tamaño del aro se refiere, tú decides cómo quieres que sea el adorno, en función del tamaño de la mesa y del espacio.

También necesitarás hilo de sisal o hilo de pescar, fuerte e invisible. Hazte con cinta adhesiva de floristería de color verde, tijeras y un gancho para colgar el adorno del techo.

En cuanto a las flores necesitarás peonías (mejor si son de dos colores distintos), y otras flores de primavera para acompañar. En este trabajo se han empleado Aquilegia vulgaris y Scabiosa atropurpurea. También te harán falta ramas y hojas verdes como el jazmín, la hiedra o el eucalipto.

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Paso 1. Montar la estructura y decorar el aro

- Comienza por sujetar el aro que va a servir de soporte a las flores con el cordel de sisal o con el hilo de pescar que vas a emplear para colgarlo del techo sobre la mesa. Asegúrate de que la estructura queda bien sujeta.

- A continuación, ve envolviendo el aro con ramas y hojas verdes hasta que quede completamente cubierto. Estas ramas deben quedar sujetas al aro con la cinta adhesiva.

- Continúa hasta que el resultado te parezca decorativo y bastante frondoso. Puedes dejar que alguna rama caiga ligeramente hacia abajo.

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Paso 2. Decorar con las flores protagonistas

- Una vez hayas terminado de forrar el aro con el follaje y las ramas verdes puedes colgarlo del techo en el lugar adecuado y a la altura correcta, teniendo cuidado de que no quede demasiado bajo.

- Ve insertando las peonías entre las hojas verdes. Puedes hacer grupos de tres, por ejemplo, alternando los colores y dejando un espacio regular entre cada grupo de flores. Sujeta las flores con cinta adhesiva verde o con hilo de pescar.

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Paso 3. Completar el adorno con el resto de flores

Una vez hayas colocado las flores de peonía en el adorno colgante, llega el momento de completarlo con el resto de flores de acompañamiento. Puedes emplear rosas o cualquier otra flor que te guste y que tengas a mano.

En este caso se han empleado las siguientes flores: astrancia (Astrantia), una flor con forma de estrella que aparece a finales de la primavera y en verano; aguileña común (Aquilegia vulgaris), cuyas flores son azul violeta o blancas; y flor de viuda (Scabiosa atropurpurea), con forma de racimo de color púrpura.

Un consejo: aunque la duración de tu arreglo floral dependerá de varios factores (como la apertura de las flores en el momento en que se cortaron o la temperatura ambiental), si pulverizas ligeramente las flores te durarán más. Después, mientras se van secando, todavía resultarán atractivas.

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Flor de primavera

Uno de los encantos de cultivar peonías en tu jardín es el de disfrutar de la belleza de sus flores que son todo un espectáculo. Esta planta originaria de Asia presenta más de 1.000 variedades diferentes, con flores de colores y tamaños distintos. Las más habituales florecen en primavera y verano. Pueden ser blancas, rosas, amarillas, rojo oscuro, etc. Plántalas en primavera, riégalas de forma regular vigilando que el terreno no se encharque y crecerán felices. Cuando llegue la siguiente primavera se llenarán de flores espectaculares con las que decorar tu casa y, por supuesto, tus mesas de celebración.

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