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Las hortensias son, sin duda, una seña inconfundible de la geografía del norte de España. Y es que esta planta maravillosa encuentra en esas latitudes el entorno ideal para desarrollarse: temperaturas suaves y benignas tanto en verano como en invierno, un clima húmedo y lluvioso, y cielos nublados que mitigan los rayos del sol. Hemos hablado con Miguel Ángel Carmona, experto de Verdecora, quien nos ha explicado cuáles son las claves para cultivar hortensias. Mímalas ahora durante el otoño con una buena poda y abónalas en invierno: se llenarán de flores la próxima primavera.

 

Una planta que ama los climas suaves

Según nos explica Miguel Ángel Carmona, “en España la variedad más conocida es la Hydrangea macrophylla, que se desarrolla en el norte de manera natural debido al clima atlántico suave, pero su cultivo puede adaptarse a cualquier otro lugar de nuestro país, siempre que esté en una zona sombría y con alta humedad”.

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La belleza de la Hydrangea

Englobadas en el género Hydrangea encontramos numerosas variedades de hortensias. Todas ellas son plantas arbustivas de tamaño medio cuya hoja cae en otoño.

Miguel Carmona nos explica que a finales del invierno comienza a brotar de nuevo llenándose de hojas nuevas y capullos de flor. En primavera crece de forma acelerada y nacen unas magníficas flores.

Además, la hortensia hace gala de unas hojas grandes y bellas, de forma ovalada, textura rugosa y nervios marcados.

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Los cuidados básicos

Si quieres que las hortensias de tu jardín estén espectaculares debes buscarles el emplazamiento adecuado, en un rincón sombrío y protegido de los rayos del sol.

Es una planta que requiere de un riego abundante, en especial en las estaciones cálidas. Carmona recomienda regar las hortensias en días alternos durante la primavera y todos los días en verano. Si vives en una zona muy húmeda, el clima marcará la pauta.

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El suelo perfecto

Una de las características que definen el cultivo de las hortensias es que necesitan un suelo ácido, con un pH bajo. De lo contrario no pueden asimilar los nutrientes y no se desarrollan adecuadamente.

Tendrás que hacerte con sustrato para plantas acidófilas, específico para cultivarlas en maceta o en el suelo del jardín.

Procura que el drenaje del sustrato sea el adecuado. Aunque las hortensias aman la humedad, no toleran el encharcamiento.

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Un plus de hierro

El hierro es un mineral necesario para las hortensias. Si no lo asimilan de la manera adecuada por estar en un sustrato con un pH superior a 6,5, sufrirán lo que se conoce como clorosis férrica, y las hojas se volverán amarillas. “Un truco para evitarlo es enterrar clavos de hierro en las macetas, para potenciar el verdor y la fuerza de las hojas de las hortensias”, nos explica Miguel Ángel Carmona.

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Vigila el agua de riego

Ya sabemos que la humedad es fundamental para las hortensias, pero debes tener cuidado si vives en una zona en la que el agua es muy dura, ya que un exceso de cal podría subir el pH del sustrato.

Para evitarlo tienes varias opciones: regar las hortensias con agua de lluvia que hayas recogido en un depósito previamente, o añadir al agua unas gotas de vinagre para acidificarlo.

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Flores muy azules

Las bellas flores de las hortensias no son siempre azules, de ese color tan característico y especial. Pueden ser también blancas o rosadas, en función de la variedad y también del pH del sustrato en el que crecen.

“Si quieres que las flores de tus hortensias muestren un azul intenso, lo mejor es plantar las hortensias en maceta y utilizar un producto azulador”, nos cuenta el experto de Verdecora. “En el suelo suelen perder ese tono azulado y volverse más blancas, y en determinadas zonas, como Madrid por ejemplo, si no utilizas azulador las flores tomarán un color rosa”.

¿Y las hortensias cuyas flores presentan un tono verdoso? “Eso suele ocurrir por una carencia de acidez en la tierra”.

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Dale el alimento que necesita

Aunque tus hortensias se desarrollen de una forma saludable, no está de más que les proporciones un abono adecuado, al menos en determinada época del año, por ejemplo de febrero hasta junio.

Esto les ayudará a crecer más y a conseguir una floración abundante. Elige un fertilizante específico para plantas acidófilas.

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Cuidado con el oidio

Además de la clorosis férrica, es decir la falta de hierro (o la dificultad para asimilarlo), las hortensias sufren con frecuencia la enfermedad del oidio, un hongo que cubre de polvo las hojas y brotes jóvenes de la planta. Se puede combatir con un fungicida específico.

Una precaución que debemos tomar para evitar que el oidio ataque a nuestras hortensias consiste en no mojar constantemente las hojas y regar directamente en el sustrato.

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Una buena poda en otoño

¿Es necesario podar las plantas de hortensias? Todo depende del tamaño que estén alcanzando sus tallos.

Como las flores nacen de las yemas terminales de cada tallo, si estos crecen mucho podrían llegar a doblarse a causa del peso. Una buena poda a tiempo hace que el arbusto mantenga su forma redondeada.

Por tanto, sí es conveniente podar las hortensias cuando son adultas, siempre que lo hagamos en el momento adecuado, justo después de que acabe la floración (siempre que vivas en una zona templada en la que las heladas no sean tempranas ni frecuentes).

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