Una antigua casona mexicana rehabilitada que te enamorará para vivir
Exteriores repletos de color e interiores calmados
Rehabilitada en 2021 y con 260 metros cuadrados totales, Casa Maca es una antigua casona que nos transporta a la tradición mexicana y cautiva por la vitalidad de sus colores y texturas en el exterior, y su calma interior. Ubicada en Mérida, México, es un proyecto de Workshop, Diseño y Construcción.
Exteriores a pleno color
El rosa salmón de las paredes, el azul de la piscina y el verde de la vegetación, hacen que la zona central de la casa sea un patio diseñado como un jardín, al que comunican los espacios interiores de la casa. Concretamente, la cocina, por ejemplo, se abre al jardín central, como el comedor principal. La estructura de esta casa mexicana, de planta alargada, permite que se cree una zona comunicada de vivienda y un dormitorio con baño en el extremo opuesto de la finca, a modo de casa de invitados independiente.
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El rosa mexicano tiene un papel relevante en el diseño
Con una fuente en el centro, la imagen del patio exterior central se presenta como la de una plaza de un pequeño poblado con casas bajas alrededor y varias puertas de madera. "El patio central pretende romper por completo con los colores neutros del interior, con un rosa mexicano intenso, resaltando el color de la carpintería y de la vegetación tropical que rodea al espacio", señalan desde Workshop, Diseño y Construcción (www.workshop.com.mx). El suelo de piedra enlaza de manera simbólica el interior con el exterior y envuelve la piscina, tipo alberca, creando el ambiente perfecto para relajarse.
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Un porche cubierto con paredes en color rosa y piedra
Una pequeña terraza techada, ideal para sentarse a tomar el fresco comunica también con el jardín. Se trata de un anexo de la propiedad de mediados de siglo y en la rehabilitación se preservó prácticamente toda la estructura original. Las puertas se restauraron y el resultado es un comedor y estar exterior, aunque bien resguardado, para disfrutar de la sensación in & out. A su lado queda el dormitorio de invitados.
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El edificio posterior: dormitorio de invitados
"Con una volumetría moderna y pura, el edificio posterior integra materiales y elementos de la estructura histórica, como los suelos de pasta y el diseño de las puertas originales", comentan desde Workshop, Diseño y Construcción. En la rehabilitación de esta casa mexicana, se decidió ubicar en la planta baja una habitación, que cuenta con un pequeño jardín privado y conecta al patio central -todo a través de ventanales protagonistas- y a una terraza techada. En el segundo nivel, hay una terraza solarium con vistas al jardín.
Interior con techos de altura excepcional
Al seguir el recorrido hacia el interior de la casa, en la zona diseñada como salón y comedor, "nos sorprende un espacio a doble altura, donde originalmente existía un entrepiso con una habitación. En el proceso de diseño se decide demoler estos elementos, con el objetivo de maximizar las sensaciones espaciales, pero dejando como testigos tangibles de esta segunda historia las puertas y ventanas que formaban parte del ambiente", indican los arquitectos. El resultado es un salón que comunica con el comedor a través de un vano rematado en arco y que goza de la sensación de amplitud. Las paredes en piedra rústica se combinan con un zócalo encalado en la parte baja y un suelo con motivo hidráulico a modo de alfombra en la parte central.
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Piedra y azulejos de color, revestimientos protagonistas
En la rehabilitación, "al quitar los acabados en mal estado se pudo apreciar la excelente calidad de mano de obra con la que se construyeron los muros originales, por lo que se decidió conservar la mampostería de piedra aparente, enmarcándola con molduras en colores claros, como si de una obra de arte se tratara", señalan desde el estudio. Se restauraron todos los elementos que contaban una historia, para integrarlos en el diseño. Siempre en busca de una paleta de colores neutros y crudos, donde los protagonistas fueran los coloridos tapetes de mosaico de pasta en el pavimento y la textura de piedra en muros. La imagen muestra el comedor, con una espaciosa mesa redonda en el centro, enmarcada por la baldosa colorida del suelo; y muebles auxiliares alrededor.
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La cocina de la casona mexicana se abre al patio central
En la cocina tampoco faltan los azulejos de colores en la zona del salpicadero y en la base de la barra central. Un gran lineal de trabajo acoge las zonas básicas y la isla a modo de barra amplía la superficie de apoyo con encimera. A través de dobles puertas clásicas recuperadas, la cocina se abre al patio.
Una mirada al techo
Donde también hay elementos recuperados de la vivienda original. Plafones, molduras y vigas de madera se han restaurado para recuperar el lustre y se han pintado en los mismos colores que las molduras que enmarcan las puertas o vanos de paso. De esta manera, el conjunto deja protagonismo a las paredes, pero se crea una paleta sencilla de tonos neutros que invita a la calma. Los muebles han mantenido este concepto tanto en diseño como en materiales y tonalidades.
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El dormitorio principal
De nuevo una paleta de neutros, mucha piedra en las paredes, molduras y detalles en beis alrededor de puertas recuperadas y la alfombra de baldosa hidráulica en el suelo. Nada desentona respecto a otros ambientes de la casa en el dormitorio principal. El mobiliario actualiza el conjunto, con acierto dada la sencillez de líneas que no resta protagonismo a los matices que aportan los revestimientos.
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Espacios que cuentan una historia
"Casa Maca nos permite adentrarnos en el pasado, disfrutar de los valores históricos de su arquitectura y, al mismo tiempo, nos sorprende con la energía, vivacidad y alegría de sus colores y texturas, aprovechando al máximo sus espacios diseñados específicamente para el disfrute de quien la visite", concluyen desde el estudio encargado de la rehabilitación de esta casona mexicana. En el baño tampoco falta el guiño al color, como en la cocina, con el uso de azulejos decorativos en el murete que delimita la zona de la ducha.
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