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La reforma de esta casa de Barcelona demuestra que la decoración minimalista no está reñida con el encanto y la calidez, siempre que se sepa cómo trabajarlo. Tal y como hace LaiaUbia Studio con un estilo en el que se siente como pez en el agua. “Para este proyecto quisimos respetar y resaltar al máximo las texturas y materiales existentes. Lograr el equilibrio y la armonía con nuestros diseños y combinarlo todo con las necesidades de los propietarios y la funcionalidad. Así, resaltamos la pared de ladrillo visto, reubicamos y aprovechamos las puertas existentes y mantuvimos la escalera y las vigas de maderas originales”.

 

Salida al exterior

Distribuida en dos plantas, esta vivienda de 120 metros cuadrados ubica en la baja, un estudio, baño, sala de estar, cocina con comedor y un patio y reserva la primera para la zona de noche con un baño completo, dos habitaciones y un espacio de lavandería-estudio, abierto a la escalera. Uno de los objetivos principales de la reforma era potenciar la entrada de la luz natural con el fin tanto de iluminar cada rincón como reducir la factura energética. Para ello, se crearon lucernarios en la cocina y la escalera y se realizó un cerramiento con apertura tipo acordeón, que permite abrir completamente el interior al patio de 80 metros cuadrados. Para unificar, todos los suelos de fuera y dentro son de hormigón fratasado.

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Salón

Estamos ante la zona más especial de la casa, debido, en parte, a los altos techos de tres metros y medio, la autenticidad de la pared de ladrillos y la belleza de las vigas de madera. Una chimenea de estilo minimalista organiza el espacio, de forma que determina la distribución, pero no obtiene un protagonismo excesivo. Un sofá blanco, un mueble de televisión y dos mesas auxiliares, que sustituyen al típico modelo de centro, completan el conjunto. “En la planta baja, hemos repicado y limpiado de yeso la pared existente de ladrillo manual. Dejándola vista y potenciándola con la luz de las lámparas colocadas según la distribución del espacio y el mobiliario. Para el resto, hemos optado por paredes blancas, siguiendo el mismo criterio de potenciar la luz natural y dar mayor luminosidad a las estancias”, señalan desde el estudio.

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Comedor

El comedor comparte espacio con la cocina, demostrando que son un dúo bien avenido, capaz de triunfar en las comidas de diario como en las más formales. Una mesa de madera rectangular, en consonancia con la planta de la estancia, se sitúa en el centro del espacio bajo la luz de dos lámparas de techo de estilo industrial, que encajan muy bien con las tuberías a la vista o la pared de ladrillos. Es importante destacar el objetivo principal del proyecto de atrapar la luz en el interior, condición que puso el foco en dos aspectos: el lucernario y el cerramiento. Así, el primero que ocupa todo el ancho del espacio, mientras que el segundo se calculó de las máximas medidas posibles.

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Cocina

Diseñada a medida, en la cocina conviven armoniosamente materiales existentes, como las paredes de ladrillo manual, con las nuevas incorporaciones. Los muebles combinan laca blanca con madera de roble natural, lo que proporciona un plus de calidez al ambiente y la hace más acogedora para la vida diaria. Además, conscientes de la necesidad de almacenaje en las viviendas actuales, se ha aprovechado al máximo la altura de los techos, diseñando armarios en toda la parte superior que ofrecen espacio extra para guardar sin necesidad de muebles auxiliares.

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Escalera

La escalera de acceso a la primera planta está bañada por la luz natural, gracias al lucernario colocado en la cubierta superior. De esta manera, un lugar normalmente oscuro se vuelve luminoso, potenciando, al mismo tiempo, la sensación de amplitud. Además, el diseño de la barandilla no solo resulta ligero, cómodo y seguro sino que, además, permite el paso del sol a su alrededor.

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Baño con ducha

El baño de la planta baja resulta tan práctico como coqueto, al mezclar elementos y materiales antiguos con otros modernos o de última generación. Así, el suelo de hormigón fratasado (muy resistente) se mezcla con un zócalo alto de azulejos tipo metro con bisel, un lavabo antiguo recuperado, un espejo dorado y el sanitario suspendido de Roca. Por su parte, la zona de la ducha se ha revestido con pizarra y se ha apostado por un plato a ras de suelo de Hidrobox.

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Dormitorio principal

Su techo con vigas de madera y sus grandes ventanales con salida a la terraza crean un espacio luminoso y lleno de encanto. Además de la cama y su cabecero de obra, el armario XL de pared a pared es el otro protagonista del dormitorio. Sus generosas dimensiones proporcionan gran capacidad de almacenaje, sin restar metros visuales, ya que su color blanco le permite integrarse en la estancia a modo tabique. Para potenciar la calidez, la cama se ha vestido con un gran número de cojines en tonos tierra y naturales y se ha colocado una alfombra a los pies.

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Cabecero a medida

Una de las principales características del estilo minimalista, además de la consabida regla del ‘menos es más’, es la funcionalidad. Por eso, todo está cuidado al máximo para que, sin recargar el ambiente, se logren espacios bien aprovechados con sitio para guardar. El cabecero de madera del dormitorio principal es un buen ejemplo de ello, al igual que el armario. Realizado a medida, de pared a pared, su parte superior hace las veces de repisa y de mesita de noche, gracias a que se han empotrado dos focos, uno a cada lado de la cama, para poder leer cómodamente por la noche.

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Habitación infantil

La habitación infantil mantiene el estilo minimalista del resto de la vivienda, aunque buscando un plus de calidez a través de la pintura, con un zócalo alto de color verde, y los accesorios, como la alfombra redonda de fibras vegetales. Dada la altura de los techos, se ha optado por una cama alta que ofrece una parte inferior perfecta como lugar de juegos cuando son pequeños o como refugio según van creciendo. El suelo laminado con aspecto de madera es ideal para esta estancia, ya que, aunque agradable a la pisada, es muy resistente al trote diario.

 

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Baño principal

El baño de la zona privada se ha revestido con un porcelánico en tonos grises, a juego con el pavimento, salvo la pared de la bañera, donde se han colocado unos azulejos hidráulicos hexagonales de Mosaico del Sur. El mueble bajolavabo de madera, realizado a medida, y el lavamanos de Solid Surface blanco (un material cálido al tacto) aportan un toque de calidez al ambiente. Completan el conjunto una grifería encastrada (de Tres Grifería) y un práctico radiador toallero.

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Lavadero con doble función

En la primera planta, se ha diseñado un espacio abierto que sirve de lavadero o estudio, según el momento. Los armarios hechos a medida albergan la lavadora y secadora, mientras que una gran mesa puede hacer las veces de escritorio o de superficie de apoyo para la ropa. La malla de corrugado actúa tanto como barandilla, ‘cerrando’ el espacio, pero dejando paso a la luz que llega del lucernario de la escalera, como de tendedero para prendas pequeñas.

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