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El filodendro (Philodendron) es una planta de interior de la que existen centenares de especies. ¿Qué rasgos comunes comparten? Son de rápido crecimiento y lucen unas fantásticas y grandes hojas verdes y brillantes, en muchas ocasiones en forma de corazón.

Se trata de una planta de hojas perennes que crece bien en el interior durante todo el año y si se tiene en maceta se puede sacar de mayo a septiembre al aire libre si se desea, pero debe permanecer en semisombra.

Para poder sobrevivir en el exterior los 12 meses necesita que la temperatura nunca baje de los 10º C, así que en un clima subtropical como el de las Canarias sí se puede plantar el filodendro en el jardín.

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Posibilidades diversas

El filodendro en maceta puede tener un porte colgante, si es la estética que estás buscando. Si quieres, también puedes cultivarla en vertical, tan solo necesitará la ayuda de un tutor para que se enrede en él.

Por otra parte, el filodendro trepador (Philodendron scandens) es perfecto si deseas emplearlo para dar una decoración selvática a la casa. Además, con él es habitual crear un jardín vertical muy frondoso. Esta especie no es muy exigente con la luz y podrás situar este paño de pared natural incluso en zonas tirando a sombrías. Otra especie ideal para emplear en jardines verticales es el Philodendron xanadu (rebautizado Thaumatophyllum), de vistosas hojas aserradas, aunque, en este segundo caso, sí deberá estar en un ambiente bastante luminoso.

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Amante del calor

El filodendro es originario de climas cálidos (áreas tropicales de Brasil, Colombia, Venezuela, Martinica y Guayana) y no le gusta especialmente el frío, lo ideal es mantenerlo siempre por encima de los 18º C. Es más tolerante con el calor y sobrevive incluso si este es excesivo, aunque en tal caso deberás proporcionar agua y humedad para que se desarrolle bien. Y es importante también situarlo en un lugar alejado de corrientes de aire. Y por 'caluroso' que sea, no le convendrá estar cerca de fuentes de calor como radiadores.

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Luz natural siempre matizada

Como hemos comentado ya, existen cientos de variedades y no todas tienen las mismas necesidades. Por regla general podemos afirmar que el filodendro ama la luz indirecta e incluso los sitios con poca luz. ¿Qué hacer si sus hojas pierden su color original? Que esa especie en concreto sí necesita más luz, así que deberás encontrarle una nueva ubicación, verás como de este modo de paso su crecimiento se acelerará.

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Riego abundante

Como la mayoría de las plantas, tiene unas demandas hídricas distintas en verano que el resto del año. En el estío debes regarlo cada dos días, mientras que durante las otras estaciones la frecuencia disminuye y podrás esperar unos 4 o 5 días entre riego y riego.

Para mantener una buena humedad, en verano pulveriza las hojas del filodendro con agua de lluvia o sin cal una o dos veces por semana.

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¿Qué hay del sustrato?

La tierra debe proporcionar un buen drenaje, así que lo ideal es apostar por un sustrato aireado, por ejemplo a base de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita o arena de río lavada. Además, el sustrato debe ser fértil. Resulta aconsejable abonar desde comienzos de primavera hasta finales del verano con fertilizantes para plantas verdes, para aportarle nutrientes como nitrógeno, magnesio o hierro.

En la imagen, la variedad Philodendron Birkin con hoja variegada.

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Recortar y despuntar

Una de las tareas de mantenimiento que requiere esta planta siempreverde es ir recortando las hojas y los tallos que presenten alteraciones de color, estén muertos o enfermos.

Resulta aconsejable igualmente pinzar las puntas, para provocar que aparezcan nuevos tallos con más hojas. De este modo conseguirás que el filodendro tenga una estética más densa.

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Multiplicación sencilla

Los filodendros pueden propagarse a partir de esquejes del tallo que tengan alguna hoja axilar. La técnica es sencilla y debe realizarse a principios del verano.

En primavera será la época ideal para ir trasplantándolo, algo que conviene hacer cada dos años o incluso anualmente, ya que el filodendro crece vigorosamente.

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Plagas que debes vigilar

Esta planta no solo requiere muy poco mantenimiento, lo que la hace ideal para jardineros principiantes, sino que asimismo es bastante resistente a diversas enfermedades. Eso sí, resulta susceptible a plagas como las de la araña roja, la mosca blanca, las cochinillas o el pulgón.

Otra cosa que deberías saber del filodendro es que es tóxico, por lo que tendrías que evitar que decorare tu casa si tienes mascotas.

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