El color azul cielo se queda en casa a pasar el invierno
Llenando de luz, optimismo y calma nuestros interiores
A lo largo de los dos últimos años nuestras vidas se han visto fuertemente alteradas, lo que nos ha hecho replantearnos muchas cosas, volviendo nuestra mirada y nuestros esfuerzos a lo que realmente importa: la familia, los amigos, la casa y el mundo que nos rodea. En este panorama, Bruguer presenta 'Aire fresco' como el color para 2022. Un azul claro que nace de la investigación para comprender las nuevas necesidades del hogar en un momento histórico, donde la pandemia global de la COVID-19 ha influido en la forma en que vivimos.
Nueva realidad
Por ello, este 'Aire fresco' transmite un anhelo de expansión donde intervienen el exterior, el aire libre, y los nuevos comienzos. “El color refleja los cielos ilimitados sobre nosotros, dándonos el espacio para redefinir el papel de nuestros hogares, la naturaleza, las artes y las nuevas voces en nuestras vidas. A medida que los consumidores buscan expresarse y transformar sus espacios, nuestro objetivo como expertos es inspirar su confianza en él”, cuenta Heleen van Gent, Directora Creativa del Centro Estético Global de AkzoNobel.
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Osado y diferente
¡Fuera prejuicios! Siempre nos ha parecido un color algo ñoño, quizás por su (casi) monopolio, con el rosa palo al lado, para pintar las habitaciones infantiles. Sin embargo, bien usado tiene la fuerza y la personalidad de las tonalidades más intensas. ¿No nos crees? Observa esta propuesta de Jonathan Adler, al que se puede calificar de muchas maneras, pero nunca de aburrido y conservador, y toma nota de cómo le da forma y vida. Las paredes azul cielo se combinan con unas cortinas con motivos geométricos en tonos eléctricos, el estar se viste con una alfombra damero ‘blue & white’ y todo se salpimenta con accesorios en otros tonos de azul, como el jarrón o el delfín, y con detalles dorados. Imposible que te deje indiferente.
De la pared a los muebles
Acostumbrados a verlo en paredes y zócalos altos, su uso en muebles para el salón o el dormitorio nos sorprende, a la vez que nos alegra. Nos encanta, no podemos decir otra cosa. Nos gusta que se apodere de mesas de centro, piezas especiales y vista con la misma fuerza visual sillas, tapicerías y cortinas. Quien piense que puede resultar soso, solo tiene que echar un vistazo a esta imagen, donde se combina con otros tonos de azul, más intensos y llamativos, con blanco y con elementos de fibras naturales, otro de los ‘must’ de temporada. El cuadro del suelo es todo un acierto.
Fácil de combinar
Aunque a priori puede parecer difícil de combinar, además de con el blanco, y surgir victorioso y empoderado, lo cierto es que en unión de los colores adecuados es un auténtico comodín 'deco'. Para mostrar cómo Aire Fresco funciona con otros tonos, Bruguer ha creado cuatro paletas: Woorkshop (alegre y ligera), Studio (rosas pálidos y azules), Salon (blancos suaves y neutros ligeros) y Greenhouse (azules refrescantes). Esta imagen, que pertenece a la última, muestra su capacidad para definir zonas de espacios polivalentes, traer la naturaleza al interior, crear una atmósfera relajante o fomentar sensación de unidad.
Si tienes dudas de cómo sacarle todo su potencial, recuerda con gris actúa como bisagra con el blanco y es perfecto para estilos clásicos; con marrón oscuro gana en carácter, con mostaza forman un dúo infalible y personal; mientras que con verde atrapa el paisaje y la jungla.
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Bello y relajante
Este tono frío que nos hace pensar en un cielo infinito (y en la decoración marinera) destila belleza y optimismo, incidiendo, al mismo tiempo, en la sensación de calma. Esto le ha convertido en un clásico del dormitorio, ya que, según la cromoterapia, nos ayuda a conciliar el sueño y nos hace más felices. Por esas mismas razones, siempre aportará cierta espiritualidad y un toque ‘cozy’ a nuestros ambientes. En esta propuesta de Bruguer se instala cómodamente en el techo, cediendo el protagonismo al blanco y la madera.
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Del verano al invierno
Y de la decoración de la segunda residencia a la casa en la ciudad. Pensar en él nos traslada a la vivienda de la playa, ya que huele a vacaciones, mar y cielos despejados donde brilla el sol. Sin embargo, en esta ocasión se adelanta a su estación habitual y se cuela en nuestros hogares en pleno invierno, demostrando que puede dar mucho juego (y calma) con la calefacción encendida. Para reforzar su posible frialdad, nada mejor que acompañarlo de alfombras, textiles cálidos y con textura, como una butaca en lana ‘bouclé’ (gruesa y rugosa), madera en muebles y suelo y accesorios que hagan más acogedora la estancia. Esta propuesta de SofaCompany donde se usa en frisos de madera y puertas es un buen ejemplo.
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En pequeñas dosis
Para que funcione bien, nada mejor que dejarlo respirar. Por eso, si prefieres integrar esta tendencia de decoración de una manera más sutil, nada mejor que dar pinceladas ‘blue’ en piezas y accesorios y permanecer fiel a las paredes blancas. En función del resto de ‘acompañantes’, puedes usarlo en los elementos principales de la estancia o reservarlo para adornos y textiles. Nuestro consejo es no dejarle solo y dar otros toques de distintos azules, como en esta propuesta de Abstract, donde el sofá se combina con el cuadro. Por cierto, es un buen aliado del estilo nórdico si introduces elementos en madera clara. Si tienes dudas, usa los tonos más oscuros en las áreas en sombra de la habitación y los más claros donde la luz natural rebote en la pared.
Para toda la casa
Vinculado desde siempre con las habitaciones infantiles, lo cierto es que el azul cielo se mueve por la casa sin complejos, demostrando que, además de ser el color de los dormitorios, se encuentra igual de cómodo en el salón, la cocina o el baño. En esta propuesta de Behr se apropia de las paredes, la isla y la campana, aliándose con blanco y madera, diseñando un ambiente clásico, muy resultón. Una opción totalmente a la moda, ya que las cocinas a todo color son la última tendencia de decoración.
Sofisticado y elegante
Nunca lo hubieras pensado, pero el azul cielo y sus tonalidades cercanas en el círculo cromático derrochan estilo y personalidad, siempre que lo acompañes bien y lo uses de la manera adecuada. En este comedor, se apodera de paredes, mobiliario y accesorios sin recargar ni resultar soso. Al revés. Lejos de darnos un atracón, brilla con luz propia en sus distintas versiones, realzando la decoración. La clave de su éxito hay que encontrarla en el techo y los marcos de las ventanas blancos y en el precioso estampado de los asientos.
Apto para distintos estilos decorativos
Tremendamente camaleónico se siente bien en una decoración de estilo clásico, como en esta propuesta de Oak Furnitureland, con las molduras en el techo y el revestimiento de madera con cuarterones de la pared; como en ambientes modernos, donde es una buena ‘caja’ para piezas de diseño; en estancias rústicas, acompañado de materiales naturales como el cobre, la madera en bruto y la piedra; o en habitaciones de aire nórdico, combinado con blanco y madera clara. Y, por supuesto, en casas de aire mediterráneo con fibras vegetales y adornos del mar. En todos ellos planea el encanto de la fusión de la calidez de los materiales naturales y la frescura del azul, logrando una un interiorismo lleno de vida.