Verdes (como el de esta propuesta de Ballingslôv), neutros, rosas o rojos se cuelan en la cocina dispuestos no solo a conquistar el diseño, sino también nuestros corazones con su alegría y su fuerza. Además, dado el papel de esta estancia como centro de operaciones sociales de la casa, donde se vive y se disfruta con familiares y amigos, el color consigue darle un mayor protagonismo visual, proporcionando un plus ‘deco’ a un espacio funcional. Esto no significa que las cocinas blancas no estén de moda, sino que hay vida más allá del ‘white’ y que la convivencia de ambas tendencias decorativas es posible. Teniendo en cuenta que “suele ser la estancia con más muebles por metro cuadrado, elegir el tono de estos suele ser una decisión de peso”, apuntan desde AMC (Asociación de Mobiliario de Cocina). Por eso no te precipites y busca siempre una opción a tu medida.
Naranja: pura vitamina
Estamos ante uno de los colores más alegres y frescos, por eso el resto de la decoración debe acompañarlo, no potenciarlo, como ocurre en esta propuesta de Sancal. El naranja puede resultar apabullante, por lo que es mejor dosificar su uso y destacarlo solo en algunos elementos. Adora la madera y hace buenas migas con el blanco.
Tonos pop
Esta propuesta de Logos es apta solo para las más valientes, pero eso no significa que no puedas adaptarla a tu casa en pequeñas dosis. “El contraste entre colores vibrantes es una opción que conseguirá un efecto sin duda arriesgado, pero único y especial. El verde agua combinado con fucsias y amarillos forman un conjunto cromático perfecto para aportar a tu cocina un ‘look’ muy singular, que dejará a tus invitados boquiabiertos”, aseguran desde AMC.
La fuerza del rojo pasión
Es uno de los tonos más apetecibles, ya que, según los expertos, abre el apetito. “El rojo ya fue tendencia años atrás en un tipo de mobiliario lacado y con brillo, pero ahora ha vuelto combinado con tonos neutros o contrastado con blancos o negros. No hay duda de que su viveza se relaciona con cocinas con gran personalidad, llenas de calidez”, aseguran desde AMC. En este ambiente de Smeg los protagonistas, con permiso del mobiliario azul profundo, son los electrodomésticos.
Amarillo huevo
“El amarillo es vida, optimismo y vitalidad, valores que deberían estar cada vez más presentes en el corazón de las viviendas, muy importante para fomentar la creatividad”, señalan desde la Asociación de Mobiliario de Cocina. En esta propuesta de 2aKüchen by Cosapa se ha combinado con verde, logrando un estiloso aire industrial. La mesa roja y las sillas amarillas del ‘office’ son toda una declaración de intenciones.
Burdeos: atrevimiento cauto
Brillantes y poderosos, los muebles de cocina Kallarp de Ikea se visten de un marrón rojizo brillante añadiendo personalidad y carácter. Eso sí, para no recargar el espacio o pecar de excesiva, esta cocina apuesta por el minimalismo, sin perder atrevimiento ni expresividad en el camino.
Pinceladas verdes
Si quieres dar un cambio a tu cocina, pero temes ser demasiado radical, prueba a introducir el color en pequeñas dosis. “Una opción muy recurrente es reservar los tonos más atrevidos para los revestimientos, como azulejos o encimeras. Esta idea siempre es un acierto si buscamos originalidad. Además, se puede ‘regular’ la cantidad de color, optando solo por un frente o por toda la estancia”, apuntan desde AMC. Esta imagen de Transformad es un buen ejemplo.
Todo al negro
Es uno de los clásicos (y los básicos) de la decoración actual, aunque advertimos solo es apto para cocinas sin problemas de metros y muy luminosas, ya que este tono se apodera de todo lo que toca. Tremendamente elegantes, su efecto visual es espectacular, como se ve en esta propuesta de Silestone. Recuerda que los muebles lacados dan más luz y brillo y que el binomio ‘black & white’ siempre es un acierto.
La personalidad del azul profundo
Si el ‘Classic Blue’ es el color Pantone de 2020, el azul intenso y profundo, casi negro, llega a la cocina dispuesto a marcar tendencia. Muy personal, destila elegancia, atrevimiento y sofisticación (casi) sin proponérselo. En este ambiente de Farrow & Ball se ha combinado con una encimera de madera y un elegante rosa palo. La combinación no nos puede gustar más.
Rosa: moderno y juvenil
Es uno de los básicos de la decoración 'millennial', por eso resulta ideal en cocinas modernas, con un diseño limpio, donde sus propietarios juegan a mezclar colores, como en esta propuesta de Fantin, sin prejuicios ni miedos.
El dulce verde pastel
Los tonos pasteles “son una buena manera de empezar a colorear la cocina. Además, estas tonalidades aportan un toque de dulzura y luminosidad”, dicen desde AMC. Capaces de enfatizar la luz y crear atmósferas envolventes, son perfectos en espacios de estilo nórdico o retro, siempre que vayan acompañados de madera, como en esta propuesta de Reform.
Infalibles neutros
Ideal para las menos atrevidas o como un primer paso hacia un universo multicolor, los tonos neutros, con el gris a la cabeza (un clásico con mucho tirón), son una buena elección. Fácil de combinar, estamos ante un color lleno de carisma y elegancia, muy fácil de combinar. Sus tonalidades claras resultan más cálidas, especialmente si lo combinas con madera o blanco, como en esta propuesta de Delamora, mientras que las oscuras (más cercanas al negro), como el antracita o el marengo, aportan sofisticación al instante.
Tonos tierras y madera
“La combinación de diferentes muebles en tierra es un buen ejemplo de cocina moderna que aporta a su vez un toque de calidez y la hace más acogedora. Además, gracias a sus tonos tan naturales admiten interesantes contrastes entre los neutros o los pasteles (en tonos grises y blancos o incluso rojizos amarillos o verdosos) y el marrón creando espacios llenos de frescura y paz”, señalan desde AMC. En esta ambiente de Zona Cocinas, la mezcla de madera y blanco proporciona un plus de calidez y un sereno equilibrio.