El diseño de un jardín de cactus debe ser reflexionado, lo que lleva más trabajo del que parece. Conocer bien la exposición solar que precisa cada especie será vital para resultados no solo de gran belleza decorativa sino sostenibles.
Para conocer las claves a la hora de planificarlo en algún rincón de los exteriores de la casa, nos asesora Jordi Sánchez San Miguel, director creativo de la empresa de paisajismo Simbiosi Estudi.
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¿Qué son los jardines de cactus?
"Los jardines de cactus son aquellos que están compuestos parcialmente o en su totalidad por especies cactáceas, y que, a nuestro entender, de una manera u otra intentan replicar alguno de los paisajes en los que prosperan estas plantas de manera natural”, afirma Jordi.
Y agrega: “no obstante, en nuestros proyectos en Simbiosi Estudi solemos emplearlos como acento botánico por su porte arquitectónico, creando contrastes con gramíneas, arbustivas e incluso especies de follaje exuberante. Dada su asombrosa variedad, pues podemos encontrar especies gigantes, otras minúsculas, de formas columnares, globosas o aplanadas, con hojas, sin espinas, epífitos [cactus que crecen en selvas tropicales]…”, todo ello posibilita un abanico inacabable de usos y disposiciones.
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Adiós tópicos
La estética de los jardines de cactus puede ser muy diversa. Jordi explica que “normalmente asociamos esta vegetación a ambientes austeros, pero poco a poco hemos logrado reformar esta percepción, armonizando cactus con todo tipo de estilos y entornos, enfatizando cualquier espacio con su singular relieve, vigor y energía”.
Entre los cactus los hay también coloridos, como vemos en la propuesta del paisajista Pablo Vidal.
Un precioso punto focal
Respecto al lugar del jardín en el que recomienda incorporar el jardín de cactus, Jordi afirma que “el único condicionante será conocer las características singulares de estas especies, sobre todo en cuanto a sustrato, riego e insolación. Teniendo claros estos requerimientos y los del espacio a diseñar, la imaginación será el único límite”.
“En nuestra empresa nos encanta disponer estas plantas como puntos focales para nuestros proyectos, en grupo o individualmente, que capten la atención, valiéndonos de la infinidad de figuras y perfiles que puede aportar esta familia botánica”.
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Tierra y drenaje adecuados
Existen muchas especies de cactus, por lo que es imposible generalizar, pues sí que es cierto que la mayoría “se desarrollan en sustratos limitados y escasos, pero agradecen un suelo más nutritivo que el de sus áreas de distribución natural”, apunta Jordi. Quien añade que: “uno de los elementos esenciales para su progreso es adecuar una tierra porosa, aireada y suelta, que evite los encharcamientos persistentes, auténtico enemigo de este tipo de plantas. Para ello, una buena opción sería una mezcla al 50% de sustrato vegetal y arena de río, gruesa y lavada, pudiendo incorporar a esta composición un fertilizante granulado de lenta liberación”.
En el caso de los cactus, que soportan sequías, hay que tener en cuenta que no conviene pasarse con el riego, pues podría ahogar a las plantas.
En la imagen, un proyecto firmado por Marta Roca de Espaiverd.
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¿Lo protegemos del viento?
Pérgolas o muretes pueden servir para proteger el jardín de cactus del viento. Aunque, desde Simbiosi Estudi recomiendan “hacerlo solo cuando las especies que alcanzan grandes dimensiones, si se tiene temor a posibles roturas. Estos percances se concentran en especies columnares que han sido hidratas y abonadas en exceso, provocando un crecimiento antinaturalmente precoz, sin tiempo para crear estructuras fuertes que soporten las inclemencias meteorológicas”.
Y comentan también que, “en ocasiones, después de una nueva plantación de ejemplares de cactus, será recomendable entutorar estos elementos, pero habrá que hacerlo con sumo cuidado de no producir heridas y cicatrices indeseadas”.
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La mejor época de plantación
A inicios de primavera es una buena época para cultivar los cactus, porque ayudaremos a que se habitúen a las altas temperaturas de verano y al frío invierno con suficiente margen. Respecto a los acolchados, Jordi no los recomienda “orgánicos, para eludir eventuales problemas de pudrición, ya que estos recubrimientos suelen conservar la humedad de los riegos o lluvias, mientras que un acolchado mineral no sería tan problemático”.
Por ejemplo, se pueden incorporar áridos de piedra volcánica, gravas y otros materiales pétreos que reducen la aparición de malas hierbas y ayudan a evitar la erosión.
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Clima de inviernos fríos
Dependiendo del clima hay que seleccionar unas especies u otras. No pienses que si vives en una región de inviernos fríos tienes que renunciar a este tipo de jardines, tan solo deberás prestar atención de que se trate de cactus que soporten bien el frío, aquellos provenientes de zonas montañosas y de desiertos con cambios de temperaturas bruscos se adaptarán bien. Unos ejemplos de ello son el nopal (Opuntia ficus-indica) y el cactus ágave (Leuchtenbergia principis).
Jordi apunta que “la mayoría de especies de esta familia pueden adaptarse a cualquier clima de aquí, tan solo deberemos proporcionar un drenaje eficiente para que nuestras plantaciones no se mantengan húmedas en momentos de frío o calor extremo”.
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Claves para crear bellas composiciones
En esta propuesta Espaiverd encontró piedras y rocas que decidió conservar, y planta cactus en suelo y también en macetones de barro. Otra opción muy decorativa es añadir esculturas entre los cactus o realizar bellas y efectistas agrupaciones de plantas.
El paisajista de Simbiosi Estudi comenta acerca de cómo crear las composiciones con cactus que “el secreto reside en conocer las particularidades de cada especie que pretendamos cultivar, previendo su futuro aspecto y comportamiento”.
Y prosigue: “entre otros, en el estudio nos gusta contraponer el porte erecto de Cleistocactus strausii [antorcha de plata], excepcionalmente cano gracias a sus numerosas espinas, frente a vegetación de follaje profuso como Monstera deliciosa, estableciendo así, una potente escena. Otra alternativa es inspirarnos en un paisaje real para tratar de recrear su esencia en un diseño más o menos idealizado, junto a especies secundarias de otras familias que aporten valor al conjunto, asistidos por un atrezo natural constituido, por ejemplo, a partir de rocas de diversas granulometrías”.
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