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El fin del verano y el comienzo del otoño marcan el momento en el que dar a la casa un cambio. No se trata, ni mucho menos, de hacer reformas ni tiene que ver con realizar grandes inversiones en decoración. Consiste, más bien, en imprimir a los espacios la calidez que ahora necesitan. Una tarea sencilla si sigues algunas pautas como las que hoy te explicamos.

 

Objetivo: bienestar

Ya sabemos que orientar los interiores de nuestra casa hacia el otoño no debe suponer un cambio de decoración como tal. Se trata de hacer modificaciones sencillas que no alteren la esencia de cada espacio, pero sí le confieran un toque cálido, más hogareño.

Con la llegada del frío la casa se convierte más que nunca en nuestro refugio. Pasamos más horas en ella y queremos que reine el bienestar. De ahí la importancia de crear ambientes serenos y confortables en los que estar a gusto.

Una de las herramientas que nos ayudan a lograrlo son los colores. La clave está en sustituir las tonalidades refrescantes del verano por una paleta más serena, oscura y conectada con el momento que ahora vive la naturaleza. Añade a tu casa algún elemento en tonos tierra, castaños, terracota, verde oliva y lo conseguirás.

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Una limpieza profunda

Estamos muy acostumbrados a realizar en casa la llamada limpieza de primavera. Pues cuando llega el otoño es el momento de acometer el segundo “zafarrancho de combate” general del año. Para llevarlo a cabo con éxito sirven las mismas estrategias que funcionan en marzo o abril: planificación (que te ayudará a realizar las tareas de una forma ordenada y efectiva), trabajar habitación por habitación y darle un buen repaso a los textiles.

Un consejo: en este momento es fundamental aprovechar el buen tiempo para lavar toda la ropa de casa (colchas, almohadas, cojines, etc.). Ahora se secará enseguida.

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Renueva la decoración de las paredes

¿Se te ocurre otra forma más sencilla de darle a tu casa un toque diferente que cambiar los elementos decorativos de las paredes? Descuelga los cuadros y láminas de inspiración playera y añade otros con tonos cálidos.

Puedes, por ejemplo, crear una nueva galería de cuadros en la pared, donde se refleje el cambio de estación en los motivos, en los colores, etc. Emplea fotografías, ilustraciones o dibujos. Todo lo que te inspire y despierte en ti sensación de hogar en otoño.

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Calor de hogar en tu salón

¿Tienes la suerte de contar con una chimenea de leña en tu salón? Entonces es el momento de ponerla a punto. Si hiciste las cosas bien, seguramente te preocupaste de limpiarla a finales del invierno pasado, con lo que prepararla para la nueva temporada será sencillo. Solo tienes que asegurarte de que todo está a punto para poder encenderla en cuanto lleguen las primeras tardes frías de otoño.

Puede que seas uno de los muchos que no vive en una casa con chimenea en el salón. Si es así, ¡hazte con una! Ahora existen un montón de alternativas para poder disfrutar de la bella visión del fuego sin tener que reformar la casa por completo. Opta por una chimenea eléctrica o por un modelo de bioetanol: limpias, decorativas y no requieren de instalación previa.

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Una revisión a los textiles

Los textiles son uno de los elementos que añaden confort a nuestra casa, tanto en el salón como en los dormitorios. Por eso es fundamental aprovecharlos para dejar constancia de cuál es el momento que vive nuestro hogar. En otoño resultan muy apetecibles las texturas suaves y agradables, los tejidos cálidos que transmiten confort y sensación de hogar.

El cambio propuesto va más allá de sustituir la colcha de verano por el edredón. Consiste en añadir una o dos mantas de lana en el sofá o al pie de la cama, escoger fundas de cojín más oscuras, apostar por tejidos más gruesos y con cuerpo: terciopelos, chenillas, pieles…

Una buena idea para organizar las mantas o plaids para el sofá consiste en colocarlos en una cesta en el salón: pones un toque de otoño y mantienes el orden.

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Es el momento de las alfombras

En la búsqueda del espíritu otoñal hay un elemento que resulta casi indispensable: las alfombras. Mitigan el frío, añaden comodidad a la pisada y protegen los suelos de toda la casa.

Grandes o pequeñas, en el salón o en el pasillo, son perfectas en otoño e invierno, así que rescata las tuyas del trastero (o ve a buscarlas a la tintorería si es que habías olvidado recogerlas después del verano…) y deja que brillen con luz propia.

Si necesitas inspiración para hacerte con algún modelo nuevo, puedes apostar por las alfombras étnicas: bellas, potentes, maravillosas. O elegir diseños geométricos o gráficos, muy contemporáneos. En la variedad está el gusto… ¡y la diversión!

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Flores de otoño

¿Quién dijo que las flores son cosa únicamente de la primavera? El otoño es la estación perfecta para disfrutar de ellas en sus mil versiones diferentes.

Puedes, por ejemplo, incorporarlas a la casa en forma de estampado floral para un papel pintado, una tela, la mantelería del comedor, etc. Solo tienes que cambiar la paleta cromática y elegir flores con fondos en tonos tierra o rojizos, con detalles en colores oscuros: chocolate, verde oscuro, azul marino, etc.

Es una forma perfecta de actualizar los estampados florales para que muestren un aire otoñal perfecto para el momento en el que estamos.

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Sigue disfrutando del toque verde

Lo natural triunfa todo el año, sea cual sea la estación. Y el otoño no es ninguna excepción: incorpora a tu casa algunas plantas de interior y aprovecha las muchas ventajas que aportan: no solo te conectan con la naturaleza, sino que transmiten serenidad y, en algunos casos, purifican el aire del interior. Elige las especies adecuadas al momento y disfruta de su toque verde.

Puedes componer un conjunto de plantas y crear un rincón vegetal en el salón o, incluso, montar un jardín vertical de interior. Otra idea consiste en decorar con ramos y arreglos de flores secas, que pueden ser naturales o artificiales.

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Otoño también en el porche o la terraza

La nueva estación llegará también a las zonas de exterior de tu casa que ahora pasan, inevitablemente, a un segundo plano. Sin embargo, hay formas de alargar el uso de la terraza o el porche unas semanas más o, incluso, todo el invierno.

- Puedes poner, por ejemplo, una estufa de exterior que te ayude a combatir el frío. Y dado que la terraza va a seguir siendo un espacio para disfrutar se hace necesario revisarla para darle un toque otoñal.

- Cambia las telas de los almohadones de los muebles de jardín: guarda aquellas con los colores intensos del verano y apuesta por tonos neutros o más oscuros.

- También conviene añadir algunas mantas o plaids en texturas agradables. Las necesitarás en las tardes otoñales.

- Por último, es buena idea añadir complementos que aporten una luz tenue y cálida: ahora que anochece mucho más temprano necesitarás farolillos, velas y luces de exterior para crear ambiente.

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