Cómo acabar con el desorden de las encimeras y la mesa de la cocina
Con estas sencillas claves… ¡Problema solucionado!
La cocina es la estancia de la casa que alberga más enseres diversos: pequeño electrodoméstico, vajilla, cristalería, cubertería, alimentos, productos de limpieza, mantelería, trapos… Y también se trata de un ambiente muy vivido en la que se realizan muchas actividades, desde cocinar hasta comer o tomar un picoteo. Aparte es el lugar donde muchas veces los pequeños de la casa juegan o hacen los deberes. Resultando un espacio tan polivalente, es normal que pueda apoderarse el caos en él y, muy especialmente, que en la mesa del office o las encimeras reine el desorden. Sin embargo, existen unas pautas y unas premisas que contribuirán a que estas superficies se mantengan siempre despejadas. Nos las cuentan detalladamente las organizadoras profesionales de espacios Maite Albañil, de la empresa Kitorganizer, y Oihane Cantabrana, de Ordenatrix.
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Entrenar el hábito de recoger al instante
No importa la complicación de lo que prepares, simplemente un zumo de naranja natural o un elaboradísimo wok vegetal, hay que ir guardando todo aquello que acabamos de utilizar a medida que ya no lo necesitamos, tantos los ingredientes sobrantes como los utensilios. Maite opina que: “en la mayoría de casos el desorden viene porque cuando cocinamos no vamos recogiendo aquello que ya hemos usado, por lo que acabamos llenando las encimeras hasta llegar al caos. Si mientras guisamos vamos guardando todo aquello que ya no necesitamos y vamos fregando aquello que ensuciamos, conseguiremos que el acto de cocinar sea más fácil y placentero y, por supuesto, que la tarea de limpieza post comida no sea un horror y no nos dé tanta pereza”.
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Mesa de ‘office’ también en orden
Si cuentas con un office, independientemente de que le des un uso diario o puntual, la mesa no debe convertirse en una superficie donde dejar todo tipo de objetos: la correspondencia que acabas de recoger del buzón, las llaves, las facturas… Ve guardando cada cosa en su lugar correspondiente.
Del mismo modo, para que esta superficie pueda cumplir todas las funciones que requiere: retira el mantel o los individuales tras comer y deja la superficie recogida para que allí puedan realizarse otras actividades, como los deberes.
La fundadora de Kitorganizer recalca: “es importante ser conscientes de que el orden es una cuestión de hábitos, de pequeñas acciones repetidas en el tiempo. Si logras acostumbrarte a tirar los folletos de publicidad al momento de haberles echado un ojo, habilitar un lugar específico para las llaves en un pequeño cajón cerca de la entrada o guardar los dibujos de los pequeños artistas de la casa en una carpetita en la estantería de su habitación, conseguirás el objetivo de mantener tu mesa de office libre y despejada”.
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El mejor equipo
Si sois más de uno en casa, un buen pacto es que os repartáis tareas para que no recaigan todas en la misma persona, es decir, que uno prepare y el otro limpie. Pero en ese caso, conviene que el que recoja y limpie lo haga al instante, sin que se concentre todo en el plano de trabajo o el fregadero.
Y en familias con hijos, es importante inculcar a los más jóvenes de la casa el hábito de recoger sus cuadernos de estudio, sus folios con dibujos, sus manualidades o sus juegos, para que no ocupen y desborden la mesa de office.
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Chequea el espacio y deshazte de lo que no te sirve
Oihane explica que “en la cocina es muy habitual guardar más artilugios de los que realmente se utilizan. Donar, vender o tirar son las tres opciones más frecuentes para librarte de lo que no usas”.
Por ejemplo, si no empleas la yogurtera, la vaporera o el molinillo eléctrico que están sobre la encimera, piensa en que menos uso les vas a dar guardados en un armario. ¡No traslades ni postergues el problema de fondo!, simplemente, deshazte de aquello a lo que no le das ninguna utilidad y así el aspecto general de la cocina será mucho más agradable y apacible.
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Adiós a acumular (innecesariamente)
Aunque pudiera parecer lo contrario, cuanto más grande es una encimera más desordenada suele estar. El motivo no es otro que entonces alberga más objetos y de todo tipo y, al final, resulta incómodo trabajar. Insistimos, el mantra es hacer un ejercicio de contención y que la superficie de trabajo aloje tan solo lo justo y necesario. Verás que, de paso, resulta mucho más fácil limpiar.
¿Qué recursos empleo para tener utensilios o pequeños electrodomésticos a mano pero no sobre la encimera? Aparte de la tostadora y la cafetera, que son de uso diario, procura alojar el resto de pequeño electrodoméstico, libros de recetas, etc. en estantes abiertos o muebles persianeros. Tendrás todo a mano sin que te entorpezca mientras elaboras tus recetas favoritas.
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¿El diseño de la cocina es el adecuado?
¿Qué ocurre si tras retirar lo que ya no empleamos, en el día a día no conseguimos mantener despejadas las superficies de la cocina? Maite piensa que “entonces ha llegado la hora de que nos replanteemos el diseño del espacio. Es muy posible que su distribución no sea la adecuada o que verdaderamente debamos ampliar o redefinir las áreas de almacenaje, teniendo en cuenta los estilos de vida y las necesidades concretas y actuales de las personas que la usan”.
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El corazón del orden
Ambas expertas coinciden en señalar que una mala organización de los armarios de cocina equivale a desorden en la encimera, pues como consecuencia el plano de trabajo albergará objetos que no debería tener. Oihane nos recuerda que “lo que no se ve, se olvida”. Así, recomienda aprovechar al máximo el espacio con cajones, cestas y accesorios que nos den fácil acceso a todo, incluso lo que se encuentra más al fondo. En el caso de las esquinas, un accesorio práctico son las bandejas giratorias.
Los cajones contenedores extraíbles como los que vemos de Santos, son un accesorio muy útil para segmentar el interior de amplias gavetas sin restar capacidad.
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Ordenar por categorías
La fundadora de Ordenatrix, piensa que si a veces las encimeras y la mesa de la cocina presentan cierto desorden se debe a que antes, en los armarios no hemos colocado todo por familias, es decir, “cada tipo de objeto junto. Por ejemplo, las sartenes juntas y con las tapas en un gavetero, los trapos de cocina también en el mismo sitio, y es importante que la despensa ocupe un área concreta y no esté desperdigada por varias zonas”.
Como guardamos muchos tipos de bebidas y alimentos, también deberían ir todos agrupados por categorías: cerca guardar leches, aguas y refrescos; en un estante todas las pastas y arroces; en otro las latas y las conservas; reservar un cajón para las especias o colgarlas en un soporte junto a la placa de cocción, para tenerlas siempre a mano…
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Una última reflexión
Oihane considera que en el tema del orden es fundamental cambiar la mentalidad a la hora de consumir para así, no acaparar sin cabeza. Nos lo cuenta con estas palabras: “debemos ser realistas a la hora de comprar y no adquirir productos que es muy probable que no utilicemos. E ir a hacer la compra con una lista para no comprar doble de lo que ya hay o volver a casa sin algo que necesitamos”.
Podemos ser unos consumidores habituales de vino, por ejemplo, pero si nuestro botellero ya está completo, entonces todavía no es el momento de adquirir uno más.
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