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¿El caos parece haberse instalado en tu cocina y no hay manera de acabar con él? Comienza por replantearte el equipamiento de muebles, cajones y paredes, y hazte con accesorios que te ayuden a instaurar un nuevo orden. A partir de ahora lo tendrás todo bajo control.

 

Los armarios, bien aprovechados

Son la clave en lo que al almacenamiento de la cocina se refiere y por eso hay que organizarlos bien. Como punto de partida, lo mejor es no mezclar objetos y utensilios diferentes en los armarios, si no quieres que el desorden campe a sus anchas en ellos. Además de clasificar, reducir y priorizar lo que tienes que guardar, necesitarás elementos que te ayuden a rentabilizar el interior. Como los estantes auxiliares que duplican el espacio en el interior, los módulos para colocar los botes de especias o los separadores para vajillas. Un consejo: si tienes un mueble rinconero equípalo con bandejas o módulos extraíbles que te permitan acceder fácilmente a aquello que está al fondo.

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Los cajones, la zona cero

Si hablamos de desorden en la cocina los cajones se llevan la palma. Son auténticos puntos negros en los que todo se acumula y se mezcla sin ton ni son. Cosas pequeñas, utensilios, papeles desperdigados, pilas, pinzas… Casi cualquier cosa puede acabar en estos espacios en los que encontrar algo a la primera es un milagro. Para evitar que esto vuelva a suceder, comienza por hacer una buena limpieza. Después, coloca en tus cajones los accesorios adecuados: una bandeja para organizar los cubiertos, separadores para organizar el interior, etc. Un truco: existen cuberteros extensibles que se adaptan a las medidas de tu cajón.

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Estantes volados en la pared

Son una manera ligera y decorativa de sacar el máximo partido a las paredes, en especial en cocinas pequeñas en las que abusar de los armarios resulta agobiante. Sin embargo, al estar abiertos es importante no abarrotarlos ni llenarlos en exceso para que no transmitan sensación de desorden. Hay muchas ideas para poner en práctica: crear baldas largas de pared a pared, utilizar diferentes materiales y soportes, etc.

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Colgadores, perchas, soportes…

Son piezas muy prácticas para tener siempre disponibles los utensilios de cocina, ya que aprovechan el hueco que te queda en la pared por pequeño que sea. En este tipo de colgadores puedes colocar paños (en perchas), tu colección de cuchillos (en un soporte imantado), las tazas (como en la foto), etc. Existe una gran variedad de modelos para elegir: con varios ganchos o solo con uno, de madera, metal, etc.

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El escobero, bien equipado

Si no tienes otro espacio en el que organizar los utensilios de limpieza, tendrás que buscar un hueco en la cocina en el que instalar un armario escobero. No hace falta que sea muy grande, bastará con un mueble de 40x170x40 cm. Además del cepillo de barrer y la fregona podrás guardar la tabla de planchar y el aspirador. Conviene equipar el interior con piezas especiales que organicen todos estos elementos: cestas metálicas con rieles para un fácil acceso, un colgador para el tubo del aspirador, soportes adhesivos para insertar el mango de la escoba, etc.

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Sobre ruedas

Es un accesorio muy práctico si tienes una cocina amplia, ya que te proporciona un nuevo espacio para guardar que, además, puedes mover fácilmente de un lugar a otro en caso de necesitarlo. Desde frutas y verduras a utensilios o electrodomésticos pequeños, son muchas las cosas que puedes mantener en orden y a mano en un carrito. Con más o menos estantes, ganchos para colgar, bandejas extraíbles, etc. Elige el tamaño que más se ajusta a tus necesidades y el material que le va al estilo de tu cocina: de madera, de metal, acero inoxidable, etc.

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Debajo del fregadero

En este espacio puedes guardar aquellos utensilios y productos de limpieza que usas con más frecuencia: estropajos y bayetas, jabón lavavajillas, desengrasante, etc. Y para hacerlo de la mejor forma posible necesitas un accesorio que mantenga las cosas en orden, accesibles y fáciles de localizar. Como este soporte extraíble de acero inoxidable, con sitio suficiente para todo. Un consejo: si tienes niños pequeños en casa no olvides poner un cierre de seguridad para evitar que puedan abrirlo.

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Espacio sin límites

Los cajones altos o gavetas son muy prácticos en la cocina ya que proporcionan sitio suficiente para guardar objetos voluminosos como las cazuelas, las ollas y las sartenes. Sin embargo, conviene organizar esa amplitud interior para conseguir que las cosas no se desordenen. ¿Cómo? Con elementos para delimitar el espacio y soportes para las tapas de las cazuelas, por ejemplo. Si vas a colocar la vajilla en uno de estos cajones grandes, utiliza organizadores de pivotes o cilindros que evitan que los platos se muevan al abrir o cerrar. Un consejo: instala barras para las sartenes que te permitan colocarlas de lado y evitarás que se rayen. Si pones unas dentro de otras, coloca separadores de fieltro o silicona.

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Todo oculto

A los apasionados de las cocinas minimalistas les encantarán muchas de las alternativas que existen ahora para ocultarlo todo. Desde puertas que esconden cajones de diferentes dimensiones, hasta opciones para guardar los electrodomésticos pequeños de uso cotidiano. Dejarlos sobre la encimera resulta caótico y poco práctico. Es mejor destinar un armario o un gavetero para mantenerlos ocultos, pero accesibles. Una idea: elige modelos que incorporen enchufes en su interior y podrás usarlos cómodamente.

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